ARGENTINA, red. En este año de LA VIDA, y como Familia de Schoenstatt, dedicado al Padre, el domingo 17 de julio representantes de todas las Ramas y Acciones, emocionados y agradecidos por las maravillas que el Señor obró en Pedro Miraballes, de Paraguay, se reunieron junto al altar, en la primera Misa que celebraba como sacerdote en el Santuario del Centro.
La Familia de Buenos Aires lo conoció y aprendió a querer cuando hace unos años, realizó en Confidentia su práctica. Pedro encontró la manera de amar a Dios entregándose por entero al prójimo. Sus primeras palabras en la homilía fueron; “Está re bueno ser sacerdote. Estoy feliz. Mañana cumplo un mes de mi ordenación”. Les encendió a todos a seguir anhelando la santidad según la propia vocación.
Que su testimonio, nos ayude a vivir magnánimamente lo cotidiano para ser con María, Familia del Padre.
Fuente: http://www.confidentia.org.ar
Desde Paraguay llegue mi abrazo a Pedro y a todos los hijos de Confidentia; lugar santo que siempre me recibe cuando ando por esos lares.