Publicado el 2011-05-28 In Vida en alianza

Peregrinando a la cuna de la Campaña del Rosario

ARGENTINA, Silvia Losada. El jueves 19 de mayo, un grupo de misioneros de la Campaña del Rosario, Rama de Madres, Obra de Familias y Federación de la familia de Schoenstatt, acompañados por el P. Pablo Mullín, partieron desde Tucumán a Santa María, en el sur de Brasil, para empaparse de la vida de Joao Pozzobon, pequeño alumno del Padre Kentenich y traer la 2ª imagen Auxiliar de la Mater, para la familia tucumana.

 

 

 

En las huellas de Joao Pozzobon – Santa Maria, 19 al 22 de mayo del 2011

SalidaCostó mucho la organización del viaje, pero el capital de gracias realizado y el anhelo de conocer el origen de la Campaña del Rosario, pudieron más que todos los contratiempos.

Algunos viajaban con el corazón lleno de expectativas y abiertos a la gracia de reencenderse en la misión; otros, deseando conocer más sobre este hombre ejemplar, humilde burrito de la Mater, y su obra.

Al llegar al Centro Mariano, en la madrugada del día 20, antes de lo previsto, debieron despertar a la Hna. Roseane, el ángel que los acompañó durante toda la peregrinación por Santa María. Y comenzaron las emociones: no había amanecido aún cuando el Santuario Tabor abrió sus puertas para recibirlos ¡La Madre sonreía desde su trono! ¡Cuántas lágrimas de alegría! ¡Cuántos sueños cumplidos!

En la tarde, un nuevo regalo: el Santo Rosario rezado en la capilla donde se encuentra la Peregrina original, colocando una peregrinita por cada Avemaría en el globo que representaba el mundo.

Por la noche, durante la Santa Misa en el Santuario, el Padre Joao Quaini realizó el envío de la nueva Auxiliar.

Con la alegría que caracteriza a la Campaña

Con alegría que caracteriza a la Campaña, compartieron luego el fogón, con cantos y escenas llenas de humor.

El sábado 21 amaneció con un sol brillante y temperatura agradable. Luego del desayuno, partieron, con la Hna. Roseane y M. Eliane, a recorrer los caminos históricos junto al Tabor.

Los peregrinos querían llevar algún recuerdo del lugar santo, por lo que toda hoja, rama y tierra conseguida fue un tesoro inestimable.

Visitaron la casa museo de don Joao y el lugar de su sepultura, en la capilla de Nuestra Señora de las Gracias. Allí los recibieron su hijo Humberto Pozzobon y una de las nietas. ¡Todos querían un autógrafo y una foto con ellos!

El momento más emotivo fue la llegada a Ribarao. Conocer la casa paterna de Joao, convertida en museo y poder vivenciar su sencillez y entrega.

En la Iglesia de San Pedro, en que don Joao recibiera los sacramentos del bautismo, confirmación, matrimonio y diaconado, comenzaron a sonar las campanas y encender los fuegos artificiales y un gran cartel daba la bienvenida a los peregrinos.

El camino de la Vida

Los rostros demostraban que el corazón se agrandaba y las lágrimas corrían por las mejillas de todos. Durante la Santa Misa, renovaron las promesas bautismales y un miembro de la comunidad les dio la bienvenida.

La luz comenzó a brillar en muchísimas velas que cada uno encendió durante la ceremonia.

Para culminar ese día de fiesta, compartieron una cena junto a la comunidad italiana, con cantos, bailes y donde demostraron nuevamente que la Mater y su Hijo ponen alegría en el corazón de quienes son sus instrumentos.

Pero les esperaba una nueva vivencia al día siguiente: el vía crucis en la Villa Noble de la Caridad, el camino de la vida, como decía Joao.

En ese lugar, Pozzobon, a pesar de su pobreza, logró comprar un terreno y con la ayuda de los mismos necesitados, construyó casitas de madera que podían habitar por un año como máximo. Una vez mejorada la situación de la familia, debían dejársela a otra que la necesitara. Tenían un reglamento que cumplir, que incluía sembrar en el terreno y mantener el orden y la limpieza.

Vivir y enseñar a vivir, era lema de Joao.

Los peregrinos, con meditaciones y rezando el rosario, llegaron hasta la ermita de la Mater y la Capelinha Azul. El origen de estas capillitas tiene que ver con una de las visitas que realizó Joao con la imagen peregrina a una familia. No tenían espacio suficiente y al día siguiente la abuela le contó que los niños habían dormido con las cabras, para dejar su cuarto a la Mater.

Surgió así la idea de construir una capillita, para que la Virgen pudiera estar allí con todos los honores. La primera fue la Capelinha Azul. Luego fueron construidas otras de distintos colores.

En Santa Maria nacen nuevas vocaciones misioneras

Promediaba la tarde cuando en la Santa Misa celebrada por el Padre Pablo, en el Santuario Tabor, la Hna. Roseane entregó una pequeña peregrinita a cada uno, de la misma manera que la Hna. Teresinha entregó la imagen de la Mater a Don Joao, el 10 de setiembre de 1950. Les dijo que era un recuerdo del Santuario de Santa María al Santuario de Tucumán.

En el momento de la partida, a la noche, el corazón se dividía entre esa tierra bendecida y el propio terruño. Y partieron, reencendidos y dispuestos a continuar la misión con más fuerza, algunos. Otros, con el firme propósito de iniciar el camino, participando de las charlas de preparación de misioneros, que se inician el 28 de mayo, a las 16 hs., en el Colegio Santa Rosa de San Miguel de Tucumán.

¡Gracias, Madre, por tantas gracias recibidas!

¡Gracias, Padre Kentenich, por haber sido el gran maestro del humilde iniciador de la Campaña del Rosario, Joao Pozzobon!

Fotos

1 Responses

  1. Alicia Dighero dice:

    ¡Cuánto bien me hizo leer esta crónica! "Una braza se enciende en otra braza" decía el P.Esteban, y al leerla mi corazón se emocionó como el primer día que entré al Santuario Tabor. Cuántas bendiciones derraman esas tierras de DJoao, su casa, la Villa Noble, el Via Crucis, y todos los lugares que visitan los peregrinos.
    ¡Que el E.S.junto con la Mater y DJoao bendigan a este grupo de hermanos en la Alianza tucumanos con muchos frutos para su
    tierra! También a su Asesor, el P.Pablo Mullín
    También ruego para que pronto podamos volver a organizar peregrinaciones a Santa María como en años anteriores.

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