ARGENTINA, Joaquín Colombo. Es inexplicable la felicidad que sentimos todos en nuestros corazones cuando Ariel Passamani, de la JM universitaria (y mi hermano de grupo) hizo pública su decisión a la Familia de Schoenstatt de Resistencia en la misa del 18 de febrero.
Es hermoso ver cómo el amor de Dios, a través de las manos de María transforma los corazones de aquellos que le dan su SÍ, y los utiliza como instrumentos aptos en sus manos para que con su vida den testimonio vivo de su amor fecundo. Cuando Ari selló su Alianza en marzo del año pasado, se entregó totalmente, poniendo en manos de la Mater también su vocación, y creo que lo expresó muy bien en lo que le dijo a la Mater en su oración de Alianza: «todo lo que tengo y lo que soy, eso te lo doy». Es hermoso ver cómo María siempre es fiel a su Alianza con nosotros, y se toma en serio todo lo que le decimos, si lo hacemos desde lo profundo de nuestro corazón.
Rector de las misiones
Desde ese momento Ella lo educó día a día, y lo usó como instrumento para poder llegar a otros chicos: como rector de las misiones universitarias Ita Pater, Ita Mater 2010 nos enseñó a todos a ser dóciles a la Providencia de Dios, a servir a los demás en forma desinteresada, pero por sobre todo y como él lo dijo el último día de las misiones, nos enseñó a ser pequeños y humildes (siempre decía que el saco de rector le quedaba grande). Dos meses más tarde la Mater lo puso al frente de un grupo de jóvenes secundarios después de haber participado en el retiro Testimonios de Vida, y hoy puedo asegurar que hizo un trabajo excelente, haciendo vida el ser un instrumento de María para educar otros corazones.
«Ariel, tienes que ser sacerdote, ¿qué estás esperando?»
Pero todo esto no era nada más que una preparación para lo que Dios tenía preparado para Ariel. La Mater lo llamó para dar un paso más: «Ariel, tienes que ser sacerdote, ¿qué estás esperando?». Pero esto significaba cambiar radicalmente su vida, entregar toda su vida al servicio de los demás, siguiendo a Jesús, que lo invitaba a vivir su vocación, a ser sacerdote. Así fue que el 22 de noviembre de 2010 le dio su Sí a este llamado, a este regalo que Dios le dio desde antes de nacer, cuando lo pensó en su Plan divino. Pero había un problema: faltaba la autorización del obispo y del rector del seminario, el año terminaba y ya habían anunciado quiénes iban a entrar en el año 2011. Una vez más él se entregó a la Divina Providencia, siguiendo el consejo del Padre Kentenich, experimentando el amor del Padre cuando nos ponemos con entera confianza en sus manos: 5 días después se entrevistó con el obispo y 40 minutos después recibía la respuesta del rector del seminario interdiocesano La Encarnación aceptándolo para el 2011.
Alegría familiar
El lunes 28 de febrero pudimos compartir con él y su familia la misa de ingreso al seminario, y fue hermoso ver cómo esta alegría nos afianza como Familia. La Alianza es la que nos hace familia, y la que nos hace hermanos los unos con los otros. Esta familia es la herencia que nos dejó el Padre Kentenich, por eso queríamos compartir esta inmensa alegría con ustedes, para que la lleven y la ofrezcan a nuestra Madre y Reina en sus Santuarios, dando gracias a Ella y a nuestro Padre porque estamos seguros de que este sí de nuestro hermano Ariel traerá muchas bendiciones para la Familia de Schoenstatt Resistencia, y para que juntos sigamos acompañando en la oración y con el aporte a nuestro Capital de Gracias a todas las chicas y chicos que deciden consagrar su vida a Dios.
