Publicado el 2010-11-08 In Vida en alianza

Una nueva cultura de Alianza como respuesta a la crisis

Erzbischof Dr. Robert Zollitsch beim PodiumALEMANIA, Clemens Mann. La crisis de abusos sexuales abatió fuertemente a Alemania. Fue lesionada la credibilidad y la confianza depositada en la Iglesia Católica; siempre suenan con mayor intensidad los llamados por reformas. Pero, ¿cómo deben los cristianos luchar con la crisis eclesial, tal vez la más grave después de la segunda Guerra Mundial? ¿Cuál es actitud a tomar: dirigir la mirada hacia las deficiencias existentes o divisar, por lo tanto, las fuerzas fundamentales positivas existentes dentro de la Iglesia y promocionar un nuevo comienzo?

Podium

El debate realizado en el salón mayor de la Iglesia de la Adoración, en el ámbito de la Semana de Octubre, se decidió por la última. No es la crisis la que debe estar en el centro, sino los ecos de los cuales vive la fe cristiana la Iglesia en Alemania; ecos que pueden ser beneficiosos para un manejo de las exigencias venideras. Este debate tuvo como invitados al Arzobispo Roberto Zollitsch, Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Stefan Vesper, Secretario General del Comité Central de los Católicos (Zdk), la Hermana Aloisia Höing, antigua presidente de la Conferencia Alemana de los Superiores Mayores (DOK), Wilfried Hagemann, sacerdote del Movimiento de los Focolares, y Lucas Schreiber, miembro del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Los invitados representaban respectivamente las diversas agrupaciones existentes en la Iglesia y expusieron de esta forma las fuerzas fundamentales positivas de su ámbito de vida y experiencia. Al término de este debate de cerca de una hora y media de duración, llegaron a un resultado notablemente unánime: la solución reside, no en quejas o lamentaciones, sino en aliarse recíprocamente y procurar establecer conjuntamente un diálogo abierto y sincero. Y ahora hay que recorrer este camino optimista.

Fuertes fuerzas fundamentales en acción en la Iglesia

¿En qué ecos puede entonces la Iglesia depositar su confianza, a partir de la visión de los peritos? El Secretario General del Zdk, Sefan Vesper, acentuó el compromiso de los laicos como irrenunciable para la Iglesia. «Sin nosotros», así lo afirma el ilustre señor de 54 años de edad, «nada funciona en la Iglesia». No obstante, también aquí hay mucho que todavía no ha sido explorado y tiene que ser mejor aprovechado para el bien de la Iglesia. Vesper ve un segundo apoyo en el compromiso político y social de muchos cristianos en la sociedad. «El compromiso político y social», según él,»a partir de la fe», es importante para poder formar activamente la sociedad.

La Hermana Aloisia Höing, Superiora General de las Hermanas de Santa María Magdalena Postel – Hermanas Educadoras de Heiligenstadt – se refirió a la importancia de los cerca de 30 mil religiosos que ejercen un papel fundamental en la asistencia religiosa y social. «Los religiosos son personas que hacen a Dios conocido». La vida religiosa es una cultura que remite a Dios en cada época. La vida a la luz de los votos es, en verdad, un desafío diario para los religiosos, pudiendo ser, al mismo tiempo, testimonio para orientar enteramente la vida hacia Dios. Una vez que los miembros de las comunidades religiosas se encuentran de modo particular próximos a los hombres, podrían ayudar a los fieles a encontrar su propia vocación.

El Padre Hagemann, miembro del Movimiento de los Focolares, ve las comunidades religiosas como lugares en que se puede encontrar a Dios y se vivencia un ser sustentado recíprocamente en la fe. Mediante el «juntamente con sacerdotes y laicos» en las comunidades, los sacerdotes podrían vivenciar un fortalecimiento en la fe. En el Movimiento de los Focolares, el propio Hagemann se experimenta como «un hermano entre los hermanos». El director de un centro de espiritualidad, situado en las inmediaciones de Ottmaring, Augsburg, Alemania, ve las comunidades parroquiales como una gran oportunidad para las comunidades religiosas. Estas deberían todavía incorporarse con mayor intensidad en las respectivas parroquias – para el bien de la Iglesia.

La contribución del Movimiento Apostólico de Schoenstatt para la Iglesia

Schreiber, miembro desde hace 14 años de la Federación de Familias de Schoenstatt, se refirió a la espiritualidad de vinculación del Padre Kentenich. Este no quiso ningún individualismo, sino un vínculo personal de la propia persona con personas, lugares y obras. Todos estos vínculos remiten al vínculo del hombre con Dios; en Schoenstatt, este vínculo se torna especialmente patente en la Alianza de Amor. Sin embargo, para Schreiber, la pedagogía del ideal es una valiosa contribución de Schoenstatt para la Iglesia. «Tenemos», al decir de Schreiber, «una noción de cómo será la Iglesia de aquí a treinta años». Son visiones para una comunidad central. Mediante la elaboración del lema de año, ideales diocesanos y, recientemente otros ideales, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt tiene de modo particular, una gran experiencia en este ámbito.

El Arzobispo Zollitsch ve en la Buena Nueva el eco más importante para la comunidad de la Iglesia. Según él, «la fe en el Dios vivo distingue a los cristianos». Los cristianos creen en una meta que se encuentra fuera del mundo. Todo el tiempo es así cualificado como tiempo de Dios. Por consiguiente, no hay motivos para quejas ni para lamentos, sino para – en el espíritu de una interpretación de los signos de los tiempos – hacer una reflexión sobre lo que Dios intenta hacer con el hombre. Para Zollitsch, creer significa que: «los hombres se ejercitan en reconocer la voluntad de Dios y parten conjuntamente rumbo a su realización». El Arzobispo de Friburgo, miembro de la comunidad de los Padres Diocesanos de Schoenstatt, elogió el gran compromiso de los laicos en la Iglesia. Estos son «un inmenso regalo de Dios para a su Iglesia, don muy poco valorizado por parte de los hombres».

Dirigir la mirada hacia el bien

Al inicio de este debate, Stefan Vesper hizo una crítica sobre la gran orientación de déficit en la Iglesia. También el Arzobispo Zollitsch exhortó a los delegados del Movimiento Apostólico de Schoenstatt a que vean gratamente el bien en la Iglesia. Entre los participantes de este debate reinaba unidad, de suerte que ahora se trata de evidenciar las evaluaciones positivas en la Iglesia en un proceso de diálogo. Como un proceso de esperanza, el debate vio, al mismo tiempo, las iniciativas de diálogo de la Conferencia Episcopal Alemana que Monseñor Zollitsch había proclamado en ocasión de la asamblea general de otoño de los obispos alemanes. La verdad, el diálogo aún se encuentra comenzando, según Zollitsch, lo que puede llevar a un donarse recíproco, así como a una cultura de escuchar a Dios.

Die Aula war gut besetzt

Traducción: Claudio Martínez Felmer, Chile

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