BRASIL, IMNPS/Hna. Lúcia Maria Menzel. El Santuario tendrá diez años, ¿qué le daremos como presente de gratitud a la Madre y Reina? La respuesta a esta pregunta mueve la vida de millares de personas en la diócesis de Guaxupé/MG, durante un año. El 19 de septiembre, ¡llega finalmente el día de la fiesta! El Santuario Tabor Fuente de Vida Nueva, en Poços de Caldas/MG, acoge a seis mil peregrinos con el corazón vibrante para el décimo noveno «Un Día con María» y la fiesta del 10º aniversario del Santuario.
La preparación también es fiesta
Señalémoslo, seis mil están presentes físicamente, pues, más de 8 mil están unidos espiritualmente, al fin es ese el número de los que hacen la novena para la fiesta, agradeciendo las gracias recibidas, entregando sus ofrendas al Capital de Gracias y el pedido: ¡Madre, cuida que no llueva!
Las diócesis vecinas se unen a la fiesta y, como una única gran Familia de Schoenstatt, anuncian el evento e invitan a todos para agradecer tan gran regalo: ¡hace 10 años la Madre y Reina vive con nosotros! Parroquias y establecimientos tienen los carteles de la fiesta. Todos pueden ver que un año de preparación dio resultado: pasacalles y carteles dispersos por la ciudad invitan: ¡vamos a agradecer y a coronar!
Al fin, ya no se sabe más si lo mejor es continuar en ese clima de preparación tan entusiasta o si es llegar al día de la fiesta, en una explosión de gracias y alegrías.
Llega el día de la fiesta…
Si hubiese un minero sin fe, que se despertara y viese el cielo cerrado, el frio llegando y que la lluvia cae y no cae, habría desconfiado que su pedido no sería atendido y ni siquiera saldría de casa. Mas, el minero que es hijo de la Madre y Reina sabe que puede confiar victoriosamente. Por eso, aún con toda la amenaza de lluvia, ¡vamos al Santuario!
Ya a las 7.30h, llegan los primeros peregrinos. La alegría de los voluntarios en el estacionamiento, en la acogida, el lanchonete y otros puntos abre cualquier tiempo. Hasta los propios peregrinos de más lejos, que se levantaron a las dos de la madrugada, están bien dispuestos y el día de fiesta está apenas comenzando.
En el sistema de sonido, las diversas ciudades son anunciadas, por el matrimonio de Beto y Keila, y resuena en todas partes el lema del día: ¡Nuestra gratitud – tu corona! La programación del día exterioriza el contenido del lema y la vibración de la coronación preparada en el transcurso de tantos meses.
En cada misterio, una parte de la historia…
En el rezo del rosario, cada Ave María es una corona que tiene en si el «muchas gracias Madre y Reina de Schoenstatt». La contemplación de cada misterio repasa 2 años de vida nueva del Santuario y agradece por todas las bendiciones recibidas. A continuación, el P. Matheus Bernardes, del Instituto de los Padres de Schoenstatt, que es hijo de Poços de Caldas/MG, presenta el tema: ¡Coronamos con júbilo! Asegura él que coronar a María hace que ella reine en el mundo entero, en la sociedad, la familia y en el propio corazón. La mañana festiva finaliza con la bendición del Santísimo.
Bajo el manto de la Madre y Reina, sólo hay buen tiempo
Hay solamente gratitud y la certeza: ella cuida realmente de todo a la perfección. La plaza del Santuario ya está repleta de peregrinos. Ni siquiera durante el intervalo para almorzar disminuyó la fila para hablar personalmente con la Madre, en el Santuario. Cuánto hay para agradecer y para coronar.
Con la colaboración de las parroquias y voluntarios, hay una diversidad de alimentos y «postres». Quien ya conoce la cocina minera sabe lo que eso significa. La alegría sobrenatural se une a lo natural y con eso la fiesta familiar está completa.
Reunidos para agradecer
Pero, el tiempo corre… ¡Hay que aprovechar cada minuto del día de fiesta de los 10 años de la Madre y Reina entre nosotros! El programa recomienza a las 13.30h. Todos están bien cerca de la Madre, junto al Santuario. Es hora de agradecer reviviendo la historia. Al preguntar quién estaba presente en la inauguración, muchos levantan la mano. Lo mismo ocurre cuando se pregunta quién nunca faltó a un «Día con María». Y también hay muchos que están por primera vez.
Pero, ¿qué es lo que queremos agradecer? Algunas personas dan su testimonio de gracias alcanzadas en el «Día con María» del año pasado. Un matrimonio cuenta la dificultad de concebir un hijo. El año pasado, el esposo dijo: ¡Vamos interrumpir el tratamiento y pedir esta gracia a la Madre y Reina! Hoy, aquí están con el hijo para agradecer el gran don recibido.
¡Es hora de coronar!
La vivencia de coronación se inicia a las 14 horas. Algunas parejas cuentan sobre la construcción del Santuario. Desde el sueño, el inicio de la construcción y su inauguración. Recuerdan la multitud que se hizo presente. El número superó las expectativas y hasta el propio Obispo, Mons. José Geraldo, tuvo que llegar en motocicleta, debido al inmenso número de ómnibus y automóviles que bloqueaban todo el camino. Eso es sólo el comienzo. Después vinieron tantos acontecimientos y vivencias agraciadas, que en ese jubileo de los 10 años la Madre merece un gran regalo. Vamos a coronar a la Madre y Reina. Entonces, entra una enorme caja del regalo que se abre y todos aplauden la inmensa corona.
Mas, ¿por qué coronar? pregunta una joven. Diez personas, con coronas en las manos, dan 10 motivos: porque María es Reina, porque queremos expresar nuestra gratitud, nuestra confianza y nuestra fidelidad etc. El diálogo continúa y la conclusión es que recibimos muchos más presentes y gracias de la Madre de Dios de lo que podemos regalarle. Entonces, llega el turno a las Apóstoles Lucientes. Ellas hacen una coreografía para la Reina y llegan 10 grandes cajas de regalos. Cuando la tapa de cada caja se abre, los regalos son presentados. Son gracias que María nos da: una familia unida, paz, alegría, jóvenes más santos, contención, transformación…
Finalizando, todos agradecen a la Madre y Reina y cada persona recibe una corona (en recorte) que expresa su gratitud bien personal para con ella.
Un Santuario comprometido con la evangelización
Es el gran momento de la santa Misa. Mons. José Lanza, obispo de la Diócesis de Guaxupé, preside. El P. José Maria de Oliveira, Asesor de los Ministros Extraordinarios de la Comunión Eucarística, y el P. Reginaldo da Silva, de la Pastoral Presbiterial, ayudan. La liturgia es configurada solemnemente. La gratitud de las ramas del movimiento está representada por sus banderas que acompañan la procesión de entrada. Señores vestidos de sembradores, acompañan la entrada de la biblia, con el canto: «La Biblia es la palabra de Dios…». Al pasar la Sagrada Escritura, los señores lanzan las semillas al suelo.
En la homilía, Mons. José Lanza enfatiza la responsabilidad por la evangelización y el compromiso con la construcción de una sociedad fundada sobre los valores cristianos. Los frutos cosechados por la evangelización en esos 10 años de historia del Santuario son presentados en el momento del ofertorio.
La Madre y Reina recibe nuevamente la corona
Llega por fin la coronación, al final de la Santa Misa. Mientras el obispo corona a la Madre y Reina, más de 100 familias, que reciben a la Virgen Peregrina, y muchos misioneros también, la coronan en la imagen de sus Santuarios-Hogares e imágenes peregrinas. Ellos se prepararon durante el año. Es una hora de gracias y de mucha gratitud.
Cuando el coral entona: «Te coronamos, Oh Madre…» y la corona adorna nuevamente la frente de la Reina, hay una explosión de fuegos de artificio y la emoción se apodera, cuando cae del cielo una lluvia de pétalos de rosa, lanzadas desde un ultraliviano. Los millares de coronitas de papel se agitan en el aire y la gratitud se transforma en alegría y júbilo. ¡Es día de fiesta! ¡La Reina merece la corona!
Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay
