INGLATERRA, P. Bryan Cunningham/mkf. «En el año 2005 nuestro Obispo Terence Brain, nos dio la bienvenida con estas palabras: El Papa Juan Pablo II escribió en 1987 «Los Santuarios son como indicadores en el camino que orientan a los hijos de Dios en la tierra». Son signos visibles de la presencia invisible de Dios. Alrededor de todo el mundo y a lo largo de las edades, la Santísima Virgen ha hecho que su tarea sea ser parte de la peregrinación terrena de toda la humanidad. Como Madre de la Iglesia, así como durante su vida terrena fue la primera discípula de su Hijo y lo siguió, no sólo porque era su Hijo, sino porque era su Dios… Quiera nuestra Señora unirse a cuantos peregrinan hasta aquí a través de los años…».
Diez años después, cuando la Familia de Schoenstatt de Inglaterra celebra el décimo aniversario de su Santuario – en presencia de un Obispo hijo de Schoenstatt, Monseñor Mark Davies de Shrewsbury – estas palabras establecen el tono de una celebración marcada por la alegría y la gratitud en el marco de la apertura del trienio de preparación para el centésimo aniversario de Schoenstatt, marcado por la idea de la peregrinación.
En el año 2000, el Movimiento de Schoenstatt de Inglaterra y Gales ofreció este Santuario invitando a nuestra Señora de Schoenstatt a hacer su casa en medio de ellos. Siguiendo la antigua tradición del Santuario Nacional de Walsingham, oraron para que este Santuario llegase a ser un nuevo Nazaret para en nuevo milenio. El 3 de octubre, celebraron el décimo aniversario de la bendición del Santuario. Lo hicieron en presencia del Símbolo del Padre que el Padre Andrew Pastore trajo desde Schoenstatt – el Símbolo del Padre que está viajando por el mundo para unir a la Familia de Schoenstatt en una nueva peregrinación hacia la celebración del Centenario de la Alianza de Amor.
La visita del Santo Padre Benedicto XVI a Inglaterra y las gracias del Santuario
Alrededor de las 10:00 AM, está bastante lluvioso… para ser honesto, diluviaba. Corrientes de amor y de vida fluyen, rezamos con el Hacia el Padre: pero precisamente en ese momento, ríos de agua desbordaban el terreno… Cuando el Obispo Mark Davies de Shrewsbury atravesó el límite diocesano, dejó de llover. Alrededor de 400 participantes vivieron la celebración en un hermoso y placentero ambiente.
El Obispo Davies señaló que le gustaría «mirar el décimo aniversario de nuestra Santuario de Schoenstatt a la luz de la memorable visita del Sucesor de Pedro a nuestro país». En su homilía sobre las gracias del Santuario, comenzó relatando su propia experiencia de encontrar su hogar en el Santuario: «En varias ocasiones he podido venir y simplemente pasar un rato – en casa con la Madre de todos los fieles – y pedirle que Ella hiciese nacer nuevamente a Cristo, su Hijo en mi corazón. Todavía recuerdo con gratitud la víspera de mi Ordenación Episcopal, cuando vine a orar y a pedir a la Santísima Virgen que implorase para mi los dones del Espíritu Santo para mi nueva misión como Obispo».
«Cuando la gente se siente «en casa», comienzan a relatar historias y vuelven agradecidos por las experiencias compartidas y la amistad», continuó. «En los últimos 10 años, podríamos llenar varios volúmenes con los relatos de cómo se ha renovado la fe de la gente y cómo se han sentido tocados por este lugar santo».
Tiendas llenas de historias
Estas historias de las que habló el Obispo Davies llenaban las tiendas en torno al Santuario – la oportunidad de caminar por los senderos de la historia para algunos. Los jóvenes mostraron como han visto afectadas y cambiadas sus vidas y quienes participaron del proyecto de mosaico – un jardín de oración con la Liturgia de las Horas del Hacia el Padre- aprovechan la ocasión para explicar su desarrollo. Hubo una muestra al alcance, un programa para niños y, naturalmente, una tienda de café.
Procesión con los símbolos de la jornada
Al comienzo de la Santa Misa, fueron llevados en procesión: un libro de recuerdos, un santuario, una imagen de la Virgen Peregrina, un cirio de aniversario y el Símbolo del Padre.
Los niños trajeron un «Árbol de Gratitud». Al frente del Santuario había un enorme corazón con la MTA en el centro; las familias encendieron velas ahí. «Todos fueron invitados a colocar una cinta azul o amarilla en la red en el interior del Santuario – tal como se había hecho 10 años antes para la bendición. Con gran alegría, los participantes firmaron en el Santuario el Libro del Jubileo. Cada uno es parte de la red del Santuario, y este Santuario es parte de la red de Santuarios: «Nos sentimos unidos con el Santuario Original en Schoenstatt y pensamos en todos los otros santuarios que se construyeron en el 2000 en todo el mundo, especialmente el Santuario de Paderborn, Alemania, y de Madurai en India», había dicho el Padre Bryan Cunningham al inicio.
El «efecto Benedicto»
«Las semanas siguientes a la visita del Santo Padre, la gente ya hablaba del «efecto Benedicto». Oremos en este décimo aniversario para que este «efecto» se sienta aquí, inspire y motive desde aquí», dijo el Obispo Davies al concluir su sermón. Y terminó con una plegaria: «Madre Tres Veces Admirable, acepta hoy nuestra gratitud por los 10 años de tu presencia. Haz que Cristo nazca de nuevo en nosotros. Ruega por nosotros e intercede por nosotros así como nosotros ponemos nuestra esperanza y fe en Ti. Amén».
