ALEMANIA, Hna. M. Annerose. En un día de Alianza, el 18 de septiembre de 2010, la Mater tomó posesión de un nuevo trono muy poco habitual: se instaló en forma de un hermoso relieve de bronce en la cueva «Marienglashöhle», cerca de Friedrichroda, en el land de Turingia.
Marienglashöhle: «Nomen est omen»
«Nomen est omen»: el nombre indica el sentido. De esta manera, afloró en nosotros la siguiente idea: si la gruta se llama «Marienglashöhle», gruta de cristal de María, entonces también tendría que haber allí una imagen de María. Dado que cerca de Friedrichroda tenemos un Santuario de la Mater, podríamos colocar allí una imagen de la MTA. Con el paso del tiempo, esta idea se fue perfilando. La administración comunal, en cuyo ámbito se encuentra la gruta, mostró verdadero interés. En las visitas guiadas por la Marienglashöhle, una antigua mina con una maravillosa gruta de cristal, se suela explicar a los visitantes de donde procede el nombre de «MarienglasHöhle». Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, se construyeron allí esculturas de cristal utilizadas sobre todo como adorno en iglesias y monasterios, en altares, arañas de cristal y cuadros. Se utilizaban los cristales como ornamento de las imágenes, entre ellas las de la Santísima Virgen. Por eso se llamó a las esculturas de cristal de Friedrichroda «Marienglas» o «Cristal de María». Junto a la gruta hay una hospedería llamada «Sta. María», pero hasta el 18 de septiembre de 2010 no había allí ninguna imagen de la Santísima Virgen.
En un día de Alianza
El día de la colocación de la imagen fue elegido evidentemente por la Divina Providencia. La propuesta en concreto fue hecha por el responsable de la administración comunal de Friedrichroda, justo la fecha en que se conmemoraba el día de los minerales. Durante la noche estaba previsto un concierto en la gruta, a cargo de la banda de la mina. Además, en ese fin de semana se esperaba en nuestro Centro de Schoenstatt, Haus Rosengart («Jardín de Rosas»), la visita de un coro religioso de Uder im Eichsfeld. En el programa se fijó una visita a Marienglashöhle para el 18 de septiembre. A la vez, nos preguntamos si el coro aceptaría formar parte del acompañamiento musical de la bendición de la imagen.
En medio de la diáspora de Turingia
El 18 de septiembre se encontraron a la entrada de la gruta unas veinte Hermanas de María, los miembros del coro y algunos de nosotros, algo a lo que no estaban acostumbrados los empleados de la mina, como representantes de «la diáspora» de Turingia, es decir de la pequeña comunidad católica de este land alemán. La entrada para la visita guiada especial, a las 14:30 hs. era libre para todos. Ya estaban allí tres hombres con uniforme de minero y con antorchas. Dos de ellos acompañaron al grupo hasta la gruta de cristal, que – como en todas las visitas guiadas – se iba iluminando lentamente mientras se escuchaba una música especial. El tercer «minero», el director de la Marienglashöhle, se colocó, con su antorcha, directamente junto a la imagen de la Mater, que aún estaba cubierta. ¡Con qué gusto lo hacía! Nos contó en repetidas ocasiones que había sido bautizado en 1955, en el Santuario de Schoenstatt de Friedrichroda.
Marienglas – Cristal de María
En representación del Ayuntamiento, nos saludó el vicealcalde. Para gran sorpresa nuestra, comenzó su breve alocución con la conocida oración del Padre Kentenich: «Dios te salve, María, por tu pureza conserva puros mi cuerpo y mi alma. Ábreme ampliamente tu corazón y el de tu Hijo». Se mostró muy agradecido por el regalo de la imagen. Dijo textualmente, entre otras cosas:
«Con gran alegría y profunda gratitud la ciudad de Friedrichroda recibe una imagen de ‘María con el Niño’, regalada por las Hermanas de María de Schoenstatt.
Un regalo tan valioso debe recibir un lugar digno en la vida cultural de nuestra ciudad, además de ser signo visible y consolidación de nuestra colaboración con la Iglesia. ¿Hay algo más cercano a esta donación, que lleva nombre de la Sma. Virgen María, sino el Cristal de María con el que se la decoró, presentándole a Ella este maravilloso mineral en su lugar de origen?
Qué muchas generaciones de visitantes a la gruta puedan alegrarse, recogerse y meditar en este lugar».
La imagen de Santa Bárbara cambió de lugar
La Hna. M. Judith dio una breve explicación sobre la imagen de la MTA. El coro cantó, situado en un alto de la gruta de cristal. La acústica era muy buena. Una vez que el coro terminó de cantar «El cielo alaba la gloria eterna», se descubrió el relieve de la MTA y el párroco de Friedrichroda, P. Gottschall, lo bendijo. Toda la concurrencia rezó el Padrenuestro y el Avemaría. El coro cantó «Sancta María» y luego todo el pueblo el «Bendícenos, María», un conocido canto popular mariano. El clima era alegre y festivo. Finalmente se tomaron aún algunas fotos con la MTA. Entre tanto ya había transcurrido media hora y era el momento de dejar libre la gruta para la próxima visita guiada.
La Mater está en un lugar maravilloso. Cuando se entra en la gruta de cristal, la mirada recae sobre ella, la Mater tres veces admirable. La imagen de Sta. Bárbara, que hasta ese momento estaba allí, dejó de buena gana su lugar a la Mater. La patrona de los mineros fue colocada en la galería del ingreso a la mina.
Que nuestra querida MTA bendiga pródigamente a los visitantes de la gruta y conduzca a muchos de ellos hasta el Santuario.
Traducción: aat, Argentina/ Luis Fontes, Madrid, España
