Publicado el 2010-06-27 In Vida en alianza

Coronación de la Reina de la Confianza Victoriosa

En la procesión de entrada está la foto de las 12 Hermanas de María, pioneras de Schoenstatt en BrasilBRASIL, Hna. M. Nilza, Hna. M. Patricia y Pe. Celso. Todavía no es hora de misa, pero ya más de 2.500 personas están en torno al Santuario de Jacarezinho / PR. Se aproxima el momento tan esperado mucho tiempo: ¡la coronación de la Reina de la Confianza Victoriosa!

 

 

 


pueblo

La Santa Misa es presidida por el Obispo Diocesano de Jacarezinho, Mons. Fernando José Penteado, asistido por Mons. Mario Antonio da Silva (recientemente nombrado obispo auxiliar de Manaus), el P. Ottomar Schneider (Londrina), Frei Nei (Ourinhos), los Padres de Jacarezinho: Rev. Antonio Carlos Pinheiro, Celso Miquel P. Rubens Lopes Coelho, Padre Rogelio Ali Destefani, Padre Ivan Neia (Jundiaí Sur) P. Maycon José da Silva (Senges), Rev. Marcelo Souza (Andira), el P. Rosinei Tonietto (Asesor Diocesano del Movimiento de Schoenstatt) y el Diacono Anderson Marchiori (Ibaiti).

Piedra del Santuario Original, llevada hace 75 años a BrasilEl Ministerio de Música de Guapirama / PR, integrado por varios jóvenes bajo la dirección del Sr. Adão, acompaña a la solemnidad de este momento de oración y acción de gracias.

En la procesión de entrada está la foto de las 12 Hermanas de María, pioneras de Schoenstatt en Brasil, las banderas del Vaticano, Brasil, Paraná, Jacarezinho, del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.

El P. Roseni acoge a Don Fernando, en nombre de toda la familia de Schoenstatt reunida. La liturgia especial para el día, de Nuestra Señora Reina del Universo, ayuda a profundizar aún más la atmósfera de la coronación. Nos parece que el cielo desciende hasta nosotros para ofrecer juntos la corona y el cetro a la Reina de la Confianza Victoriosa.

¿Por qué coronar?

coronación En su reflexión el obispo Fernando José Penteado subraya la importancia de la coronación de la Madre de Dios como forma de gratitud y compromiso de amor. Destaca los beneficios de la consagración personal y anima a recibir la visita de la Madre Peregrina, así como ser misioneros: «Es como si María estuviese diciendo, mira, tú que me conoces y que también conoces a mi hijo, presta atención, también podrías ayudar a tu vecino, aquel enfermo de tu calle, aquella familia de la otra cuadra para que también conozcan a Jesús».

Él nos deja participar en algunos eventos clave en su vida, en los que el amor a María le dio fuerzas y concluye con las palabras del Padre José Kentenich, en el envío de las Hermanas Misioneras: Mater habebit curam! (La Madre de Dios cuidará).

a Rainha é conduzida novamente para o seu trono, no Santuário. En el ofertorio, la corona hecha por las Ramas, por la mañana, se lleva al altar, simbolizando todos los sacrificios ofrecidos al Capital de Gracias, son ahora consagrados en Cristo. En la comunión, el mismo Jesús está con cada uno de los presentes y así Él también renueva la coronación de su madre como Reina de la Confianza Victoriosa.

Recibe la corona y el cetro

Al final de la misa se celebra la ceremonia de coronación. La corona y el cetro entran solemnemente al son del Ave María de Gonoud ejecutado en trompeta. Se las entregan a Mons. Fernando.

Todo es concentración en ese momento, hasta el mismo viento para. El sol brilla más fuerte y los corazones palpitan más de prisa.

Mons. Fernando invita a todos a rezar juntos la oración de la coronación. Luego llama a extender la mano y hacer la entrega de la corona de una manera personal y también su petición a la Reina.

Sólo entonces, Mons. Fernando, con mucha calma e interioridad solemnemente corona a la Madre y Reina, como Reina de la Confianza Victoriosa y le entrega el cetro. El momento es acompañado por una profunda emoción y espiritualidad por los miles de devotos presentes. Muchos aplausos y lágrimas. El Obispo pide por ahora renovar la consagración a Nuestra Señora.

Reina María, ¡desde su trono en el Santuario!

Santuario de Jacarezinho Luego, a manos de los sacerdotes, la Reina es conducida de nuevo a su trono, en el Santuario. Mons. Fernando la pone en el trono del altar. No hay manera de explicar este momento. ¡Se trata de una silenciosa oración! Los que pueden cantar llenan el espacio, mientras que otros simplemente contemplan. Un sacerdote relata: «Cuando la corona bajaba en la frente de María, traté de imaginar todas las ofrendas que ya había depositado allí: las cosas buenas, las muy difíciles, los problemas de la salud de los seres queridos amigos y mi familia, le ofrecí mi apostolado, el sacerdocio, (…) mis estudios pensé, ¡ahora sí! ¡Reina María! reina por siempre y haz brillar por todos los siglos de esta corona victoriosa de confianza… Todo lo que yo haga, por María, hasta el final de mi vida es nada comparado a lo ha hecho por mí».

¡El obispo y los sacerdotes permanecen en oración silenciosa ante la Reina de la Confianza Victoriosa! Después de un tiempo, retornan al altar en la carpa para la bendición final. Los peregrinos hacen cola para estar algunos instantes ante la Reina. Sólo ella sabe lo que dicen, las manifestaciones de devoción filial, que cada uno le dedica en este tiempo de acción de gracias.

La Hna. Patricia agradeció a todos aquellos que contribuyeron a este día tan especial y Mons. Fernando y los sacerdotes dan la bendición final. ¡La Reina está coronada!

Una hora de gracias que continúa

Una coordinadora de la Campaña del Rosario, dijo: «La coronación fue momentos de gracia, un día santo y una bendición para todos los que participaron. Hoy, el día 14, estoy en un estado de gracia, sintiendo todo lo que Lo que sucedió ayer en el santuario. Fue maravilloso, mucha paz y alegría en los equipos de trabajo, la celebración de la Santa Misa, la alegría de nuestro Obispo Mons. Fernando y todo el clero. Felicidades, Que Dios bendiga a todos los que contribuyeron a que este día fuera tan especial en nuestras vidas. Y juntos, todos podemos decir que somos parte de esa historia. Gracias.» Una señora de la Liga de Madres añade:» ¡Fue una fiesta muy bonita para nuestra madre! Nos sentimos honrados de estar viviendo en esta generación, después de tantos años de que las primera hermanas vinieran. Somos nosotros, las que estamos coronando a la Madre y Reina en el Santuario Fundamento de Schoenstatt en el Brasil».

De esta manera, cada uno de los que participaron quiere contar un poco, quieren compartir la alegría experimentada.

Fuente: maeperegrina.com.br

Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

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