ARGENTINA, Hna. M. Virginia Perera. El sábado 15 de mayo la Comisión de Bioética Padre José Kentenich realizó en Nuevo Schoenstatt (Florencio Varela) la XII Jornada de Bioética. La reflexión se centró sobre la técnica como fenómeno cultural que, como bien indica S. S. Benedicto XVI, hoy se dirige unilateralmente al «cómo» hacer las cosas, sin evaluar el «por qué» ni el «para que».
Asistió casi un centenar de personas, mayormente profesionales de la salud y la educación. Mons. Luis Stöckler, obispo de la diócesis de Quilmes, participó de algunas de las conferencias de la mañana, que le interesaron especialmente por su actualidad, sobre todo la que se refirió a la investigación de los genes humanos.
La jornada comenzó con una reflexión de la Hna. M. Elisa Monachesi, superiora provincial del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt, acerca del pensamiento del Padre José Kentenich sobre la importancia de educar para aplicar correctamente el progreso técnico.
Responsabilidad
A continuación la Hna. Dra. Elena Lugo explicó cómo la técnica actualmente no es tan neutral ante los valores como se pretende, sino que promueve una visión de la realidad fragmentada y manipulable, que proviene de un pensar encaminado al control, favoreciendo a su vez el tener, el poder y el placer.
Seguidamente varios académicos expusieron el impacto de la técnica en diferentes ámbitos de la vida. La Dra. Damasia Becú, investigadora, se refirió a la exploración de la herencia genética del ser humano, que puede ser una verdadera «caja de Pandora» que genera incertidumbre y que, por consiguiente, exige gran responsabilidad en el respeto de la integridad genética del ser humano.
Una educadora, la Dra. Richaud de Minzi demostró científicamente cómo el entorno tecnológico puede impactar en el desarrollo cerebral, tanto de los niños, como en toda la vida de un ser humano.
El Dr. Vicente Gutiérrez, que ha sido presidente de la Academia Nacional de Medicina, demostró hasta qué grado influye la tecnología en el proceso de morir. Concluyó su exposición señalando la espiritualidad de Alianza como la verdadera actitud ante la muerte, y lo ejemplificó destacando la actitud de conformidad y aceptación de la{cms_selflink page=»emilie-engel» text=» Hna. M. Emilie Engel «}ante su propia muerte.
La bioética como brújula
El Dr. Hugo Obiglio, médico miembro de la Pontificia Academia para la vida, explicó cómo la manipulación del lenguaje es una técnica propicia para enmascarar la verdad y promover ideologías como la de género y otras ofensas a la cultura de la vida.
El Dr. Oscar Beltrán, filósofo, expuso con maestría la trayectoria histórica de la humanidad al generar la técnica y aplicarla para asistir, mejorar y corregir la naturaleza, pero desafortunadamente también para violentarla y abusar de ella, poniendo en peligro la armonía entre el ser humano y su propia naturaleza.
Finalmente la Hna. Dra. Elena Lugo presentó a la bioética como una brújula que orienta la técnica, para responder a las preguntas de por qué la técnica debe tener como fundamento la dignidad, la integridad y la trascendencia de ser persona. Desde esta perspectiva la bioética contribuye a restaurar el valor intrínseco de la naturaleza: su inteligibilidad para la razón humana – la puede comprender a fondo – captando así la verdad en el sentido pleno y total, lo cual incluye un indicador de su auténtico bien.
A favor de una cultura de la vida
Durante el día, además de celebrarse la Santa Misa en honor de la Virgen, fuente de vida, los participantes tuvieron la oportunidad de tener una visita guiada al Santuario y a la Iglesia de Dios Padre.
La Jornada sirvió además para establecer estratégicos contactos que prometen apoyar el desarrollo del la Comisión de Bioética Padre José Kentenich a favor de la cultura de la vida.
Finalmente se agradeció a todos los que apoyaron la realización de este encuentro, tanto a las Hermanas de María como dueñas de casa, como al equipo que la puso en marcha.
