Publicado el 2010-05-05 In Vida en alianza

Apertura del mes de María en Burundi

Apertura del mes de mayo en BurundiBURUNDI, Federico Gaffrey. Los domingos son los días en los cuáles la gente se reúne en la casa de Dios, para escuchar el evangelio y sentir la gracia divina del perdón y consecuentemente de la comunión. Por ello se lo llama y conoce comúnmente como el día de fiesta. Pero, a pesar de mis 24 años de edad, recién ayer pude comprender ese significado tan fuerte.

 

 


Es importante aclarar que no estoy ni en mi ciudad ni en mi país. Me encuentro en Bujumbura, capital de la pequeña República de Burundi, ubicada en el corazón de África central (y casualmente la forma geográfica también es asimilable a la de un corazón), región conocida como la de los grandes lagos. Específicamente habito en Mont Sion Gikungu, lugar muy bello, en el valle de una de las tantas colinas que bordean la ciudad.

No tenía idea de la magnitud de capacidad, ni de la cantidad de gente que concurría

Apertura del mes de mayo en BurundiEl domingo 25 de abril de 2010 comenzó el mes de María y la misa fue realmente una fiesta. Toda la semana previa estuvo cargada de arduos preparativos e intensos trabajos, justamente para dicha fecha especial. No se dejó ningún detalle librado al azar, todo había sido claramente planificado, desde el más mínimo detalle de decoración.

Como mi llegada fue reciente, todavía no había presenciado una misa en Mont Sion. Es más, no tenía idea de la magnitud de capacidad, ni de la cantidad de gente que concurría, ni tampoco de lo fiel y creyentes que son. Aunque aquí todos me contaron que acudían miles de personas, me era inimaginable.

El domingo, cuando desperté y me levanté, miré por la ventana (que dicho sea de paso, tengo en frente al Santuario y la Parroquia) y vi el hermoso día que nos regaló el Señor. Sin duda que se había hecho su voluntad.

Fue tal el impulso de alegría que terminé bailando como uno más

Cuando llegué a la misa no me alcanzaban los ojos para ver semejante cantidad de gente. Por suerte, conseguí un lugar privilegiado, estaba sentado a la izquierda del altar. Desde allí tenía una excelente vista y pude observar que todos los lugares y cada uno de los espacios que bordean a la parroquia estaban ocupados. Con lo cual, no eran exagerados los comentarios que me habían llegado (y no es que no haya dudado de su veracidad, sino que no podía visualizarlo).

Colmado de familias, miles de personas, dos coros más que numerosos y un grupo que representó las danzas típicas, fue el escenario que aguardó la respetuosa presencia del obispo.

Los cantos fueron muy alegres, y la gente los seguía cantando con fervor y con una gran sonrisa que iluminaba sus rostros. Asimismo, las danzas fueron frente al altar, ofreciéndoselas a María.

El idioma fue en Kirundi y no comprendía su significado, sin embargo me dejé llevar por mis otros sentidos. Es decir, que el ambiente festivo y emotivo me contagió. Fue tal el impulso de alegría que terminé bailando como uno más.

El Santuario rodeado de gente

Finalizada la misa se hizo una peregrinación hasta el Santuario de Mont Sion, el Santuario de la paz y reconciliación. Para poder apreciar mejor la ocasión me subí al campanario, que está a unos metros de allí. Desde arriba tenía una vista envidiable, por lo que aproveche para tomar fotografías del Santuario rodeado de gente.

El pueblo de Burundi se reunió y encontró en un mismo lugar para recibir a María en su Santuario y rezar por las elecciones presidenciales. De éstas depende que perdure y se afiance la paz. Así es que no es un dato menor que hayan asistido muchos políticos, ministros y dos de los últimos ex presidentes. Curiosamente estuve sentado al lado de uno de ellos durante la misa. En motivo de la situación fue muy importante haber construido un capitalario, para rezar por las elecciones y la paz en Burundi. Es entonces que todos juntos, desde cada Santuario en cada país tenemos que aportar con nuestras oraciones.

Ha sido un gusto y honor, en este año sacerdotal haber podido comenzar el mes de María aquí en Burundi. Concluyendo, fue muy lindo sentir cómo la gente me acogió en una tierra tan lejana a la mía.

Por todo ello, repito que fue verdaderamente un domingo de fiesta.

Federico Gaffrey pertenece a la Juventud Masculina de Schoenstatt de Mar del Plata, Argentina.

Apertura del mes de mayo en Burundi

5 Responses

  1. Gonza Lascar(hno menor) dice:

    ¡Qué grande mi hermano ehh! Se te extraña Fede. Seguí escribiendo y describiendo tanto como en este artículo que, la verdad, pone la piel de gallina. ¡Y seguí dejando tan bien parada a la JM de Mardel! Saludos y mucha fuerza..

  2. P. Luis Ramírez dice:

    Excelente tu crónica, Federico. Nos ayuda a agradecer y seguir rezando por nuestra Familia de Schoenstatt en Burundi.

  3. P. Mauricio Cox dice:

    Muchas gracias Federico por tu artículo que tantos recuerdos me despierta de mi querido Burundi y en particular de Mont Sion Gikungu. Muchos saludos para la comunidad y los jóvenes de allá. me uno especialmente a la campaña del rezo del Rosario para pedir por las próximas elecciones.
    Nagasaga, Imana nibahezagire
    Patiri Mauricio

  4. Estela Frutos - Paraguay dice:

    Realmente impresiona ver tanta cantidad de gente que comparte nuestra misma sed de Dios!
    Saludo cordial y muchas bendiciones para Burundi.

  5. P. Sidney dice:

    Mucvhas gracias,Federico!

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