Tal vez por esto la Virgen Peregrina llegó a Haití hace ocho años…

mkf. Con el número de muertes elevándose a 200,000 por el devastador sismo en Haití y con la gente de todo el mundo unida en oración, donaciones y esfuerzos de ayuda, una foto empezó a esparcirse esta mañana a través de las redes sociales, blogs y sitios web, mostrando a unos haitianos, cansados y polvorientos, con dos artículos rescatados de los escombros: un tabernáculo y una estatua de la Virgen María, ambos intactos. Jesús y María con su pueblo, en los peores momentos. En todo el mundo, la Familia de Schoenstatt se une en oración y donaciones para la Familia de Schoenstatt de Haití y para todos los que sufren.

Una vela encendida en el Santuario Original, una Santa Misa celebrada ahí el sábado por la mañana, cadenas de oración, donaciones – El corazón de Schoenstatt va hacia Haití.

La Hna. M. Joanne Buckley, Superiora Provincial de las Hermanas de María en los Estados Unidos, Puerto Rico y la República Dominicana – desde donde las hermanas y los sacerdotes trabajan con la Familia de Schoenstatt del vecino Haití – comparte más detalles sobre Schoenstatt en Haití y el Arzobispo Joseph Serge Miot, quien murió en el terremoto.

El Arzobispo Serge Miot – un instrumento en las manos de la MTA

«Queremos unirnos en oración por nuestra Familia de Schoenstatt de Haití y por todas las víctimas y sus familias, especialmente por el descanso del alma del Arzobispo de Port-au-Prince. El Arzobispo Joseph Serge Miot fue encontrado muerto bajo los escombros de su oficina después de que el sismo sacudió Haití…

Este Arzobispo estuvo muy abierto a Schoenstatt. En 1980 estuvo en Alemania y visitó el Santuario Original. Aunque conocía muy poco acerca del movimiento, percibió que Schoenstatt era lo que su arquidiócesis necesitaba, así que rezó en el Santuario Original, implorando que este movimiento con la MTA llegase a Haití. Él sentía que esta espiritualidad podría responder a las necesidades de las familias haitianas. Años después su oración fue respondida a través de una Virgen Peregrina que recibió en el año 2000 de un grupo de mujeres haitianas que habían visitado nuestro santuario de La Victoria, en la República Dominicana. Desde entonces el Arzobispo Miot constantemente apoyó el trabajo de nuestras hermanas en su arquidiócesis. El 30 de octubre de 2002 visitó el santuario de La Victoria y celebró ahí la Santa Misa.

En su sermón compartió cómo llegó a conocer Schoenstatt y cuán importante era para él y su arquidiócesis. Entre otras cosas, declaró: «Tenemos que seguir rezando porque este movimiento responde precisamente a las necesidades de las familias actuales. Creo, también, que esta espiritualidad sería muy buena para la clerecía diocesana. La clerecía diocesana no es como los religiosos que tienen su propia espiritualidad. Ya que la MTA es la madre de los sacerdotes, ella los ayudará a hacer un buen trabajo en la salvación de las almas».

Al menos 14 santuarios-hogar en Puerto Príncipe

El Arzobispo Miot invitó entonces a los sacerdotes diocesanos a introducir a Schoenstatt a sus sacerdotes y seminaristas. Tomó parte activamente en la vida de la pequeña familia de Schoenstatt en Port-au-Prince. Fue él quien envió a las primeras Vírgenes Peregrinas y bendijo también las imágenes para los santuarios-hogar. Hay al menos 14 santuarios-hogar en Port-au-Prince, y todos esos hogares fueron probablemente dañados si no es que totalmente destruidos por el sismo. Confiamos especialmente a la MTA y a nuestro padre las grandes necesidades de este país tan pobre, para que ellos obren milagros de ayuda y alivio.

Si tan sólo una persona puede hallar esperanza y luchar por la vida poniendo sus manos en las manos de Jesús…

Sarah-Leah Pimentel tradujo el primer artículo sobre Haití publicado el día posterior al sismo. Ella escribe:

«Esta semana estaba tan ocupada en el trabajo que apenas escuché que había habido un sismo – No vi ni una imagen. Entonces escuché en la radio que estaban enviando ayuda, pero eso fue todo. Esta noche, mientras traducía, fui al sitio de Internet de la BBC y vi la magnitud del desastre debida a la mala construcción y vi también a la gente que estaban condenada a morir si no recibía ayuda inmediatamente. La Catedral, que fue testigo del hermoso envío y de la Misa de Coronación, está reducida a escombros. La oficina del Arzobispo se colapsó sobre él, matándolo. El palacio presidencial está destruido. Los ministerios del gobierno están en ruinas y los ministros todavía yacen afuera dentro de bolsas para cadáveres. Si esta es la forma en la que mueren los ‘poderosos’ en una sociedad, entonces sólo podemos imaginar al pobre hombre que no tenía nada para empezar. Vaya, hicieron el comentario de que la gente que vivía en los asentamientos irregulares tuvo más suerte, porque no había menos concreto que le cayera encima. El presidente estaba hablando, y se le veía tan perdido, como que no tenía idea de qué hacer después… su propia casa y posesiones se habían esfumado. Vestía incluso una camisa de hombre pobre.

Creo que estas imágenes muestran la desesperación de todos en Haití. Es difícil encontrar esperanza, pero enterradas en medio de ese caos hay varias Vírgenes Peregrinas. Quizás ellas fueron a Haití para esto. Tal vez nuestra MTA quería entrar a los hogares por 8 años, de manera que ahora pueda ser la madre de un niño perdido, un pequeño alivio para los padres que perdieron a sus hijos, un rayo de luz para aquellos que todavía están bajo los escombros luchando por una razón para permanecer vivos o una voz de aliento para los trabajadores y rescatistas que están volando desde todos los rincones del planeta para buscar una forma de ayudar.

Nuestra Madre Bendita siempre nos muestra a su hijo, incluso en las peores situaciones, así que si tan sólo una persona puede hallar esperanza y luchar por la vida poniendo sus manos en las manos de Jesús, entonces la Virgen Peregrina puede permanecer enterrada bajo el concreto para siempre como un símbolo de fe, esperanza y vida, no de desolación y muerte…».

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México