ESTADOS UNIDOS, Christi Jentz/mkf. El 15 de octubre, a pocos días del aniversario de la fundación de Schoenstatt, el Santo Padre nombró a Mons. Fernando Isern obispo de Pueblo, en Colorado, Estados Unidos. La diócesis tiene una superficie de 124.754 km² y una población de 626.000 habitantes, de los que se declaran católicos 121.000. Cuenta con 90 sacerdotes, 94 religiosos, y 33 diáconos permanentes. El obispo electo nació en La Habana, Cuba, en 1958, fue ordenado sacerdote en 1993 y hasta ahora era párroco de Nuestra Señora de Lourdes, en Miami (EE.UU.). El 20 de enero de 2007 selló su Alianza de Amor con la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt, en Miami, en el lugar donde se construirá el futuro Santuario de Schoenstatt.
Mons. Fernando sucede a Mons. Arthur N. Tafoya, cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada por haber llegado al límite de edad. El nuevo obispo está vinculado al Movimiento de Schoenstatt en Miami, Florida.
El regalo más grande del 20 de enero de 2007 – así lo dice un artículo en schoenstatt.de escrito por Sara Ycaza – fue sin embargo la Alianza de Amor sellada por el Padre Fernando Isern, párroco de la parroquia más grande de Miami, Nuestra Señora de Lourdes, en la Misa del mediodía. «Realmente fue muy emocionante porque hizo su consagración frente a todos los asistentes, unas noventa personas. El Padre Christian le preguntó si quería hacerla en la Capilla o allí, y a coro nosotros dijimos: «CON NOSOTROS». Eso fue muy emocionante porque todos participamos de este encuentro de un sacerdote diocesano con nuestra Madre. Él es un sacerdote muy mariano, y en los países a los que ha viajado desde que tiene contacto con nosotros ha visitado los Santuarios de Puerto Rico (los dos), de la Argentina y de Brasil, y dice que Dios mediante nos acompañará a Milwaukee y también visitará Alemania».
«Caritas Christi urget nos»
En un primer comentario, Mons. Fernando dijo: «El amor de Cristo nos urge en una diversidad de maneras y de ministerios en la Iglesia, como la pastoral penitenciaria, y por eso he adoptado como lema episcopal «Caritas Christi urget nos» (2 Cor. 5, 14)».
Es la frase paulina que está grabada en la medalla de la Alianza de Schoenstatt…
Mons. Fernando continúa: «Como obispo de la Diócesis de Pueblo, el amor paternal me une a su laicado, a sus sacerdotes y religiosos. La diócesis abarca el sur del estado de Colorado, un área de gran belleza natural y gran diversidad. Sus gentes tienen razón al sentirse orgullosas de su historia y de sus aportes culturales. El amor de Cristo es lo que ahora nos urge a acoger a cada uno como propio, y a confiarnos a la generosidad y hospitalidad de su pueblo, mientras recitamos la hermosa oración de Santa Teresa de Ávila, cuya fiesta celebramos en el día de hoy: Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta».
¡Felicitaciones, Mons. Fernando, desde sus Santuarios, la Familia de Schoenstatt lo acompaña con sus oraciones y aportes al capital de gracias!
