Publicado el 2010-07-06 In Santuario Original

La alegría de España cautivó Schoenstatt

Grupo de peregrinos españolesJorgelina Jordá. «Sensación de paz, recogimiento, cercanía con el Padre y a través de él con la Mater» nos decía Mercedes Valeros al describir la peregrinación que llevó a cabo la Familia de Schoenstatt de España. Fue motivada por la Rama de Madres y recorrieron lugares importantes e históricos para Schoenstatt.

 

 

 

Peregrinando...

Fueron alojadas en la casa Marienland y estuvieron visitando lugares como Schulungsheim, casa de las misiones, Iglesia de la Adoración, la Tumba del Padre Kentenich, Santuario de las Familias, también estuvieron en la ciudad histórica de Limburgo donde se halla la casa de los Pallotinos donde el Padre José Kentenich hace 100 años fue ordenado sacerdote. Asi como también visitaron Metternich donde se encuentra la tumba de la Hna. Emilie y la Hna. Mariengard, esto entre otros tantos lugares en Schoenstatt.

En el Santuario en LimburgoLa Hna. María Julia se encargó de esta peregrinación junto con Adela Nogueira, quien manifestó que esta visita a Schoenstatt la llevo a profundizar mucho en las raíces propias del Movimiento. Las madres españolas cautivaron con su gracia y alegría. Entre ellas una amorosa niña de 6 años, llamada María, que también supo ganarse el cariño de todos y a pesar de su corta edad vivió paso a paso la peregrinación junto con su madre.

Ellas han comentado que aprovecharon su estadía en Schoenstatt para una renovación interior aprovechando la belleza natural y espiritual de este lugar de gracias. «Lo que más me gustó de Schoenstatt es su inmensidad natural y espiritual» comentó Alicia.

Visita a la capilla donde se ordenó el Padre KentenichMomentos culminantes

Muchas coincidieron en que el momento más culminante de la peregrinación ha sido su visita al Santuario Original y la Tumba del Padre Kentenich, como es el caso de Aileen Lütjens – madre del P. Lorenzo Lütjens –  que nos comentó que el momento más culminante fue la hora delante de la tumba del Padre Kentenich. «Vine otras veces, pero la Tumba del Padre siempre me ha conmovido» aportó María del Carmen Cabellos. También Isabel Caston coincidió con esto y agregó: «El momento más culminante fue en la casa de Padre Kentenich, me ha llegado mucho todos los años de sufrimiento que ha pasado y su fe ciega en la divina providencia».

Por otra parte experimentaron otro momento importante de la peregrinación en Metternich donde visitaron la Tumba de la Hermana Emilie y profundizaron la misión y el símbolo del Jardín de María. Esta fase de la peregrinación fue uno de los más profundos para Beatriz Reder Gadow y Elena San Juan.

En la tumba de la Hna. Emilie Engel en MetternichCada uno tuvo experiencias personales muy variadas, Elena Maniegas nos comentaba: «El momento más culminante fue renovar mi alianza y encontrarme otra vez en el Santuario Original donde la sellé hace 9 años, esta visita la viví con más verdad y más confianza».

Un tiempo invertido

«Me llevó a casa: vivir en la cercanía del Padre»: comentó Ángel Rodríguez, único varón de la peregrinación que acompañaba a su esposa. «Vine otras veces pero esta vez fue mucho mejor a través de las explicaciones y la guía de la Hermana María Julia, un gran ejemplo de vocación consagrada,» comentó María Teresa Bernabeu.

Todos pudieron vivir estos cinco días con mucha intensidad y a pesar que les costó tener que dejar a sus hijos, esposos y demás obligaciones por casi una semana, sabían que fue un tiempo invertido para que el alma pudiera respirar y retomar fuerzas y retornar a sus familias con el corazón lleno de bendiciones de María y de un Padre Kentenich que guía sus vidas.

Todo el grupo frente del Santuario Original

Video: Peregrinación a Limburgo

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Video: Peregrinación a Metternich

 

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