Publicado el 2010-04-21 In Santuario Original

En torno al Santuario original

Fast fertig: die Straße nach Berg Schönstattmkf. Pronto se terminarán las ya casi queridas aventuras de pasar por la selva amazónica de Schoenstatt entre Höhr y el Monte Schoenstatt, acabará el rally por caminos una vez enlodados y otra vez polvorientos, con baches garantizados. Después de haber sido liberada provisionalmente al tránsito en los días de Pascua, los trabajos en la calle que va al Monte Schoenstatt están en su última etapa. Hasta el 8 de mayo, cuando la calle sea reabierta oficialmente y se descubra el letrero «Calle Padre José Kentenich», debe estar terminado el primer tramo en construcción. Sin embargo, en esta semana no solo la calle aportó movimiento en torno al Santuario original.

«Una ola de salidas afecta a la Iglesia católica. ¿Qué es lo que mueve a esta gente y que puede hacer ahora la Iglesia?» En torno a estas cuestiones giró un programa del canal de TV del Rin Medio emitido el pasado 14 de abril. Teniendo como fondo el Santuario de la Casa Marienau (de la Federación de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt), rodeado por plantas en flor, el P. Ángel Strada respondió a las preguntas que le hacía el equipo de la TV.

Es humanamente comprensible, dijo el Padre Strada, que las serias decepciones en la Iglesia, ante los representantes de la Iglesia, como lo son actualmente los casos de abuso sexual, hagan que la gente se desilusione de la Iglesia y que le dé la espalda. Con frecuencia esperamos, sin pensar, en una Iglesia sin mancha ni pecado, y lo es en Jesucristo hasta hoy, pero en la Iglesia están también los seres humanos, que pueden pecar, y pecar gravemente. Y de la gente que ahora se aparta de la Iglesia, me gustaría decir: sigan buscando a Dios… Y miren a la Iglesia, donde se vive una fe auténtica y una entrega radical a los hombres, especialmente a los más pobres. Fue emitido el 14 y 15 de abril, y estará disponible en Internet durante un mes (en alemán).

Desde Porto Alegre a Schoenstatt, para estar un par de horas

El matrimonio  Quinteiro de Porto Alegre, Brasil Poco antes de la llegada del equipo de la TV, un matrimonio evidentemente algo perdido, llegó hasta la puerta de la Oficina de Prensa y preguntó, en inglés, por el Santuario… Resultaron ser de Porto Alegre, Brasil, y buscaban en la región cercana de Hunsrück rastros de sus antepasados alemanes. Pero… y entonces corrieron las lágrimas… querían estar también en Schoenstatt. ¡Sin falta! Paulo y Elise Quinteiro llegaron para agradecerle a la Virgen Peregrina de Schoenstatt. Querían darle las gracias por el exitoso transplante de corazón del hijo de unos amigos, luego de rezar una novena a la Mater para confiarle su vida.

No querían hacer nada más en Schoenstatt que ir al Santuario original, agradecer y rezar, y prometer contar, sobre todo, ese milagro de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt.

Desde el comienzo de la semana está reunida, en su primera sesión después de la elección en el capitulo general en 2009, la dirección general de la Federación de Familias. Se encuentran en la granja José Kentenich, en Hillscheid. Parte de su programa fue un encuentro con la dirección de la Federación de Familias en Alemania; otro con el Padre José María García, por el tema del año 2014; además, con la dirección general de las Hermanas de María, y, en el Santuario de las familias, con representantes de las otras comunidades de la Obra Familiar.

 

Más de 10.000 kilómetros para estar un par de horas en el Santuario original

Marga y Luis Ayala, Paraguay «Durante nueve años hemos soñado con esto: estar en el Santuario original. Hemos viajado más de 10.000 Km. y ahora estamos aquí…» – «¿Y valió la pena?» – «¿Valio la pena? ¡La valdría para estar solo un minuto! Es mucho más impresionante de lo que jamás habíamos imaginado». Marga y Luis Ayala, de Asunción, Paraguay, solo tenían un par de horas y las aprovecharon. A la mañana, la Sta. Misa en el Santuario original. «No comprendí nada porque todo era en alemán, y no vi casi nada, porque es difícil ver con lágrimas en los ojos…» Después de la Misa, simplemente rezan y rezan allí, después conversan un rato en la Oficina de Prensa – ambos pertenecen, en Paraguay, al equipo de prensa del Movimiento de Schoenstatt y participan del seminario sobre la comunicación kentenijiana -; después peregrinan al Monte Schoenstatt, a la tumba del Padre Kentenich, acompañados por Jorgelina Jordá, que hace rato sabe que esto también forma parte de su tarea como voluntaria en la Oficina de Prensa.

Cuentan de las misiones familiares, de la increíble experiencia de la acción de la Mater. «En el último encuentro del círculo de comunicadores, nos contamos, como siempre, unos a otros nuestras experiencias, y yo llegué solamente a la mitad de lo que quería contar acerca de una empleada que está firmemente convencida de que la Mater la salvó de morir durante una crisis producida por la quimioterapia. Ahora es misionera de la Campaña del Rosario. En ese momento alguien me interrumpió y continuó contando la historia, pues estuvo presente cuando ella recibió la imagen de la Virgen Peregrina y sabía aún más de todo esto». Y después ambos competían en contar las maravillas que obra la Mater…

La vida se enciende en la vida. De esto se trata… Traducción: aat, Argentina

 

 

Álbum de fotos: Camino a Monte Schoenstatt (Fotos: Jorgelina Jordá)

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