Publicado el 2010-03-12 In Santuario Original

Una mirada a las semanas pasadas en Schoenstatt

Las jóvenes en el Santuario Original, durante uno de los "rosarios internacionales"Jenni Ruiz Salomón/mkf. Se las va a extrañar – con sus cantos, sus oraciones, su presencia alegre en Schoenstatt – en Sonnenau, en Wildburg, en la Casa de Peregrinos: son las «Hijas del Anhelo» de la Juventud Femenina de Viña del Mar, Chile, que regresan a su patria. Antes de partir, hablaron con la Oficina de Prensa sobre sus experiencias en Schoenstatt, en este tiempo llamado «en Schoenstatt Original».


¿Cuál es la experiencia más importante en este tiempo?

Carta al Padre José KentenichLa vinculación al Padre José. La pudimos experimentar en cada lugar de Schoenstatt: se respira su legado y gracias a eso pudimos crecer mucho más en el amor y en la entrega a Schoenstatt, pudimos constatar vitalmente que la MTA bajó el cielo a este lugar y que sí, se puede sentir que Ella transforma los corazones. Pudimos sentir completamente que el Santuario es para nosotras nuestra cuna de santidad, que nos lleva a aspirar a lo más excelso.

Cuando vuelvan a Chile, a los grupos de la JF, ¿Qué es lo primero que van a contar? ¿Cuál es el mensaje a su rama?

Les contaríamos que en Schoenstatt se puede vivir el fuego de los primeros y que esta experiencia es una escuela de vida y de espiritualidad, que si se quieren arraigar a LO QUE ES Schoenstatt y entenderlo completamente, tienen que venir a este lugar santo para que sientan al Padre y que su misión está más viva que nunca, junto a él podemos aspirar a una vida santa HOY. Aquí se vive la santidad en la vida diaria en cada momento, y es donde más podemos sentir lo que Dios nos está pidiendo.

¿Cómo se enteraron ustedes de esta posibilidad de pasar un tiempo en Schoenstatt? ¿Cómo se prepararon para venir?

Al Santuario OriginalEn Viña del Mar el programa se está haciendo cada vez más conocido, porque la experiencia de los otros grupos (integrados mayormente por chicas de nuestra rama) ha calado profundamente en nuestros corazones y nos encendieron. En Santiago no es tan conocido el programa, pero cada vez llegan más testimonios de las que han venido. A pesar de que somos de diferentes lugares hacíamos aportes al capital de gracias en común, lo que nos servía por lo menos para estar unidas en la oración.

¿Cuál fue su anhelo más grande, vinculado con las semanas en Schoenstatt? ¿Se cumplió?

Tenemos como nuestro gran anhelo lograr la canonización de nuestro Padre y Fundador, sabemos que en nuestro tiempo en Schoenstatt es difícil que se logre, pero tenemos plena conciencia que nosotras, y toda la familia, somos la carta de presentación del Padre José por lo cual queremos aspirar plenamente a una santidad en la vida diaria, es decir, santidad por santidad.

¿Qué aprendieron sobre Schoenstatt acá?

Pudimos adentrarnos mucho más en los comienzos del Movimiento y por eso mismo entendimos mucho más el misterio de Schoenstatt, sentimos realmente que la Mater ha bajado espiritualmente a este lugar, que obra milagros, y que logra la transformación de los corazones. Aprendimos mucho más de nuestro Padre y Fundador y de su obra en sí, de cómo quiere que nosotras seamos sus plenas colaboradoras para lograr el Reino de María en la tierra.

Cuenten un poco sobre sus actividades en Schoenstatt en lo cotidiano.

Santa Misa en el Santuario Original, 27 de febrero: lecturaComenzábamos el día participando en la Sta. Misa, luego tomábamos el desayuno y comenzábamos el trabajo en cada casa. Después almorzábamos, trabajábamos un rato y nos reuníamos con la Hermana para adentrarnos más en Schoenstatt, teníamos reuniones de formación o subíamos al Monte Schoenstatt a la tumba del Padre o a diferentes actividades. Cenábamos y luego teníamos un momento de conversación que podía ser para seguir las actividades de la tarde o un momento de recreo. También hicimos viajes fuera de Schoenstatt, por ejemplo a Dachau, para conocer lo que vivió nuestro Padre, y muchas otras actividades.

Ustedes se hicieron cargo del rosario Internacional en el Santuario Original durante todas estas semanas. ¿Cómo fue esta experiencia de aportar algo a la vida de Schoenstatt en este lugar?

Fue una experiencia muy linda y enriquecedora ya que gracias a esto nos pudimos dar cuenta de que en verdad somos una familia, que podíamos rezar tanto por Chile, como por la gente de Haití que estaba pasando un mal momento, que salíamos del rosario y nos encontrábamos con gente de otros lugares del mundo y podíamos conversar sobre nuestros países, sobre las juventudes schoenstattianas, etc., en verdad nos sirvió mucho para comprender la solidaridad de destinos.

¿Qué significa para ustedes haber estado presentes en las Misas de preparación al año 2014?

Para nosotros significó mucho poder comenzar a preparar el corazón para el centenario del Movimiento, es poder anhelar lo que viene, entender lo que significa y que es un año para volver a la esencia del Movimiento, a la misión que nos dejó nuestro Padre. También para comprender que la Familia nos necesita con nuestra juventud y con todo nuestro entusiasmo.

¿Qué significa este tiempo en Schoenstatt para la vida de ustedes?

IntercambioEs un tiempo muy importante en nuestra vida ya que pudimos experimentar plenamente lo que es el vivir orgánico, también nos llevamos decisiones muy importantes a la luz de nuestro ideal personal y de la misión que nos dio nuestro Padre. Es un alto en nuestra vida para poder perfilar como queremos vivir nuestro futuro y el poder escuchar lo que Dios quiere de nosotras.

¿Qué les recomiendan a las chicas que quieran pasar como ustedes este «tiempo de Schoenstatt»?

Es una experiencia inolvidable, se experimenta un gran amor a Dios y una profunda entrega a lo que sea su voluntad. Hay que venir con el corazón totalmente dispuesto a entregarse y recibir por completo, a vivir una experiencia enriquecedora en todo sentido y que en verdad tomen esto como una escuela de vida y que van a ganar una comunidad de corazones que va a seguir por el resto de sus vidas.

Pueden participar en el programa «En Schoenstatt Original» miembros activos de la Juventud Femenina de habla hispana o portuguesa, entre 18 y 25 años de edad. Las interesadas consulten con la asesora de la Juventud Femenina de su país.

Más informaciones http://enschoenstattoriginal.blogspot.com/

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