Publicado el 2010-02-14 In Santuario Original

Experiencias de la infancia con el Padre Kentenich

Marge and Mike Fenelon, February 10, in the House of familiesmkf. «A cualquier lugar donde fuera, pronto aparecía – aparentemente de la nada – un verdadero gentío…» Esta historia continúa, al parecer, en la vida familiar schoenstattiana, esta vida sembrada por el Padre Kentenich entre los matrimonios pioneros. Cuando Bernhard y Elisabeth Neiser les preguntaron a Mike y Marge Fenelon si estarían dispuestos a compartir las experiencias de su infancia con el Padre Kentenich en Milwaukee con un «pequeño grupo» en la Casa de la Familia, ellos aceptaron con alegría… pero el 10 de febrero de 2010 no estuvieron solamente unas 150 personas en la Casa de la Familia, sino que hubo una audiencia mundial a través de la transmisión en directo por Internet. Al final todos estuvieron de acuerdo en que esa había sido una experiencia familiar muy especial. La historia continúa.


Mike Fenelon with Fr. KentenichDurante el tiempo que pasó en Milwaukee, el Padre Kentenich pudo dedicar mucho tiempo a las familias.

Son bien conocidas sus «Charlas de los lunes por la tarde»: el Padre Kentenich hablaba sobre el impacto de la espiritualidad de Schoenstatt en la vida familiar práctica.

A las parejas que regularmente asistían a estas pláticas se las llamó posteriormente «matrimonios pioneros». El Padre Kentenich también acompañó a muchas familias en el desarrollo de su vida espiritual y los visitaba en sus casas. Todavía hoy esas familias reflejan su presencia paternal.

Mary y Richard Fenelon, padres de doce hijos, pertenecían a este grupo.

La foto de su hijo Mike – cuando era un niño – caminando de la mano con el Padre Kentenich, es bien conocida en el mundo entero.

Mike se casó más tarde con Marge Yank, cuyos padres también pertenecían a los matrimonios pioneros. Ahora ambos son miembros del Instituto de Familias y tienen dos hijos adultos.

Una reunión familiar

Diez de febrero a las 20 hs. en la Casa de las Familias. Mientras se removían repisas y estantes con libros, se cargaban más y más sillas, se abrían puertas para hacer más espacio y se buscaban desesperadamente micrófonos y parlantes, iba llegando mucha gente.

SharingEntre otros, algunas familias polacas que estuvieron antes en la Santa Misa celebrada en polaco, muchachas de Chile – que participaban en el tiempo de Schoenstatt -, matrimonios del Instituto de Familias y junto con ellos Luis y Teresita Pérez, de Puerto Rico, que habían traído a Schoenstatt el símbolo del Padre desde su país, familias de la Liga, sacerdotes del Instituto con su director general: Monseñor Peter Wolf, candidatas de las hermanas de María de Nigeria, de Filipinas y Polonia, Hermanos de María, miembros del Instituto de Nuestra Señora de Schoenstatt, peregrinos…

La única que faltaba era Birgitt Winter, que iba a hacer de intérprete y se quedó atascada en el camino del Monte Moriah a la Casa de las Familias. Por eso la primera parte de la presentación fue traducida por la Hermana Marion McClay. Todo fue improvisado, como en cualquier familia, todo es «¡ah! tan normal», todo es alegría, todo es transmitido en directo a todo el mundo gracias a que quienes leyeron el anuncio en schoenstatt.de reclamaron la transmisión. Y la tuvieron.

Estaban cautivados por su personalidad…

part of the audience«Me costó entender, pero con solo ver las fotos que mostraron me sentí muy cerca del Padre Kentenich», comentó Inés Petiti desde la Argentina, que vio la presentación en Internet a través de livestream. Marge y Mike Fenelon guiaron a su audiencia con fotos del Padre Kentenich con sus familias – en y alrededor del Santuario, en sus Santuarios del Hogar – hacia las experiencias que recuerdan de sus padres, en ese entonces matrimonios jóvenes, que encontraron ayuda e inspiración en las enseñanzas del Padre Kentenich y en su presencia paterna, y en sí mismos, que como niños simplemente amaban al Padre y se sentían amados y aceptados por él.

En el transcurso de 90 minutos, hubo una creciente percepción de cómo habrá sido vivir con un «Padre» que estaba a la vuelta de la esquina, un padre que los estaba esperando sin necesidad de horarios ni de citas concertadas previamente, un padre que visitaba sus hogares y no esperaba que estuvieran limpios ni ordenados a la perfección; un padre que disfrutaba del pequeño Bernardo que quería ser un «Padre Kentenich» en el Santuario vivo y que simplemente sonreía a un hombre joven que prefería la Legión de María a Schoenstatt, sólo que medio año más tarde ya había sellado su Alianza de Amor, Poder en Blanco e Inscriptio: «el Padre ganó». La audiencia se podía imaginar cómo el Padre habló a padres jóvenes sobre el matrimonio y las dificultades de la educación y por qué «nuestros padres estaban tan cautivados por ello: jamás alguien les había hablado así».

Él nos necesita

Two fathers... (Fr. Kentenich and Mr. Fenelon)Francisco Grondona, de la Argentina, que ese día cumplía años, necesitó un tiempo para acostumbrarse a que el «niño de mi foto favorita del Padre Kentenich» estaba sentado frente a él como un adulto y padre de dos hijos también adultos. Mike Fenelon comentó que él mismo no se acordaba realmente del momento en el que el Padre Kentenich, durante una de sus visitas a los terrenos en búsqueda de un lugar para el Santuario de Schoenstatt, tomó su mano. Su familia no sabía de la existencia de esta foto hasta después de la muerte del Padre Kentenich, cuando el Padre Tick llevó la foto a un encuentro del Instituto de Familias norteamericanas, mostrándola como un símbolo para la relación padre-hijo. «Yo conozco a ese niño», dijo la señora Fenelon. Era su hijo. Y pasaron muchos años más para enterarse, gracias a la Hermana Petra, que no fue el pequeño Mike quien tomó de la mano del Padre Kentenich, sino que el Padre Kentenich fue quien buscó la del niño mientras caminaba por un terreno muy desigual… «Él nos necesita como niños».

La vida de la Familia de Schoenstatt continúa

Firmando fotosPara muchos, el último testimonio dado por los Fenelon fue el más impresionante. Por un año los padres de Marge, el matrimonio Yank, vivieron con la familia de su hija a causa de su avanzada edad. Se mudaron junto con su Santuario del hogar que había sido su cuna de santidad por muchos años. Vivían de las gracias del Santuario y ahí murieron – en el lapso de pocas semanas – en el verano de 2009. El sacerdote que estaba con la señora Yank antes de su muerte, experimentó este encuentro como un momento de gracias para sí mismo.

Después de la presentación, muchos le pidieron a Mike Fenelon que les firmara las fotos del Padre Kentenich junto a él… y así lo hizo, pacientemente, incluso cuando algunos le pidieron que firme hasta 20 fotos. La Hermana Damiana Czogala, de Polonia, «conquistó» un mensaje personal escrito en dos tarjetas para un matrimonio joven que se siente el llamado a comenzar con el instituto de familias en Polonia.

Un saludo especial para un matrimonio en PoloniaMientras la alegría y las conversaciones familiares continuaban, Francisco y Diego, que comenzaron el proyecto de «Cien alianzas vividas en la vida diaria de Schoenstatt para el centenario de la Alianza de Amor» durante el tiempo en que trabajan como voluntarios para la oficina de prensa, dijeron: «necesitamos pedirles que escriban un retrato del señor y la señora Yank… como primera pareja entre los ‘santos de la vida diaria'».

 

Video (62 minutos) en schoenstatt-tv.de (10.02.2010)

Traducción: José Barriga, Estados Unidos

1 Responses

  1. cecilia dice:

    me interesa mucho la espiritualidad de shonstatt, pero ustedes cuando escriben estas notas dan por sentadas muchas cosas que la mayoría no comprende por ser propias del movimiento: proyecto cien alianzas de amor, proyecto instituto de familia de shonstatt, Santuario vivo, Poder en blanco, Inscriptio…podrían aclarar en otra ventana a qué se estas refiriendo para decodificar mejor el mensaje. Gracias

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