Publicado el 2009-12-26 In Santuario Original

10 minutos junto al pesebre, suficientes para vivir una navidad plena…

10 minutos junto al pesebreDiego Asili. Diez minutos junto al pesebre… ¿Qué es? Sin dudas que es difícil explicarlo en una nota, no porque no se pueda contar lo que se hace, sino por que es difícil transmitir las sensaciones que deja el experimentar este hermoso acto navideño.

 

 

 


Diez minutos junto al pesebre, 26 de diciembre

Un poco de historia

Los 10 minutos en el pesebre, (unos 40 minutos reales), nacen desde la iniciativa de hacer algo para la gente, al ver que unas cien personas acudían cada día a conocer el pesebre de la Iglesia de la Adoración en Monte Schoenstatt. Por el año 1991, se comenzó ofreciéndoles cantar canciones navideñas, en 1997 y al comprobar la aceptación y el mayor acompañamiento de gente se introdujeron oraciones, y por último, la posibilidad de que niños de todas las edades puedan ser parte de ese pesebre.

EntradaHoy, más de 10.000 personas acompañan en total al encuentro, que se realiza dos veces por día, desde el día posterior a la navidad, hasta que finalizan las vacaciones invernales. ¿Por qué encuentro? Porque sin dudas es eso, no se lo puede calificar de otra manera, un encuentro en donde los participantes son familias, que se acercan con el fin de compartir un momento intenso, alegre, lleno de amor, y de espíritu navideño.

Una historia que se hace encuentro

El tono familiar que inspira Schoenstatt se encuentra desde el primer momento en el que el público, (con actores incluidos), arriban al valle. En el momento en que entran en la Iglesia de los Peregrinos, (primera vez que se realiza en ella y no en la Iglesia de la Adoración, a causa de obras en la ruta a Monte Schoenstatt), los niños corren hacia un sector en donde se encuentran todos los disfraces y accesorios que los van a acompañar durante su función. Guiados por un grupo de voluntariosas hermanas, se cambian y entran en acción.

Reyes felicesLa representación de un pesebre improvisado por los niños que van imitando los movimientos de las hermanas, sumado al canto de canciones religiosas, es sin duda el primer momento que llena de gozo a los espectadores. Espectadores, que no lo son tanto, sino que son participes.

En cada banco se encuentran programas desde los cuales se sigue, no solo las palabras que las hermanas organizadoras van dirigiendo, sino también el repertorio de canciones, a fin de que todo el mundo participe en este, como ya dije «encuentro» navideño.

La entrega de estrellas con nombres, a fin de seguir con lo que Schoenstatt internacional realiza en torno al santuario original, no es una cosa que se pueda dejar de lado, un hecho que sin dudas sigue uniendo este encuentro con el resto del mundo schoenstattiano. No difícil de imaginar, es que se finalice con una bendición y las tradicionales canciones que acompañan estos días del año…

Un encuentro que se hace como familia

Ovejito escapadoAbuelos que observan con orgullo, padres que intentan que sus hijos, actores apabullados por el éxito, vuelvan a escena, gente de otras ciudades que se encuentra pasando las fiestas por la zona, como un grupo de amigos polacos, que tienen este lugar fijo para encontrarse anualmente, o unos sacerdotes nigerianos que se encuentran en este lugar, son algunos de las muchísimas personas que se encuentran presentes.

Nadie quiere perderse de este momento mágico, de un momento en el que Schoenstatt es familia, el pueblo alemán es familia a través de Schoenstatt.

A las palabras que uno de los sacerdotes presentes, el padre Egon: «Ojalá La Hna. Bernadett-Maria encabezando a la procesión de niñostodos los días se viera esta cantidad de gente», se puede agregar, ojalá que en todos lados, Schoenstatt tenga este ambiente de familia, que sin dudas es el que la MTA nos propone.

Álbum de fotos

Video 1

Video 2

 

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