Publicado el 2009-10-10 In Santuario Original

Lo que vimos y lo que oímos, lo predicamos – Ordenación sacerdotal del Padre Frank Riedel

mkf. Priesterweihe von P. Frank Riedel - Fotos: FischerEste 20 de setiembre fue un día radiante y soleado de otoño y mientras que en el valle de Schoenstatt los peregrinos de Freiburg se reunieron para celebrar la misa, una multitud vestida festivamente y llena de esperanza en sus rostros se dirigía desde todos los rincones del valle hacia la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt (¡aún no estaba cerrada la ruta!). Es uno de esos días donde de la realidad de la fe se introduce marcadamente en la vida del mundo y en la vida de la Iglesia. Vemos entrar a alguien como Frank Riedel a la casa de Dios y dos horas después sale como el Padre Frank Riedel, sacerdote de Jesucristo, al servicio de Dios, sabiendo que nosotros, los hombres, no podemos conseguir por sí solos lo que necesitamos para la vida y para la vida verdadera, como lo formuló el Obispo Karl Bosch en su homilía.

Priesterweihe von P. Frank Riedel - Fotos: FischerUna ordenación en este año sacerdotal, una ordenación en la preparación para el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich. Un regalo especial para todos aquellos que fueron testigos de esta celebración y para el candidato al sacerdocio Frank Riedel, de Mainz, miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt. Feligreses de la parroquia de donde proviene, al igual que de donde trabajó como diacono, schoenstattianos de la diócesis de Mainz, miembros de la juventud masculina de Munich, de otros lugares y, sobre todo, los claramente distinguibles Misioneros con sus remeras amarillas y las cruces de las misiones, testigos del hecho, que como dejó en claro el Obispo Borsch en su sermón: «El mundo necesita una alternativa de fe».

Adonde pertenece el sacerdote

Misioneros begleiten "ihren" P. Frank RiedelMúsica de órgano y violín y un coro de la Juventud Femenina de Munich le dieron el tono festivo a la Santa Misa. Los milenarios ritos de la ordenación sacerdotal se unieron con dos milenarias historias cristianas, desde aquellos pescadores del mar de Tiberiades que se pusieron al servicio de su maestro y no para sí mismos sino para predicar su palabra hasta el fin de la tierra, pagando aún con sus propias vidas. Cristo mismo, según el Obispo Borsch, se convierte en un tesoro que los sacerdotes cargan en frágiles vasijas.

Y eso está bien, citando a San Pablo, «Dios nos protege de los «activistas» de la Iglesia que quieren tener todo en sus manos, inclusive a Dios».

Weihbischof Karl Borsch, AachenEl sacerdote, según Monseñor Borsch, no recibe de Jesús instrucciones exactas de cómo debe trabajar, pero sí una clara indicación: Debe de estar al servicio de todos.

La pruebas reales del sacerdocio son aquellas que «nada reditúan»: los que nada tienen, los que se encuentran en el fango, los moribundos. A su lado está el lugar del sacerdote. Y los hombres esperan de los sacerdotes testimonios dignos de imitar.

Este testimonio no puede por sí mismo cobrar vida. Las manos vacías con las que el Obispo lo ordena sacerdote son símbolo de que Dios es quien toma posesión de un hombre que se va a convertir en sacerdote y que tenemos que darle la oportunidad de que el Señor derrame su espíritu sobre él. A la vez Él confía esta vida sacerdotal a la oración y al apoyo de sus hermanos de la familia de Schoenstatt, de sus amigos y sus conocidos.

Entregarse por completo para que en las almas de los hombres permanezca esta unión con Cristo

Ritus der PriesterweiheLa tarea de un sacerdote, como dijo el Padre Kentenich en la prédica de un Primera Misa en 1929, es tener la certeza de que en las almas de los hombres permanezca la unión con Cristo a través de la fe y el amor infinito.

Los ritos y los actos simbólicos de la consagración hablan por sí mismos de cómo el sacerdote es llamado a «anunciar el evangelio y la gracia, mantener una vida llena de Dios y despertar nuevamente la vida».

La invocación al Espíritu Santo y la letanía de los santos, mientras el candidato se encuentra tendido en el piso, la imposición de manos en total calma por parte del Obispo, la imposición de manos de todos los sacerdotes presentes, la oración de ordenación y luego la puesta de las ropas sacerdotales por parte del párroco de su lugar de origen (con una cara radiante casi cercana a la de los apóstoles en el Tabor), la unción, la presentación del pan y el vino, traído por los padres y luego el abrazo por parte de los sacerdotes.

El que las poderosas campanas de la Iglesia de la Adoración empezaran a resonar es como un sello del la ordenación sacerdotal.

Luego se encuentra el nuevo sacerdote con los demás en el altar y celebra de ahora en adelante desde este lugar la Santa Misa.

A María le confiamos

Priesterweihe von P. Frank Riedel - Fotos: FischerAl final de la misa el Padre Frank Riedel le confió, en la alianza de amor, su sacerdocio a la Mater. Luego vino el momento de los agradecimientos: al Obispo por la ordenación, a los que concelebraron y a todos aquellos que con sus oraciones lo apoyaron en este camino.

Antes de la bendición final del Obispo, el Padre Riedel ofreció entregar la bendición como neo-sacerdote a cada uno de los invitados por la tarde en el Santuario de Sión.

Luego de la celebración de la Misa, el frontis de la Iglesia de la Adoración se convirtió en el lugar de los saludos, tanto de los jóvenes como de los misioneros, que por buen rato rodearon a «su» Padre Frank Riedel antes de que este se fuera a celebrar al Monte Sión.Nach der festlichen Messe ist auf dem Platz vor der Anbetungskirche Zeit zum Gratulieren, und natürlich umringen die Jugendlichen, die Misioneros, „ihren» Pater Frank Riedel lange, bevor er dann aufbrechen kann zum Weiterfeiern auf Berg Sion.

Am Altar



Álbum de fotos

 

 

Traducción: Josef Sauter, Costa Rica / Manuel Huapaya, Perú

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