Publicado el 2009-09-06 In Santuario Original

El amor del Padre Kentenich por la diversidad – 90º aniversario de la Jornada de Hörde

resentación en el congreso de las Federaciones (Foto: Federación de Sacerdotes)  - Foto: Zillekensmkf. Fue un tiempo intenso, un tiempo de muchas vivencias, experiencias y de obtener nuevos conocimientos para los casi 400 miembros de las Federaciones Apostólicas de Schoenstatt, de los cuales los últimos regresaron a sus países a comienzos de esta semana. El 20 de agosto de 1919 un grupo de jóvenes fundó la «Federación Apostólica» en Hörde, en la ciudad de Dortmund. Sobre este fundamento se desarrollaron, con el correr de los años, todas las comunidades de la Obra de Schoenstatt, no solamente las seis Federaciones – de familias, de madres, de sacerdotes, de mujeres solteras, de hombres y de enfermos – sino también los Institutos y las Ligas apostólicas. Para conmemorar esta fundación, las Federaciones de Schoenstatt se encontraron en un congreso en el que reflexionaron sobre su propia identidad y sobre la preparación al año 2014, el año del centenario de Schoenstatt.

 

Congreso internacional de las Federaciones de Schoenstatt - Foto: Fischer ¿Qué fue Hörde? ¿Qué pasó en Hörde? Más de 180 jóvenes pertenecieron a la Congregación mariana de Schoenstatt y a la organización externa entre 1914 y 1918. Ellos fueron el núcleo creativo del naciente Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Dieciséis de ellos murieron en la primera guerra mundial, y al menos cuatro los siguieron inmediatamente después por consecuencias de la guerra. Una vez finalizada la guerra un buen número de los estudiantes de la Congregación mariana de Schoenstatt regresó allí y continuó sus estudios. Otros no lo hicieron porque entretanto se habían decidido a no ser sacerdotes o a no pertenecer a la comunidad de los Padres Pallottinos.

Para los que quisieron seguir siendo schoenstattianos, y sobre todo para los «externos» que no venían del seminario en Schoenstatt, surgió la pregunta de si debían continuar, y en caso de obtener una respuesta positiva, cómo se continuaría, teniendo en cuenta que la organización externa había cumplido su meta original. El Padre Kentenich motivó la iniciativa y responsabilidad personal, manteniendo al principio cierta reserva ante los planteamientos insistentes de los miembros que no provenían del seminario en Schönstatt. En la Jornada de Hörde, en Dortmund, los 24 participantes – bachilleres, alumnos de escuela secundaria, estudiantes de teología y seminaristas – de los que 16 provenían de Schoenstatt y ocho de afuera, llevaron a cabo la fundación de la Federación Apostólica con la cual «la organización externa, una rama de la Congregación de estudiantes de Schönstatt (…) salió del marco anterior y (…) se transformó en la Federación Apostólica» (Revista MTA 5, 1919/20, Nº 1-3: 11)

Un verdadero acontecimiento fundacional

Presentación de la Federación de Madres - Foto: ZillekensHörde es un verdadero acontecimiento fundacional: desde entonces Schoenstatt no fue más la Congregación mariana de los estudiantes del seminario – aunque ésta siguió existiendo por largo tiempo como parte del Movimiento de Schoenstatt – sino que de allí surgió, en forma independiente, la “Federación apostólica”, que definió como su verdadera finalidad el apostolado, y que debía formar a sus miembros como apóstoles en todas las profesiones y asociaciones. Lo que permaneció y se profundizó, fue la centralización en el valle de Schönstatt, y la designación del Santuario original, que desde entonces en vez de “capilla de la Congregación” fue llamado “santuario de la Federación” (cfr. revista MTA 6 [1920] Nº 3/4: 25), como también el contacto con el Padre Kentenich como director espiritual, al que los jóvenes de Hörde habían vivenciado como “una manifestación del gran ideal de la paternidad sacerdotal, un guía en los años de la guerra, un testigo creíble de lo que nos movilizaba y enaltecía” (Testimonio del P. Ernst en 1959)

Primer congreso internacional: 90º aniversario de la Federación apostólica

El símbolo del Padre está presente - Foto: Fischer Con motivo del 90º aniversario de este acontecimiento se realizó por primera vez un encuentro internacional de representantes de todas las Federaciones. Antes de este encuentro tuvo lugar el Capítulo general de la Federación de familias; la Federación de mujeres aprovechó la oportunidad para formar a sus dirigentes, y la Federación de madres hizo una reunión internacional desde el 14 de agosto con un nutrido programa, en la que participaron madres de Alemania, Argentina, Chile, Paraguay, Sudáfrica y Portugal. El congreso internacional comenzó con la celebración de la Alianza en la tarde del 18 de agosto.

El 19 de agosto a la mañana, se presentaron las diversas Federaciones con su misión original en el salón de actos de la Iglesia de la Adoración, en el Monte Schoenstatt, con toda su diversidad.

„Unidad y diversidad. La tensión que surge de ambos términos hace que la mayoría se pregunte: ¿Cómo podemos gestar la unidad? Pero me parece que para nuestro Fundador, desde el principio, la otra cuestión fue por lo menos igual de interesante: ¿Cómo podemos gestar la diversidad? La Obra de Schoenstatt, con sus numerosas Comunidades y Grupos de Proyectos e Intereses, ¿no es una prueba de que su aspiración a una diversidad viviente hasta es mayor que su aspiración a la unidad? (…)En una época en que el Fundador observó la tendencia a una cultura unilateral, a la nivelación, la masificación, la despersonalización, desde el principio puso el mayor cuidado en despertar, fomentar y cultivar lo original, lo personal, el pluralismo. Por el contrario, se preocupó de que todo lo que buscara la unidad no reprimiera rápidamente lo original.»

Gottesdienst am 19. August El P. Ulrich Schäfer motivó en la homilía de la Sta. Misa celebrada a continuación en la Iglesia de la Adoración, a «escucharse mutuamente, interesarse por el otro, hablar unos con otros, mirar con confianza a lo que vive y crece en las almas», describiendo así el camino hacia una «unidad que no es masificación» (Padre José Kentenich)

¿Qué es lo decisivo en la Federación?

A la tarde el programa fue muy intenso: el P. Rudolf Mosbach dio en su conferencia, una visión panorámica de la importancia de Hörde como el único acto fundacional de la Obra de Schoenstatt desde el punto de vista organizativo, del que surgieron todas las comunidades que la componen, y analizó las dos condiciones básicas en todos los actos importantes del Fundador: la propia claridad reflexiva, y los signos claros de la Divina Providencia por la situación precisa y a través de las personas que actúan como colaboradoras.

Mathilde Thomé En vistas a la renovación en el espíritu de Hörde, es válido contemplar la historia de la fundación de la propia Federación y ser consciente del lugar y de la importancia que tiene como comunidad de elite y comunidad de dirigentes, esto último en el sentido de la responsabilidad como comunidad de vida comprometida con el Movimiento en general y con una dinámica colaboración en el apostolado conjunto.

Matilde Thomé, de la Federación de mujeres de Schoenstatt, compartió con los participantes sus conversaciones con el Padre Kentenich en Milwaukee sobre diversas cuestiones sobre la misión y la estructura de la Federación y del trabajo en común entre ellas. ¡Un regalo!

Ramón und Marité Marini Marité y Ramón Marini, recientemente elegidos como jefes de la dirección general de la Federación de Familias, completaron la tarde con una presentación de un detalle de la medalla de Alianza: la inscripción «Regnum Mariae», Reino de María. María como Reina, afirmaba el matrimonio Marini, pertenece a los orígenes de la Federación. La medalla, así lo presentaron basados en un artículo de la revista MTA de febrero de 1920, relaciona el pensamiento paulino sobre el ser apóstol (Cáritas Christi urget nos) con instrumentalidad ante la «Madre y Reina celestial» y el pedido de que ella quiera establecerse en el «Santuario de Schoenstatt», y atraernos hacia ella «desde allí, como instrumentos predilectos para la realización de su misión en esta época».

La noche los reunió a todos en torno a una «mega parrilla» en la granja Padre Kentenich. La mañana del 20 de agosto les dio la posibilidad de reflexionar sobre la abundancia de lo recibido en la propia comunidad y aportar el importante reconocimiento en el plenario, un poco trabajoso por las sucesivas traducciones que había que hacer cada vez en otros dos idiomas, pero que fue importante para la vivencia común y como preparación para el acto festivo de la tarde.

Traducción: aat, Argentina /Enrique Soros, Washington, USA

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