ADVIENTO CON FRANCISCO, org. Celebramos el cuarto domingo del Adviento. La Navidad es cerca. Como cada año escuchamos el llamado: ¡Salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor!. Júbilo para los pobres, fiesta para el hombre: debemos preparar el camino al Señor. En su mensaje jubilar en la audiencia del 25 de octubre, el Santo Padre Francisco nos ofreció un guión de adviento… hacia esta Navidad y para el segundo siglo de Schoenstatt. ¿Nos dejemos motivar y desafiar para mostrar con hechos que salimos al encuentro, al encuentro del Señor y de los pobres?, motivados por los gestos del mismo Santo Padre – como la rifa de sus regalos o la instalación de duchas para personas sin hogar – , un Papa que nos hace ser como Iglesia, familia, al compartir lo propio, saliendo de sí y pensando en los otros…”Paternidad maternal” como diría el Padre Kentenich.
21 de diciembre – cuarto domingo de Adviento
En el centro está el Señor.
Nosotros no somos salvadores de nadie.
Somos transmisores de alguien que nos salvó a todos.
eso solamente lo podemos transmitir si asumimos en nuestra vida,
en nuestra carne, en nuestra historia,
la vida de ese alguien que se llama Jesús.
El centro es uno solo: Jesucristo.
Cuando yo pongo en el centro mis métodos pastorales,
mi camino pastoral, mi modo de actuar y todo, descentro a Jesucristo.
Toda espiritualidad, todo carisma, en la Iglesia, de lo más variado y lo más rico,
tiene que ser descentrado.
En el centro está el Señor.
14 de diciembre – tercer domigno de Adviento
María es la que ayuda a bajar a Jesús
María es la que ayuda a bajar a Jesús,
en el abajamiento de Jesús.
Lo trae del cielo a convivir con nosotros.
Y es la que mira, cuida, avisa, está.
07 de diciembre – segundo domingo de Adviento
María es Madre de la Iglesia. Es maternidad
Ella es Madre porque engendra a Jesús y nos ayuda con la fuerza del Espíritu Santo a que Jesús nazca y crezca en nosotros.
Es la que continuamente nos está dando vida.
Es Madre de la Iglesia. Es maternidad.
No tenemos derecho – y si lo hacemos estamos equivocados – a tener psicología de huérfanos. O sea, el cristiano no tiene derecho “a ser huérfano”. Tiene Madre. Tenemos Madre.
30 de noviembre – primer domingo de Adviento
Transformar una una cueva de animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura
Verdaderamente María es la que sabe transformar una cueva de animales en casa de Jesús con unos pocos trapos y una montaña de ternura.
Y es capaz también de hacer saltar a un chico en el seno de su madre, como escuchamos en el Evangelio.
Ella es capaz de darnos la alegría de Jesús.
María es fundamentalmente Madre.
Bueno, sí, parece que Madre es poca cosa, ¿no?, María es Reina, es Señora.
No, paremos un momento: María es Madre. ¿Por qué?
Porque te trajo a Jesús.