ARGENTINA, María Gabriela Frías •
Mi nombre es María Gabriela Frías, de Paraná, Entre Ríos, Argentina. Soy aliada de la Mater desde el 6 de agosto de 2011 y misionera de la Campaña del Rosario desde el 14 de julio de 2012. Pertenezco al movimiento de Schoenstatt a través del Santuario de la Loma y participo de diferentes apostolados en la parroquia San Juan Bautista, de la ciudad de Paraná. —
La llegada de un nuevo párroco a nuestra comunidad en 2018, y luego de mucha oración y de haber conversado con él acerca de la devoción a la Mater, permitió que Ella fuera conquistando corazones y preparando un lugarcito en nuestra parroquia para quedarse con nosotros (en años anteriores no había sido fácil). Esto nos llevó a salir al encuentro de todos, demostrándonos una vez más que su corazón no se deja ganar en generosidad y paciencia.
Hace unos meses comenzamos a recibir, cada tanto, la visita de la Imagen Auxiliar y la posibilidad de poder llevar adelante una misión en toda la zona (instituciones, comercios, familias, zonas cercanas y lugares donde Ella nos condujera). La recibimos con un ¡Sí!, y adonde Ella quisiera, la llevaríamos. Seríamos sus burritos por varios días, semanas y meses en un camino a recorrer que solo sería el inicio de una hermosa vivencia misionera.
La Imagen Auxiliar en el hospital Militar de Paraná
¡Mamá, vino la Virgen! Del dolor resurge una mujer nueva
Una de las experiencias más fuertes la vivimos en el Hospital militar. En una de las habitaciones que permitieron que ingresáramos, nos advirtieron que era una paciente muy joven que «se estaba yendo». Estaba rodeada por sus familiares (su esposo muy jovencito, sus padres y hermanos). Una doctora cargaba la imagen, rezamos tomados de la mano y salimos de allí casi sin rumbo conmovidos y con una mezcla de sentimientos, pero con la confianza de que la Mater nos daba la fortaleza para continuar. En la entrada al hospital, detuvo la marcha una camioneta para ver la imagen.
Meses después, en un retiro en el santuario, una señora preguntaba por «las personas que habían ido al Hospital militar». Nos buscaron, nos encontraron y allí nos contó que ella era quien iba en la camioneta, que era la suegra de aquella joven que pocos minutos después que se retiró la Virgen falleció, y al haber visto a la Mater al bajar la ventanilla de su vehículo, puso todo en sus manos, el alma de su nuera y la resignación de su hijo «ateo». Nos comentó que, al entrar a la habitación, su hijo le dijo: ¡Mamá, vino la Virgen! Expresó que estaba alejada de la iglesia y esto era un «nuevo llamado para ella». Esta situación la llevó al Santuario de La Loma a participar de este retiro, reiniciando una vez más el camino de la fe, ahora ya como «una mujer nueva”.
Si el Señor no construye la casa…
Alejandra Gauna es una misionera y aliada, que incansablemente me ayudó en esos días de visita de la Imagen Auxiliar. Ella es uno de los frutos del grupo de la Mater de nuestra parroquia. Con Alejandra salimos cargando la imagen por las calles durante mañanas y tardes, algunas veces acompañadas de otras personas que se iban turnando, que no pertenecen al Movimiento de Schoenstatt pero al parecer la Mater los enamoró.
Un viernes regresábamos de misionar muy tarde, ya de noche, cuando Alejandra se da cuenta de que, por andar todo el día misionando, no había podido conseguir unos tirantes de madera para hacer la loza del techo de su casa (tarea que harían el domingo siguiente y para lo cual ya no tenía tiempo de conseguir). Estaba un poco preocupada pero manifestó que la Virgencita la ayudaría. Y así ocurrió: Al salir de su casa durante la noche para acompañar a su hija, ve un señor ¡que arrojaba tirantes de madera en el contenedor de la basura frente a su casa! Los sacaron, y fueron los materiales que utilizaron el domingo los albañiles.
La Imagen Auxiliar en la misa en la Parroquia
La visita de la Virgen también motiva el compromiso sacerdotal
La Mater en salida desde la Parroquia San Juan Bautista
¡Hay tantos testimonios para compartir! Personas que detenían la marcha de los autos para persignarse, gente que cruzaba de veredas para mirarla en silencio, abrazos de agradecimiento aún sin conocernos… ¡sólo Ella puede lograrlo!
Su visita al hogar de ancianos logró que su dueña se comunicara con el párroco, quien comenzó a asistir a los abuelos con los sacramentos de Confesión, Unción de los enfermos y Comunión.
Fue muy importante la confianza y la libertad que nos brindaron nuestros sacerdotes los padres Javier Murador y Carlos Cepeda para llevar a cabo esta misión, lo cual merece nuestro agradecimiento y gratitud. También el acompañamiento del P. Raúl Espinosa que, por motivos de salud está viviendo en nuestra parroquia, pero que de igual manera nos acompañó en la visita a escuelas, en el rezo del Santo Rosario y la Adoración. Los sacerdotes se sorprendieron de los testimonios y acercamiento de personas que habitualmente no concurren a la parroquia, pero que esta vez fueron conquistados por la visita de la Mater.
Salir a caminar y volver a tomar gracias
La Virgen peregrinó varios días por muchos lugares pero siempre volvíamos a nuestra parroquia para que estuviera presente a la hora de la Misa, del Santo Rosario y la Adoración. La oración y la eucaristía fortalecían y fortalecen nuestro caminar, porque si bien sentimos la presencia de la Madre en nuestro andar, hubo también piedras y obstáculos que sortear, para no desanimarnos y seguir adelante. La Mater siempre aporta calma y nos interpela a confiar como lo hacía el padre Kentenich, sintiéndonos libres en la confianza divina.
Médicos, enfermeras, familiares de pacientes, padres de alumnos y vecinos cargaban la imagen con una emoción revestida de alegría aún en medio del dolor. Creemos que Ella es la Mamá de todos, que somos familia, y que crear vínculos es parte de nuestra misión apostólica.
La Mater vuelve siempre a la Parroquia
Atreverse a “primerear”
Esta misión está comenzando, y nuestro anhelo es poder llevarla a todos lados para que la conozcan y sientan el cobijamiento de su amor y el fuego del Espíritu Santo, que nos anima a ser audaces y orgánicos en este tiempo que nos toca vivir.
¡Sembremos esperanza! Ella nos bendice y acerca a su Hijo amado.
Papa Francisco – Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 24.
Primereando con la Mater en Paraná from schoenstatt org on Vimeo.
Colaboración de Tita Ríos y Claudia Echenique
