PARAGUAY, María Liz Bogarín •
“Atraeré desde aquí los corazones jóvenes y los educaré como instrumentos aptos en mis manos”.
Finalmente llegó el día tan esperado por los “burritos de María” (se llaman así, a ejemplo de Don João Pozzobon, porque tienen la misión de llevar a la Madre Peregrina donde Ella y su Hijo quieran ir).
El 18 de octubre del 2015 en el Santuario de Tupãrenda, 90 misioneros jóvenes de todo el país marcaron un hito en sus vidas: inscribieron sus nombres con fuego en el corazón de María. La emoción se empezó a sentir desde las 5 de la mañana, hora a la que iban llegando los primeros.
“Pruébenme primero con hechos que me aman realmente y que toman en serio su propósito”
Tal cual Ella lo pide en el acta de fundación, los misioneros vinieron con las manos y los corazones llenos de pruebas de amor para la Reina. Además de ser fieles a la misión de llevarla a visitar hospitales, escuelas, familias y cárceles, desde comienzos de este año habían tomado el compromiso de ofrecer especialmente el Santo Rosario como regalo para este gran momento; para ese día habían alcanzado la hermosa suma de más de 3.830 Rosarios.
Cada comunidad llegó con su propio capitalario, en el que fue plasmada cada aporte al capital de gracias: cada reunión de formación a la que asistieron, cada sacrificio y cada oración.
“Amo a los que me aman”
La Madre y Reina quiso preparar aún más los corazones de sus hijos predilectos para “el gran momento”. Desde muy temprano el asesor de ellos, P. Martín Gómez, los acompañó y les ofreció a los futuros aliados el sacramento de la reconciliación. Se les encomendó además la tarea de realizar lo que mejor saben hacer: rezar el rosario antes de la Sta. Misa. Cada Avemaría fue recitada con fuerza, pidiéndole a María que cumpla su promesa. Luego hubo una hermosa celebración eucarística, donde todo parecía ideado por Dios para hacer este día realmente inolvidable.
Llegó finalmente el momento del rito: entre canciones de amor a María, lágrimas y mucha emoción de todos los presentes, cada misionero fue realizando su intercambio de corazones y dándole su Sí para siempre a la Madre y Reina.
Este acto de fe se realizó exactamente a 101 años de esa primera Alianza de Amor. Fue una gran alegría y una confirmación de la fidelidad de María y su presencia espiritual en el Santuario.
Gritando a una sola voz: ¡Somos misioneros y aliados de María! confirmaron el anhelo de ser como esos primeros congregantes, cuyos corazones ardían por la misión, y así poder seguir siendo instrumentos aptos desde el Santuario, para la Iglesia y el mundo.
¿Quiénes somos? Pastoral juvenil. Campaña del Rosario
En mayo del año 2010 se realizó por primera vez la consagración de un grupo juvenil como Misioneros de la Campaña del Rosario y de la Virgen Peregrina en el Santuario Joven de Asunción. Al año siguiente, 2011, nació la llamada la Pastoral Juvenil de la Campaña del Rosario con esos primeros misioneros, que se encargaron de armar un equipo para llevar hacia la Gran Misionera los corazones jóvenes de todo el país.
Los jóvenes misioneros asumen la tarea de llevar a la Mater Peregrina de visita a las familias, lugares de trabajo, cárceles, hospitales, colegios y universidades. Ella siempre sabe abrirse caminos para llegar a los corazones que más la necesitan.
Hoy en día, la “PJ” se encuentra extendida en diferentes ciudades del Paraguay: Ciudad del Este, Horqueta, Pedro Juan Caballero, San Pedro, San Juan, San Ignacio, Ayolas, Yataity, Arruaí, Itá, Calixtro (una “compañía” de Carapeguá), Soto, entre otras, abarcando una gran parte del territorio nacional.
