AUSTRIA, Karolin Schwaiger/mda. „Pienso que la familia cristiana, la familia, el matrimonio, nunca fue tan atacado como ahora” dijo el Papa Francisco a la familia de Schoenstatt durante la audiencia jubilar del 25 de octubre. “Entonces, no queda otro camino que hacer algo. Entonces tu pregunta, ¿qué podemos hacer? Sí, podemos hacer buenos discursos, declaraciones de principios, a veces hay que hacerlos, ¿no es cierto? Con las ideas claras: Miren esto que ustedes están proponiendo no es matrimonio, es una asociación, pero no es matrimonio. O sea, a veces hay que decir cosas muy claras, y eso hay que decirlo. Pero la pastoral de ayuda solamente en este caso tiene que ser cuerpo a cuerpo. O sea, acompañar. Y esto significa perder el tiempo. El gran maestro de perder el tiempo es Jesús, ¿no? Él ha perdido el tiempo acompañando, para hacer madurar las conciencias, para curar heridas, para enseñar. Acompañar es hacer camino juntos”.
Ir por el camino junto a parejas jóvenes, acompañarles muy de cerca, invitarles a fortalecer su relación, a la luz de las velas en una mesa para dos: un encuentro de esta naturaleza se llevó a cabo por cuarta vez en la hostería Kragl en la localidad de Pasching cerca de Perg en Austria el 11 de noviembre.
Vivir felices juntos permanentemente – ¿cómo se logra?
Veronika y Fritz Pilshofer dieron un impulso al tema: Vivir felices juntos permanentemente – ¿cómo se logra?
Ellos comenzaron con la pregunta: ¿cómo se ve la imagen de nuestra relación? para luego continuar con la importancia de tener un objetivo de vida en común y de trabajar juntos por ello. Señalaron lo valiosa que es la alegría en una relación. Cuanta seguridad brinda el mutuo sí y cómo Dios actúa como un tercero en esta alianza. También hablaron de la importancia de la ternura y la sexualidad en una relación feliz, solo para mencionar algunos puntos de la charla.
Inspirados por la idea de los ponentes, el encuentro terminó con una cena a la luz de las velas donde hubo tiempo para conversar en pareja.
Los comentarios positivos y los rostros sonrientes de las parejas reflejan el éxito que tuvo este encuentro que brindó no sólo a los organizadores y a la familia Griesbacher gran alegría.
Original: alemán. Traducción: Gilka Aranibar, Hannover, Alemania
Fuente: www.schoenstatt.at.
