Publicado el 2012-08-18 In Schoenstatt en salida

Las Misiones Familiares no valen la pena… valen LA VIDA

PARAGUAY, Sonia Oviedo. Mbuyapey, un pueblo ubicado a 180 km. de la Capital (Asunción), cuna del que fuera considerado el Presidente más honesto que haya tenido el Paraguay, fue por mucho tiempo debido a su condición de haber sido siempre cuna de Liberales, el partido de oposición al de la dictadura, aislado y hasta olvidado por los gobiernos anteriores.

 

 

Misiones Familiares Mbuyapey 2012

Hasta hoy en día su acceso se hace difícil en días de intensa lluvia, ya que se debe recorrer 38 kilómetros de tierra colorada (como se la llama en Paraguay) y bastante resbaladiza en dichas condiciones. El año pasado, el bus que llevaba a los misioneros tuvo que ser sacado del lodo con tractores. Este año la Divina Providencia nos regaló días magníficos de sol, con intenso frío, pero radiantes.

En el 2011 fueron por primera vez a ese pueblo Las Misiones Familiares Católicas Schoenstattianas; aún hoy nos preguntamos cómo fuimos a parar a dicha comunidad. Evidentemente la mano de nuestra MTA nos llevó hasta ahí.

Este año partimos nuevamente con 100 jóvenes y 6 matrimonios cargados de energía y de entusiasmo. Luego de haber sorteado diversos obstáculos, normales cuando se tratan de cosas de Dios, pero como “Nada podía quitarnos la alegría”, estábamos ahí firmes soldados de la MTA, dispuestos a servir.

Este año nos correspondía misionar en las compañías, en las afueras de la ciudad, ubicadas algunas entre 10 a 14 kilómetros de distancia. Tienen la característica de que las casas se encuentran un tanto alejadas unas de otras, pero el cariño y la sencillez de su gente, lo hacen sentir a uno como en su casa, como mencionaba en algún momento el Padre Martín Gómez (sacerdote del Movimiento) que nos acompañó. Uno podía notar en los ojos de aquellas personas alguna que otra lágrima de alegría por la visita de nuestra Madre y nos dimos cuenta que con algo tan sencillo ayudábamos al párroco del lugar, que por las distancias y por la cantidad de capillas que tiene a su cargo (42 en total) no puede llegar.

Los jóvenes del pueblo, la mayoría sanos en cuanto a sus costumbres -creemos que es consecuencia de que tanta tecnología no les haya llegado todavía- el año anterior ya habían concurrido a los encuentros con los jóvenes misioneros de Asunción y se entusiasmaron con la idea de tomar la posta y asumir un rol más protagónico en su comunidad. Es así que este año al culminar la Misión, dos jóvenes asumieron como Líderes con el compromiso de fundar su propio grupo Misionero de Mbuyapey.

Futura ermita

Al finalizar el Encuentro con Adultos se bendijo el cimiento de lo que sería la Ermita de la Mater. Había surgido en ellos el anhelo de conquistarlo y para eso se comprometieron a rezar un rosario el 18 de cada mes y nosotros los acompañaríamos desde Asunción. También varias personas manifestaron su anhelo de ser misioneros/as de la Campaña del Rosario.

Como lo decía un ex misionero, hoy novicio, “Las Misiones Familiares no valen la pena… valen LA VIDA”, y eso se notó en cada testimonio de los misioneros en la noche de Corazones Abiertos, un momento destinado a que cada uno comparta su experiencia, desde la que pareciera más sencilla hasta aquella que nos hizo temblar el cuerpo entero de emoción. Es que Dios se nos manifiesta de diferentes formas, desde la sonrisa de un niño en la Matinée (cumpleaños gigante para los niños), o aquel enfermo terminal que pedía la presencia del sacerdote para recibir la Santa Unción, o aquella abuelita ciega que al escuchar que el Padre llegaba a su casa, nos decía en guaraní que su “corazón se llenaba de alegría”.

Hoy nos queda un gran desafío: acompañar a este pueblo tan sediento de amor de Dios y de la Virgen en su post misión. En estos días nos comunicaban los jóvenes del pueblo que ya formaron su grupo en Facebook “Jóvenes misioneros de Mbuyapey”, y que el fin de semana ya salían por el pueblo a continuar con la labor misionera.

El Padre Martín la bautizó como la “Misión de la Esperanza”, y consideramos que así lo es, por ello solo nos queda agradecer a Dios y a la MTA por utilizarnos como instrumentos suyos, para una obra que solos jamás podríamos haberla realizado.

Es evidente que Dios realiza su “gran obra a través de sus más pequeños instrumentos”.

 

Misiones familiares

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Publicado el In Schoenstatt en salida

Las Misiones Familiares no valen la pena… valen LA VIDA

PARAGUAY, Sonia Oviedo. Mbuyapey, un pueblo ubicado a 180 km. de la Capital (Asunción), cuna del que fuera considerado el Presidente más honesto que haya tenido el Paraguay, fue por mucho tiempo debido a su condición de haber sido siempre cuna de Liberales, el partido de oposición al de la dictadura, aislado y hasta olvidado por los gobiernos anteriores.

 

 

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1 Responses

  1. HMA - Argentina dice:

    ¡Felicitaciones! Magnífica tarea… pero me parece que quien dijo que las misiones "valen la vida", no es un "ex-misionero" sino un misionero tan cien por ciento que decidió dedicar absolutamente toda su vida a ser un apóstol de Cristo y de la MTA. Dios quiera que en la juventud paraguaya haya muchos que escuchen el llamado a consagrar su vida (Dios SIEMPRE llama, el asunto es RESPONDERLE) para ser constructores de la Nación de Dios ¡cuánto falta todavía! ¡Corazones generosos, presentarse!

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