Publicado el 2010-03-08 In Vida en alianza

En camino hacia el año 2014: Búsqueda de las huellas del Fundador en Ennabeuren

20. Februar, Ennabeuren - 2014 entgegenALEMANIA, Roswitha und Hubert Schadt. «¿Dónde estamos?», preguntó un matrimonio que había llegado a las alturas totalmente nevadas de la sierra Schwäbische Alb. Ni se podían leer los letreros en las señales indicadoras… «Están en Ennabeuren. ¿Quieren ir al encuentro de las familias?» les respondió una joven señora. Justamente para allí iba el matrimonio pues en Ennabeuren se reunió el consejo de la Liga de Familias de la diócesis de Rottenburg-Stuttgart, el sábado 20 de febrero – dentro del programa de su encuentro de primavera – siguiendo las huellas del Fundador, en vistas al 2014.


Auf den Spuren Pater Kentenichs in EnnabeurenEl Consejo de las Familias se había entusiasmado algunos días después de la Conferencia 2014 y dijeron: «La esencia de nuestra Familia es la Alianza de Amor con María. Este acto de fe silencioso del Padre Kentenich y un pequeño grupo de congregantes – el acontecimiento fundacional del 18 de octubre de 1914 en el Santuario original – sigue vivo en nosotros con toda su frescura original… En todas partes del mundo lo que mueve e inspira nuestras acciones, la fuente de nuestra fecundidad y la forma concreta de vivir nuestro seguimiento de Cristo, es la profunda fe en la realidad de la Alianza de Amor con María. Esto es lo que queremos celebrar en el jubileo del año 2014». ¿Lo queremos celebrar? Sin duda. Entonces tenemos que ponernos en marcha y salir al encuentro del año 2014.Tenemos que conocer más de cerca al Padre Kentenich, ya que sin él no podríamos comprender el acontecimiento del 18 de octubre de 2014. Por eso el 20 de febrero buscaron las huellas del Fundador en la diócesis, en Ennabeuren.

Schoenstatt está en Ennabeuren desde el año 1927

La Hermana Andita dio una charla introductoria después de un saludo cariñoso y de un segundo desayuno. Dijo que primero echaría un vistazo al largo tiempo que estuvo allí el Padre Kentenich en 1945. Allí vivió los últimos días de la guerra, la capitulación… Y antes habría que ver como fue el camino del Padre Kentenich desde Dachau hasta Ennabeuren…

¿Por qué llegó justamente a Ennabeuren? En 1927 se establecieron allí las Hermanas de María y ese mismo año el Padre Kentenich se alojó en su casa del pueblo durante una de sus visitas al sur de Alemania. Desde ese entonces visitaba casi todos los años al joven párroco de Ennabeuren, Padre José Kulmus, sacerdote schoenstattiano, a las Hermanas y a otros sacerdotes schoenstattianos en la región de Schwäbische Alb. Al Padre nunca le parecía demasiado largo el viaje para hacer estas visitas. El Padre Kentenich quería dar a conocer el Reino de la Mater sirviendo en lo pequeño y sirviendo a cada uno.

Heraldo de una confianza inquebrantable en la incertidumbre de la guerra

In der "Vaterklause"Después de salir del campo de concentración de Dachau – el 6 de abril de 1945 – el Padre Kentenich pasó por Munich, Freising y Ulm y llegó a Ennabeuren el 17 de abril de 1945 con el cuerpo y el alma sin quebranto alguno. El Padre quería ¡por supuesto! ir inmediatamente a Schoenstatt, pero las circunstancias de las últimas semanas de la guerra no lo permitían: los caminos y las vías férreas estaban destruidos, escaseaba el combustible, etc. Por eso se quedó en Ennabeuren cuatro semanas, hasta el 18 de mayo de 1945. Allí vio la ocupación del pueblo por los norteamericanos y el final de la guerra.

Durante este tiempo celebró diariamente la Sta. Misa y dio charlas. Animó a las personas desesperadas que sufrían por las consecuencias de la guerra y las visitó en sus casas. «Yo he venido a realizar la voluntad de Dios y a servir a los hombres», decía. El Padre Kentenich trataba de que la gente reconociera que detrás de todo incomprensible está el buen Padre Dios; quería que lo encontraran. Y la gente le creyó porque él mismo había soportado imperturbablemente las mayores dificultades confiando en Dios.

Testimonios de su confianza en Dios y de la búsqueda en la Divina Providencia

In der Pfarrkirche in EnnabeurenLos matrimonios presentes querían acercarse al Fundador preguntando por algunas palabras que él hubiera dicho o algún acontecimiento de ese tiempo. Por eso la Hermana Andita preparó, para trabajar en grupos, textos de las charlas de ese tiempo y la posibilidad de buscar las huellas en el lugar. Cada uno de los tres grupos se dedicó a un pasaje del texto y elaboró el punto principal. Las frases medulares reflejan la espiritualidad del Padre Kentenich.

  • Ser hombres fuertes, valientes y confiados en Dios como los niños.
  • Revisar cada noche dónde se encontró y fue amoroso con nosotros el Señor.
  • Ver detrás de cada cosa el amor y la preocupación de Dios y observar y admirar sus disposiciones.

Búsqueda de las huellas en el lugar

Gespräch in der RundePara buscar las huellas, las familias siguieron el mismo camino que el Padre había recorrido muchas veces en el pueblo. Esto los llevó a 1935, cuando se consagró el templo. En la pared hay una pintura de San Miguel y la frase: «¿Quién como Dios?» Un grito de aviso contra el «peligro marrón» de ese tiempo. (NT se refiere al color de las camisas de los nazis). En primer lugar visitaron la casa donde vivió el Padre. Dos habitaciones muy pequeñas, arregladas en forma muy sencilla, sin calefacción, en el subsuelo, debajo de la sacristía. En una habitación vivía el Padre Kentenich y en la otra el P. Heinz Dresbach, también prisionero, que había acompañado al Padre desde Dachau a Ennabeuren. El Siervo de Dios João Pozzobon, iniciador de la campaña de la Virgen Peregrina, se conmovió con estas huellas cuando estuvo allá en 1979. Permaneció toda la noche en oración y vivió su Alianza de Amor con profundidad y fecundidad, siguiendo las huellas del Fundador.

Tres veces al día subía el Padre Kentenich la empinada escalera para celebra la Santa Misa o para rezar. En la iglesia le llamaba la atención la pared color marrón, detrás del coro, con la crucifixión. Ese color le recordaba, como fue dicho más arriba, las amenazas de ese entonces y el siniestro fin del nacionalsocialismo.

Kentenich-StudiumLas familias visitaron al final la antigua capilla de María, que fue transformada en 1926 en un Santuario de Schoenstatt cuando estaba el Padre Kulmus y que actualmente tiene en su interior un altar igual al original. Allí tuvieron un momento de oración. Esa capilla fue visitada muchas veces por el Padre Kentenich y también dio allí algunas charlas.

La cosecha del día

Para todos fue una profunda vivencia estar ese día en Ennabeuren y conocer más al Padre Kentenich. De allí surgieron los siguientes comentarios:

  • La permanencia en Ennabeuren me acercó al Padre Kentenich.
  • Cada persona era importante, valiosa para él. Él se entregó totalmente a la gente.
  • El Padre Kentenich se preocupaba mucho por el alma.
  • Él quería a Dios, estaba convencido del amor de Dios y se sentía guiado por Él.
  • Tenía una gran confianza en Dios y vivió convencido en la fe en la Divina Providencia.
  • Conmueve estar donde vivió y rezó el Padre Kentenich en tiempos difíciles.
  • Es increíble el servicio altruista del Padre hacia los demás.
  • Es importante ir a los lugares donde él estuvo, seguir sus huellas, no solamente haber oído de ellas. Es muy diferente si se siguen los mismos caminos por donde él anduvo.
  • En verdad podemos decir: el camino del Padre es nuestro camino. Y debe ser más hasta 2014.

Traducción: María Gabriela Kyling, Osorno, Chile

 

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