ARGENTINA, Claudia Echenique •
Esta semana, mientras leía todas las reseñas y las evocaciones que muchos hicieron sobre el P. Antonio Cosp, recordé una anécdota personal con él. A mediados de los años ’90, comenzaron a digitalizarse muchas fotos, videos, películas y audios que estaban en formatos analógicos. Y ese era uno de los trabajos que yo hacía, además de las grabaciones y ediciones de los videos. Sabiendo eso, el P. Antonio, que ya estaba por volver a Paraguay después de muchos años en Argentina, un día me llamó. “Tengo una consulta y un pedido para hacerle”, me dijo. “Lo escucho, padre”, respondí. —
Curso Verbum Patris con el P. Kentenich
Necesito transformarlo para poder compartirlo
“Tengo en mis manos algo que es muy valioso para mí y que ahora me doy cuenta que es una reliquia para la familia de Schoenstatt Paraguay. Pero no puedo compartirlo si no lo transformo y por eso recurro a usted”. Mi intriga aumentaba a medida que lo escuchaba.
“Cuando tuve mi entrevista personal con el P. Kentenich en 1966, yo llevé un grabador para registrar ese diálogo en audio. Un poco para tenerlo como recuerdo y otro poco porque mi alemán no era tan bueno entonces y así podría comprenderlo mejor al volver a escuchar la grabación”.
En ese momento, recordé un relato del P. Ángel Strada, que lamentaba no haber llevado un grabador a su entrevista personal con el fundador, como habían hecho algunos de sus compañeros del curso Verbum Patris.
Grabador Geloso
¿Podría hacer ese trabajito?
Entonces, llegó el pedido del P. Antonio: “Quiero recuperar esa grabación pero fue registrada en viejo grabador Geloso, los de cinta… y obviamente, ya no tengo ese grabador ni ningún otro que pueda reproducir esa cinta. ¿Usted podría hacer ese trabajito? Sería muy valioso para mí y también para toda la familia de Schoenstatt Paraguay…”.
Y aquí vino el verdadero valor de ese tesoro que el P. Antonio guardaba en una pequeña y vieja cinta. “Es que, en ese diálogo, el P. José Kentenich dice la palabra ‘Paraguay’ ¡y es el único registro que tenemos de su voz diciendo Paraguay!”.
Los dones son tareas decía el fundador de Schoenstatt. Así fue como a los pocos días le entregué al P. Antonio esa conversación en formato de cassette de audio (aun no existía el CD), con varias copias para que pudiera compartir con muchas personas esa perla tan valiosa para la Nación de Dios, Corazón de América.
