BRASIL, Ruy Kaercher /Maria Fischer •
Domingo, 10 de diciembre, segundo domingo de Adviento, aniversario de la coronación de la Madre tres veces admirable en el Santuario Original en el año 1939. La puerta que tantas veces vimos cerrada durante los meses de lucha por este santuario, bendecida el 11 de diciembre hace 46 años, se abre. Se abre para recibir a cientos de peregrinos que recorrieron la carretera BR-471 en procesión hasta el antiguo santuario, ahora mantenido por la Asociación de Devotos de la Madre y Reina de Santa Cruz do Sul. Y esta Madre y Reina saluda a los peregrinos en la puerta, en una imagen grande. Les espera. No espera en vano. Estan llegando, cantando, rezando, con imágenes de la Madre tres veces Admirable puestas en camionetas adornadas… —
Peregrinos del santuario
Los arbóles del Santuario
Helena Hermany, alcalde de Santa Cruz do Sul (der.)
Una de las marchas de la Caminata por la paz partió de la capilla de Nuestra Señora de Gracia, en el barrio de Santa Vitória, y la otra del intercambiador del barrio Bom Jesus.
El tiempo nublado y la temperatura suave ayudaron a los fieles durante el trayecto, que fue escoltado por equipos de la Brigada Militar y de la Guardia Municipal para garantizar la seguridad de todos a lo largo del camino. En el santuario, cuando salió el sol, los numerosos árboles proporcionaron una sombra muy necesaria. Estos arboles que se quedaban, que volvieron a florecer para dar sombra a los peregrinos y colores al lugar.
La vela de la paz
«Hoy hemos encendido la segunda vela del Adviento, que es la vela de la paz. La Virgen nos invita a apreciar esta paz y a ser paz para el mundo», dijo el P. Leão, rector del santuario, antes del comienzo de la misa.
Una vela de la paz que gracias al capital de gracias de tantos peregrinos iluminara Tierra Santa, Ucrania, y tantos paises del mundo donde falta la paz.
“Es un lugar bendito y sagrado”
Entre los peregrinos, estaba también Helena Hermany, alcalde de Santa Cruz do Sul, que apoyó mucho las luchas por conservar este lugar santo, este santuario, una joya de la ciudad de Santa Cruz do Sul.
En la prensa local, donde esta peregrinación con Maria por la paz tuvo una repercusión fuerte, se citaba a Eliete Rahmeier, jubilada de 64 años, residente en el barrio de Arroio Grande. Ella dijo que siempre ha participado en las peregrinaciones y otros actos del antiguo santuario. Por eso asistió y pretende mantener la tradición de fe y religiosidad que allí existe. «No podemos dejar que muera aquí, es un lugar bendito y sagrado. Estoy muy contenta de estar hoy aquí».
Seguramente que la Santísima Virgen también está muy contenta de estar rodeada por tanto amor, en este su santuario. El 11 de diciembre, hace 46 años, el obispo D Alberto Etges consagró este lugar a la Madre de Dios. Ella aceptó la invitación y prometió quedarse. Cumplió.
Santuario de Santa Cruz do Sul, 10.12.2023
