PARAGUAY, P. Antonio Cosp. Me tocó participar en el primer gran centenario de Schoenstatt. El 16 de noviembre de 1985 conmemoramos los 100 años del fundador. La fiesta en Schoenstatt (en septiembre del mismo año) fue muy internacional. Participó también un grupo de paraguayos. Se sentía una gratitud inmensa por tener al P. Kentenich como nuestro papá. Su misión de vida fue tan notable que dio a luz una familia llena de ideales, de entrega, con fuerte conciencia de misión. Este jubileo del santuario y de la alianza el 18 de octubre nos encuentra en una situación similar.
Sólo que más crecidos y expandidos en el mundo. ¿Qué pasaba por la mente y el corazón del Padre José Kentenich en ese 1914?
1º Casi se frusta su vocación sacerdotal. Los superiores lo veían como enrrollado en sí mismo, peleador cuando se trataba de ideas a ser defendidas.
2º Su vida afectiva se fue sanando, su mente se ordena gracias a vivir tan estrechamente vinculado a la Mater y es ordenado en 1910.
3º Considera que los jóvenes que le fueron confiados tienen problemas semejantes y que el tiene en su autobiografía las herramientas sanadoras.
El Padre Kentenich pasó por los problemas del mundo moderno
En una palabra, nuestro querido P. José pasó por los problemas del mundo moderno. Dios le fue regalando un camino sanador para que él lo aplicara en los jóvenes. Por eso, aquel 18 de julio del 14, al leer el artículo sobre el santuario en Pompeya por iniciativa del hoy beato Bartolo Longo, el corazón le pega un salto: por qué no, que nuestra capillita que la estamos arreglando llegue a ser un santuario de María donde los jóvenes puedan hacer el camino que él mismo hizo.
Los preludios fueron la asociación misionera, para que los chicos aprendieran a vivir y enriquecerse de la comunidad; luego el acta de prefundación en 1912 con el desafío de la autoeducación bajo la protección de María y, finalmente el ganar a los jóvenes para pedir entre todos a la Virgen que hiciera de la capillita su casa y de su corazón un hogar para los chicos.
Pocos recordaron en los años siguientes el acta de fundación
Poco a poco, sobre todo José Engling, se fueron vinculando al santuario. Pero pocos recordaron en los años siguientes el acta de fundación.
Sí, aportaban al capital de gracias. Sí, visitaban a la que entonces llevaba ya el título de MTA. Pero recién se les ocurrió celebrar cada 18 de octubre al cumplir en 1929 el santuario 15 años. El Padre Kentenich no imponía… suscitaba vida pero esperaba que esta tomara sus iniciativas.
El fenómeno del 18 de octubre
Y ¡qué genial! que sea nuestro santuario diocesano y nacional, el Santuario de Tuparenda, el que recibe más peregrinos cada 18.10. … Creo, incluso, que el original no nos ganará este año. Con santo orgullo por nuestra historia santa, que la reeditamos cada día y sobre todo cada 18 de mes, renovando nuestra alianza y aportando al capital de gracias.
El P. Antonio Cosp es Director Nacional del Movimiento de Schoenstatt en Paraguay y miembro del equipo redaccional de schoenstatt.org
