Publicado el 2011-08-25 In Jubileo 2014

Hacia el 2014: en Alianza con Marruecos

Heilige Messe "im Bündnis mit Marokko"Agathe Hug. ¿Qué relación hay entre San Bernardo de Claraval y Marruecos? Sucede que ambos estuvieron presentes en la Santa Misa hacia el 2014 celebrada en el Santuario Original: con el formulario de la Misa del día – San Bernardo de Claraval – se rezó por y con Marruecos. Si se piensa en la época en la que vivió Bernardo de Claraval y en las relaciones entre el Islam y el cristianismo, entonces es fácil llegar desde San Bernardo a Marruecos, pero también a la misión de Schoenstatt.

 

Marokko

El P. Francisco García Huidobro, de Chile, celebró la Santa Misa «hacia el 2014» en alianza con Marruecos. Allí se encuentran las primeras semillas de la Alianza de Amor: la Virgen Peregrina, y desde allí se reciben visitas a la página internacional de Schoenstatt en Internet. Cada sábado, en esta Santa Misa «hacia el 2014» se incluyen los temas, intenciones, acontecimientos y proyectos de la Familia internacional de Schoenstatt en ese fin de semana o en los días que le siguen (esta información ya se puede obtener aquí el viernes anterior), como también los pedidos personales de oración que se envían al Santuario Original por medio de «Rezamos juntos». Esta vez llegaron desde Austria, Suiza, Alemania, la Argentina, Portugal, España, EE.UU. y México.

La Familia de Schoenstatt de Paraná, Argentina, envió la foto de Juliana Sokolowsky, a quien se le declaró repentinamente una enfermedad incurable. Ella, junto con su marido, llevó Schoenstatt a distintos pueblos de su provincia, Entre Ríos: Diamante, Stroebel, Spazenkutter, Aldea Brasilera y las zonas rurales que las rodean. Ella sola motivó la construcción de seis ermitas de la Mater. Otros envían simplemente una larga lista de nombres… nombres de personas que quieren que sean mencionadas en el santo lugar de Schoenstatt, donde nació la Alianza de Amor. Una costumbre que ya estaba vigente en los primeros tiempos de Schoenstatt.

Las intenciones que este sábado se mencionaron: naturalmente la JMJ en Madrid, el encuentro anual de la Campaña de la Virgen Peregrina en Tucumán, la fiesta en honor de la Patrona de Sudáfrica, el 22 de agosto, que preparó, junto con la arquidiócesis, la Familia de Schoenstatt de Ciudad del Cabo…

San Bernardo de Claraval y el Padre Kentenich

FürbittenSan Bernardo fue uno de los más grandes mariólogos de la Iglesia. Predicó la veneración a la humanidad de Cristo y, como lógica consecuencia, la veneración a su Madre, la Virgen María. Ella es el acueducto, el canal por el que Cristo llegó a nosotros, por el que nos llega la gracia hasta hoy. Los schoenstattianos lo conocemos de una u otra manera. Corresponde a nuestra espiritualidad originaria.

En la Jornada sacerdotal de 1941, el Padre Kentenich incluyó en el tema «El sacerdote mariano» (y también en el último curso, así llamado «Canto del cisne») tres pensamientos de San Bernardo:

1. Opus, quod solus artifex supergreditur: María es una obra solo superada por su Autor.

2. (Etiam) propter hanc totus mundus factus est: todo el mundo ha sido creado también por Ella.

3. Omnia nos per ipsam habere voluit Deus: según la voluntad de Dios, todo lo recibimos por medio de Ella.

Y concretamente en la Jornada que predicó desde el 20 al 24 de julio de 1941: «Pero a partir de reflexiones teológicas, se puede decir: el Redentor está inseparablemente ligado a su Madre. Ambos fueron pensados eternamente por Dios como una biunidad, en la revelación y en la realización de esa idea originaria. Esta misma predestinación que tuvo a Cristo como objeto, la tiene también a la Sma. Virgen. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido.

Esto significa que todas las ideas centrales que se puedan buscar como fundamento parcial de toda prédica, deben estar unidas a la Sma. Virgen. No puedo ver a Cristo sin ver también a su Madre.

Esta fue, desde el principio, nuestra postura fundamental. El punto de vista formal que quisimos mostrar en nuestra imagen (de la MTA), es la biunidad de la Madre y el Hijo. Esto está expresado también en nuestras oraciones más antiguas: «Madre tres veces Admirable… para que el mundo, por ti renovado, glorifique a tu Hijo Jesús» (H. el P. Nº 627). Y «Madre, con tu Hijo divino, desciende a los caminos de nuestra patria… Patria, solo tendrás salvación, si, en amor, te unes a María y a su Hijo» (Nº 628).

Esta es la misión de la Familia: ¡anunciar constantemente esta biunidad! ¡Tenemos que grabarnos de nuevo, constantemente, estos pensamientos!».

Es esta la misión de nuestro Fundador: anunciar esta biunidad de Cristo y María. Lo dice en la alocución pronunciada en 1958 – con ocasión de su 73º cumpleaños – en el Santuario del exilio, en Milwaukee: «En las últimas semanas hemos escuchado un par de veces las palabras que Dios le dirigió al profeta Isaías: ‘Antes de que hubieses sido concebido en el seno de tu madre, ya te había elegido y llamado por tu nombre: ¡eres mío!’ (Cfr. Jer 1,5; Is 49,1; Is 43,1). Esta expresión se ajusta de un modo único al día de hoy, a la fiesta que nos une aquí, en el Santuario. ¿Qué significa ‘te he llamado por tu nombre, eres mío’? En primer lugar significa que Dios me ha llamado a la existencia. Creemos que Dios lo ha dicho así hace 73 años. Dijo: te he llamado a la existencia desde la nada. Hace 73 años me llamó por mi nombre y dijo: ¡eres mío! ¿Qué significa esto? Dijo: eres mío con tu originalidad y con tu misión original…

Si le preguntáramos a San Pablo cual fue su misión, nos diría: me fue dada la misión de anunciar al mundo el misterio de Cristo, el Redentor, el Mediador, la Cabeza del Cuerpo Místico. Automáticamente nos preguntamos ahora: ¿cuál fue la misión que me fue dada hace 73 años? Mirándolo a San Pablo con el rabillo del ojo, puedo decir: ¡mi misión ha sido y es anunciar al mundo el misterio de María! Mi tarea es anunciar a la Sma. Virgen, revelarla a nuestra época como la Colaboradora permanente del Redentor en toda la obra de la salvación, como la Corredentora y la Medianera de todas las gracias; la Sma. Virgen profundamente unida con el Redentor – una biunidad – con la misión específica que tiene en los Santuarios de Schoenstatt para el tiempo actual».

Bernardo de Claraval recibió el título de Doctor melifluo a causa de su estilo de predicación: marcadamente afectivo y emocional. Frecuentemente fue representado con una colmena. (Otra forma de representarlo fue con una mitra a sus pies, como símbolo de su reiterada renuncia a la dignidad episcopal). Uno de sus discípulos cistercienses fue el Papa Eugenio III. Él le dio la difícil tarea de reclutar a los participantes de la segunda cruzada (1147 – 1149). Si esto actualmente se considera bueno o no, está en otro papel y corresponde a un delicado y controvertido capítulo de la historia de la Iglesia. De todos modos, solo se pueden entender las cruzadas desde el punto de vista religioso y del contexto histórico de la Iglesia y del mundo en aquella época.

Palabra clave: cruzadas y por qué se perdió el cristianismo en el norte de África

Pero la palabra clave, cruzadas, nos lleva a Marruecos. En el siglo VII el aún joven Islam conquistó el norte de África, los países que rodean al Mar Mediterráneo y así llegó a Marruecos y también a España y Portugal. No fue una guerra misionera, sino simplemente fue la expansión del dominio. No fue una conversión a sangre y fuego, sino la ampliación del Imperio otomano. Así se expandió el Islam, en parte por medio de ejércitos belicosos, pero también en forma muy sencilla, por medio de una política inteligente. Para los pueblos avasallados, como las provincias occidentales del Imperio romano ya cristianizadas, en parte con comunidades florecientes, existía la posibilidad de aceptar la nueva religión o transformarse en «Dhimmi», en ciudadanos obligados a pagar tributo. Y la gente se convirtió a la nueva religión porque les traía bastante provecho. Los soberanos musulmanes eran más liberales, tolerantes y humanos que los soberanos cristianos. Ellos les traían libertad y también progreso, como por ejemplo una medicina árabe altamente desarrollada. Y no por último: exigían pocos impuestos. Los cristianos convertidos al Islam podían conservar sus templos y practicar su religión como quisieran. Pero a los califas musulmanes no les hacía ninguna gracia cuando tenían la impresión de que alguien ofendía al Islam. Entonces, los cristianos involucrados fueron decapitados sin piedad y así el ejército de los mártires a causa de la fe ha sido importante en cada época.

Grandes santos, cuyos nombres son conocidos hasta hoy, proceden de las florecientes comunidades norafricanas: Cipriano, Perpetua, Felicidad, Tertuliano. Los conquistadores pronto siguieron migrando. Al comienzo del siglo VIII, por ejemplo, ya había muchos árabes en Egipto que excluyeron a los coptos de la administración y declararon al árabe como idioma oficial. Continuando hacia el oeste, solamente ofrecieron alguna resistencia los beréberes cristianos de ese entonces. Hablando de beréberes: San Agustín nació en el territorio de la actual Argelia y su madre, Santa Mónica, descendía de una familia berberisca cristiana.

En los siglos siguientes la cultura árabe marcó cada vez más fuertemente la vida en el norte de África y aún hoy se encuentran, en monasterios cristianos, listas de monjes que por ejemplo se llamaban Mahoma, no porque fueran musulmanes sino porque en esa época era normal elegir nombres árabes, correspondientes a la cultura islámica. Esto no cambió tampoco con las cruzadas. Unos siglos después colapsó el Imperio otomano, pero los países en torno al Mediterráneo ya hacía tiempo que se habían independizado y conservaron el Islam como religión del Estado: en parte es así hasta hoy.

En 1630 los franciscanos comenzaron a evangelizar en Libia, sobre todo a los extranjeros y a los esclavos cristianos. Lo mismo sucedió en las ciudades portuarias de Argelia y Marruecos. Pero el cristianismo no pudo nunca más consolidarse.

Una «cruzada» en la Casa de la Alianza

La palabra Cruzada nos lleva de vuelta a Schoenstatt y a una anécdota que me contaron  hace poco, sucedida en la Casa de la Alianza en los años cincuenta.

En la Casa había ejercicios espirituales para sacerdotes. Debajo del techo, exactamente sobre los dormitorios, se alojaban chicas de la juventud femenina. Eran dos grupos, uno de Suabia y el otro de Maguncia, de la región del Palatinado. Estaban muy entusiasmadas porque justamente habían proclamado como lema anual una “cruzada del amor”. Bailaban, cantaban a grito pelado y coreaban con brío su nuevo lema de arriba a abajo en su dormitorio. Esto encontró abajo – donde pretendían dormir los sacerdotes – poco amor recíproco, pues eran las 2 de la madrugada… Los sacerdotes se hicieron notar golpeando un poco el techo. Pero las chicas se alegraron más aún por haber establecido contacto con el piso de abajo y cantaron su lema aún con más fuerza, acompañándolo con un vigoroso zapateo. Eran muy cordiales y contestaban cada saludo. El fin se produjo con la aparición de una Hermana de María, que emergió repentinamente de una puerta y les explicó que el contacto establecido con el piso inferior no manifestaba en absoluto una buena acogida sino que era una declaración: Ustedes han anunciado la cruzada del amor, y nosotros la tenemos que vivir sin quererlo…

El próximo sábado: México

Al final de la Santa Misa en el Santuario Original se comprobó que será un hermoso día en Schoenstatt. Se disipa la niebla matutina y aparece un sol radiante. El próximo sábado es el turno de México. Eduardo Shelley y el P. Gonzalo Castro, de Monterrey, quieren hacer presente a México en el Santuario Original con un saludo ¡lo esperamos expectantes!

Video (gracias a schoenstatt-tv)


Y gracias a Cassio Leal, de Brasil, hay aquí algunas impresiones marroquíes…

 

 

Traducción: aat, Argentina

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *