En el corazón del Padre comenzamos nuestro camino de alianza hacia el 2014

La Novena de 63 días

El 18 de octubre de 2010 marcó el comienzo de nuestra novena de 63 días en preparación para esta ocasión. Fue el comienzo de nuestro camino de alianza hacia el 2014. Nuevos comienzos llenos de esperanzas como destacó el Padre Bryan Cunningham en su magnífica carta, que fue leída junto con los bien informados documentos de la Hermana Suzanne Duncan, y que enmarcaron la secuencia de acontecimientos que condujeron a la propuesta de celebración de los 100 años de la Alianza de Amor. La novena fue nuestra compañera diaria desde el 18 de octubre, a medida que avanzábamos en nuestra peregrinación, inspirados en las palabras y enseñanzas de nuestro Fundador.

En el Cenáculo de nuestros Santuarios Hogar rezamos pidiendo la intervención del Espíritu Santo para ayudarnos a superar las decepciones de anteriores expectativas que no se materializaron, por la reconciliación y el cierre de heridas pasadas, preparando un Adviento lleno de esperanzas. También pidiendo su ayuda para la planificación necesaria para vincular nuestro Santuario Hogar de Port Elizabeth, el primer santuario en tierra Africana, el de Cathcart, y la peregrinación mundial del símbolo del Padre visitando los centros schoenstattianos de todo el mundo como parte del trienio de preparación de la Familia de Schoenstatt para la celebración y renovación de la Alianza de Amor el 18 de Octubre de 2014.

La visita del Padre Kentenich a Sudáfrica

La visita del Padre Kentenich a Sudáfrica desde 31 de diciembre de 1947 al 18 de diciembre de 1949, sembró en las Hermanas la semilla de un santuario, idéntico al Santuario Original en Alemania. Las Hermanas, en la forma de una consagración, se comprometieron a asumir la misión que él les entregó: en la fuerza de la Alianza de Amor perfecta con la Madre Tres Veces Admirable y Reina de Schoenstatt. Hacer todo lo posible para realizar el ideal del hombre nuevo y la nueva comunidad como un servicio a la Iglesia de Sudáfrica, para gloria y honor del Dios Uno y Trino. En nuestro contexto sudafricano, tenemos la historia de las Hermanas de María, las pioneras, donde podemos ver los primeros frutos de la Alianza de Amor y cómo a través de su confianza en la Divina Providencia y sus humildes comienzos, como instrumentos que comenzaron su labor en la Diócesis de Queenstown, en la esperanza de descubrir el plan del Padre.

Preparativos en Port Elizabeth

Siempre hemos esperado tener un día un santuario de Schoenstatt en Port Elizabeth. El día 34 de la Novena, el Padre Kentenich agrega: «También debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad por todos aquellos que la Santísima Virgen llame un día a unirse a nosotros. Tenemos que emplear todas nuestras capacidades para que un día un Santuario de Schoenstatt tome el lugar de esta pequeña ermita. La Santísima Virgen no viene por sí misma, quiere nuestra colaboración». Las reflexiones de los días siguientes fueron la chispa que encendió el plan de celebración de la visita del Símbolo del Padre a Port Elizabeth (día 35). «Así, un apóstol iluminado y con visión sobrenatural, se dirige mucho más frecuentemente y con mucho mayor gusto a la Virgen para mostrarla a nuestro pueblo y regalársela como su Protectora. De acuerdo con el plan de Dios, «Ella es la Gran Misionera: Ella obrará milagros».

El Padre Noel Winston, miembro del Consejo de los Capuchinos en Sudáfrica, aceptó celebrar la Santa Misa en la parroquia Corpus Christi a las 5:30 del 14 de diciembre de 2010 -La Santísima Virgen María y la Anunciación del Señor. Se preparó un folleto para la Misa, que incluía una breve historia de la peregrinación del Símbolo del Padre y una introducción a la historia de fundación de Schoenstatt. Margaret Tennant leyó las lecturas y Kevin West dirigió la oración de los fieles. Darryl Date Line y Owen Kimson asistieron como acólitos. El Padre pidió a Frank Manson-Kullin la preparación y entrega de la homilía como la persona con mayor conocimiento sobre Schoenstatt y el Símbolo del Padre. La organista, Pam Louwrens, residió en Villa María Ciudad del Cabo como joven estudiante.

Dale Schmitz, del segundo curso de la Federación de Familias, había llegado en el último vuelo desde Johannesburgo a Port Elizabeth en la víspera, colocando el símbolo del Padre en el Santuario Hogar de los Manson-Kullin. El martes pasó un rato ayudando a Helen y Frank, revisando los documentos y los arreglos finales para la celebración en Port Elizabeth. Dale y Helen colocaron el símbolo del Padre en un lugar de honor delante del altar. Después de la Misa y bendición con el Santísimo Sacramento, el símbolo del Padre visitó a Ivy Date Line, en el Hospital Provincial, donde había sido operada esa misma mañana. Ivy hizo su primera consagración a la Mater en la parroquia de Corpus Christi. Humewood en 1969 cuando el Padre Ripberger trajo el Símbolo del Padre a Port Elizabeth en su primera visita a Sudáfrica. Se realizó una breve ceremonia en la Sala del Hospital con el símbolo del Padre en el centro de un círculo de la Familia de Schoenstatt. Durante ella, Ivy recibió la Comunión y la bendición de los enfermos. Después de la consagración y las oraciones de los peregrinos, el pequeño grupo, incluidos Darryl y Owen, cantó «Protéjanos tu manto», «Mantén el alto el Cetro» y «Oh Trinidad».

En Cathcart

La mañana siguiente viajamos bajo la lluvia a Cathcart, a unos 360 kilómetros, en peregrinación a nuestro Santuario. Conduciendo a través de las montañas, tuvimos la oportunidad de hacer algunas oraciones, y mientras subíamos el Paso de Nico Malan, la belleza de la naturaleza y la proximidad de las nubes cubriendo la montaña, sirvieron como recordatorio de las hermosas oraciones del Fundador en el «Hacia el Padre». Las hermanas de Cathcart nos dieron la bienvenida llevando el Símbolo del Padre a la Hermana Iona, y desde ahí al Santuario para hacer oraciones de acción de gracias por un viaje sin inconvenientes. Se incluyeron los cuatro sacerdotes africanos que estaban esperando nuestra llegada: los padres Matthias, Ludwe, Sivuyile y Thulani.

Después de cenar en la casa de la Hermanas, condujimos con el símbolo del Padre por la N7 que atraviesa Cathcart y bajo el cartel indicador del Santuario nos encontramos con un gran grupo de peregrinos y miembros de la Familia de Schoenstatt esperando bajo la lluvia. A continuación de una «bienvenida tradicional» con el canto africano de alabanza, la asamblea completa salió al camino y si dirigió por Rodhes Drive hacia el Santuario de Schoenstatt cantando y bailando mientras avanzaban. Esta es la cultura africana: salir a buscar al huésped de honor y personas importantes, y acompañarlas hasta su casa, en esta ocasión el Santuario, cantando y bailando. Los peregrinos repletaron el Santuario desbordándolo como ocurre en todos nuestros santuarios.

La carpa especial para acoger a la familia de Schoenstatt, peregrinos y amigos, había sido cuidadosamente preparada por las hermanas y sus dispuestos ayudantes, con un altar central y asientos a tres lados. El punto central fue el Símbolo del Padre. La Hermana Iona, Superiora Provincial había volado desde Ciudad del Cabo y nos dio la bienvenida. Luego presentó un power point sobre el símbolo del Padre, que fue muy bien recibida por el grupo cautivado que entendió prácticamente todo lo que se iba diciendo, con pequeñas intervenciones para traducir del inglés al xhosa. La Hermana Iona hizo otra impactante presentación de la Carta de Dios a su hijo y le agradecimos el tiempo que se tomó juntándolas. Ambas presentaciones tuvieron una excelente acogida y mostraron la relación entre la vida del Padre Kentenich, el símbolo del Padre junto a Dios Padre. La celebración nocturna continuó mientras el cielo se abrió lloviendo a cántaros. La bendición y devociones, fueron seguidas por oración y el traslado del símbolo del Padre a la casa de las Hermanas hacia medianoche. La juventud y algunos adultos permanecieron toda la noche en vigilia en el Santuario.

Se necesita una procesión para que Dios pueda venir y bailar con nosotros

Llovió toda la noche y la mañana siguiente cuando Frank y Helen regresaron a Cathcart para la Misa de Acción de Gracias a las 9:00, tuvieron que vadear un río de agua que había corrido durante la noche. Esta ceremonia tuvo que trasladarse a la iglesia parroquial debido a la fuerte lluvia y fue oficiada por el Padre Matthias quien celebró la Misa de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Divina Providencia. La Iglesia, absolutamente llena, pareció desbordar con el canto jubiloso del coro africano.

Cathcart es una ciudad única, como escribió Jennifer Wild en una oportunidad: «Puede ser considerada el crisol de la historia de Sudáfrica. Para ser un lugar tan muy pobre y olvidado del país, Cathcart ha tenido una influencia sobre el desarrollo de El Cabo y Sudáfrica y su herencia global no guarda proporción alguna con su tamaño. El Santuario de Schoenstatt en Cathcart es parte de esta historia local y parte de la historia de Schoenstatt, como el primer Santuario de Schoenstatt de África. Es el destino de muchos peregrinos que vienen desde cerca y desde lejos para pedir las gracias y hacer sus peticiones y ofrendas a la Santísima Virgen…».

Aunque la población local proviene de diferentes grupos culturales y sus orígenes son muy variados y diversos, la población rural tiene un ambiente de calma y profunda espiritualidad, razón por la cual era y es un lugar apropiada para que Santísima Virgen tuviera su casa. El Padre Kentenich no tardó mucho en descubrirlo. La gente sabe cómo celebrar y mostrar su espontánea alegría. Les encantan las procesiones y, en cita de Gertrud Mueller Nelson a su nieta hace algún tiempo, «es necesaria una procesión para que Dios venga y baile con nosotros».

En la celebración de la Santa Misa, ellos prefieren involucrar desde la entrada a toda la congregación, no sólo al clero, con cantos que inundan la iglesia. Las lecturas exigen una emocionante procesión y le sigue otra con la entrega de las ofrendas. Es una procesión con mucha pompa invitando los iconos de las paredes laterales de la iglesia a unirse a todos en la celebración de la Misa.

Después de la distribución de la Comunión, el Padre Matthais permitió la participación de:

• Frank Manson Kullin para recordar que él había asistido a la Misa celebrada por el Padre Kentenich en esta iglesia, durante la primera visita del Fundador a Cathcart, una fecha especial que permaneció en él por muchos años. Frank espera que la fecha de hoy sea igualmente importante para todos los presentes como lo fue la primera visita del Padre Kentenich.

• La Hermana Kathleen , bien conocida en Cathcart por su capacidad para lograr que las cosas se hagan, presentó a la Hermana Iona, residente en Ciudad del Cabo, como la Superiora Provincial, del Consejo Provincial de las Hermanas de María de Schoenstatt en África del Sur y Escocia.

• La Hermana Iona agradeció la participación de todos en la peregrinación del Símbolo del Padre y la renovación de la Alianza de Amor en el Santuario. Dio una breve descripción del programa de tres años de experiencia espiritual del Trienio de preparación al Jubileo de los 100 años de Schoenstatt, el 18 de octubre de 2014.

• El P. Matthais agradeció a la Hermana Iona y a las Hermanas de María y felicitó a la gran cantidad de jóvenes que bajo la conducción de la Hna. Jacky, participó en la peregrinación, en la vigilia nocturna, uniendo a los grupos de Cathcart y Stutterheim.

En su primera visita a Cathcart, el Padre Kentenich había sido invitado a celebrar Misa en la parroquia de la comunidad agraria, el día domingo 11 de enero de 1948. En aquella época el sacerdote celebraba de espaldas a la gente y la mayor parte de la congregación no escuchaba ni entendía el latín. Bien, el Padre Kentenich nos sorprendió. Incluso las hermanas estaban extrañadas, cuando él se volvió para leer la Epístola y el Evangelio en inglés, con voz tan clara y fuerte que podía oírlo desde el final de la pequeña iglesia. El Padre predicó en alemán con un traductor al inglés, así que tomó un buen rato. Luego, el Padre pidió disculpas por no hablar a los presentes en su propio idioma, habiendo estado sólo diez días en el país… ¡aunque podría ser quizás cuando volviese por seis semanas!

Estamos unidos en la Alianza de Amor: Padre, tu Alianza nuestra Misión.

Traducción: Carmen Rogers, Santiago, Chile