Publicado el 2010-10-30 In Jubileo 2014

En el camino hacia el 2014

P. José María GarcíaECUADOR, Mariuxi Villacrés de Andrade. El P. José María García es el responsable junto a un equipo internacional, de la preparación para celebrar los 100 años de Schoenstatt en octubre del 2014. Visitó por primera vez Ecuador hace unas semanas, y dejó su mensaje para unirse y prepararse para esta gran celebración. El punto de partida se marcó este 18 de octubre, al declarar el trienio de preparación como familia internacional para el Jubileo del 2014. En el contexto de esta visita se realizó la siguiente entrevista.

 

 

¿Cuál es la intención de proclamar este trienio como punto de partida para celebrar los 100 años de Schoenstatt?

Lo central del Jubileo no es la parte organizativa, estos son medios al servicio de lo fundamental de la celebración, que es la vida de la familia. Lo que vamos a celebrar son los 100 años de la Alianza de Amor, hecha vida y también en sus proyecciones. Es importante como la vida en común de la familia internacional, con las corrientes que la definen, puede entrar en interrelación. En este tiempo de preparación hacia el 2014 vamos a marcar cada año una corriente de vida que se marcaron como comunes en la Familia de Schoenstatt internacional en la jornada de planificación del 2009; corriente que la vitaliza, la dinamiza, la hace fecunda y la proyecta. Esta preparación es realmente una refundación de Schoenstatt en el sentido que el Padre utilizaba.

¿Cuáles son estas corrientes y cómo nos preparamos para esta renovación de la Alianza en sus 100 años?

El primer año empezamos con la corriente del Padre Kentenich, porque el acto fundacional ocurrió desde él, desde su fe y su manera de vivirla analizando los símbolos de los tiempos. Su fe despertó la confianza y la fe en Schoenstatt, primero en los congregantes, después en la Familia. No se trata en primer lugar solo en saber más de él, sino de intercambiar sobre la vida que hay en torno al Padre y a su carisma en la familia de Schoenstatt internacional.

En el segundo año queremos marcar como corriente al hogar de esta familia que es el Santuario. Esto tiene una connotación vital y organizativa muy importante porque el Santuario se sostiene con la Alianza de cada schoenstattiano. Queremos que el centenario lo celebre y lo organice cada schoenstattiano, viviendo su alianza. Partiendo del Santuario corazón de cada schoenstattiano por toda la red de santuarios personales y locales hasta el santuario original. Es la manera en la que todos pueden y deben participar. Si quedan schoenstattianos excluidos o afuera, todos perdemos.

El tercer año lo marca la corriente del envío misionero, de esta familia que surge, es mariana y misionera. Que siendo familia actúa como tal, no solo hacia adentro sino también hacia a fuera, sirviendo a la Iglesia y a la sociedad que es para lo cual fue creada.

Todos tenemos algo que entregar… ¿Por eso es tan importante el intercambio entre las familias de varios países, no quedarnos en el círculo local?

Una de las cosas que se nos regaló en la jornada de planificación en el 2009 fue la conciencia de que somos una familia internacional, que no es lo mismo que extendida internacionalmente. Desde la identidad de cada país, formamos una sola familia, donde no nos marcan las diferencias sino el experimentar la frase «¿qué puedo dar yo?». Vivimos en Alianza. Nada sin ti nada sin mí. Esa es la dimensión más existencial de la Alianza que queremos marque y asegure esta conciencia de familia internacional del Padre.

¿Cuales serian frutos concretos de esta misión?

Uno es la unidad real que se gesta desde el intercambio y el diálogo. No se puede amar lo que no se conoce. Para encontrarnos en una Alianza tenemos que conocernos. Trabajar en red con todo lo que las posibilidades que nos ofrece esta red de ser familia internacional y con el apoyo de la tecnología. Por eso queremos implementar un centro de comunicación para este proyecto.

En muchos ámbitos se aplica el trabajo en red, las redes sociales, los beneficios del internet… ¿Qué piensa usted de esto?

Con este tema de la red, yo escucho ciertos comentarios escépticos. No podemos aislarnos de la tecnología por los peligros que conlleva como todo proceso de vida, sino que tenemos que aprender a manejarlos. Además estas redes pueden responder y aportar a la manera de pensar de nuestro padre, al pensamiento orgánico. Las «redes sociales» son un excelente medio para concretar y articular la gran «red de vida y de gracias» que es nuestra familia de Schoenstatt internacional.

En los documentos sobre el 2014 q se habla mucho de la Cultura de Alianza… ¿Cómo definimos la Cultura de Alianza?

El schoenstattiano vive y actúa en Alianza con Dios, con la Mater y con los demás, también con su entorno y con la naturaleza. La dinámica de la Alianza se resume en la frase «Nada sin ti nada sin nosotros». Es decir, en un diálogo personal, que genera vinculación, en el que las personas se realizan, cumplen su misión ya ayudan a que el otro también lo logre. Los schoenstattianos vivimos y actuamos en Alianza, nuestra forma de pensar es siempre con otro, no es individualista. Es con el otro y a favor del otro. Eso es lo que va generando una cultura de alianza que ojala pueda trascender los limites de Schoenstatt.

Si todos lo viéramos tan claro, podríamos cambiar el mundo con esto…

¡Es que de eso se trata! Los franciscanos con la pobreza cambiaron la iglesia del a edad media. Los jesuitas cambiaron la Iglesia y así la sociedad de su época. Nosotros tenemos nuestra fe vivida en Alianza, que es capaz de cambiar las relaciones, el mundo de la política, del trabajo.

¿Que mensaje nos puede regalar a la familia de Ecuador?

Sean conscientes de los tesoros que tienen. Me impresiona la riqueza cultural y la vida tan heterogénea, como las diferencias entre los «serranos» y los «monos», como Uds. me decían que designaban entre sí los quiteños y a los guayaquileños. En esta diversidad está la riqueza y el desafío, porque como ecuatorianos tienen que vivir en Alianza. Compartan los tesoros que tienen. Crean que más allá de las dificultades hay unas raíces que son muy fuertes que los hacen tremendamente creativos y esos es un bien no solo para Ecuador sino para Schoenstatt Internacional.

P. José María García es español. Conoció Schoenstatt como estudiante de medicina y se decidió por el sacerdocio. Hizo el seminario en Alemania. Trabajó varios años en Chile con los jóvenes. Estuvo en la formación de novicios iberoamericanos de su comunidad en Tuparendá, Paraguay. Ahora es miembro de la dirección general de los Padres, miembro de la Presidencia Internacional de Schoenstatt, y responsable del Jubileo junto con el TEAM 2014.

Fuente: Revista «Familia del Padre», Ecuador

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