ALEMANIA, Hildegard Beckmann. Fui a visitar una familia a la región montañosa de Rhoen. Cuando era niña viví medio año con la señora de la casa, siempre nos llevamos muy bien. Hace poco y después de más de 50 años nos vimos de nuevo durante un velorio y nos pusimos de acuerdo para que yo pueda ir a visitarla.
¡No podía creerlo! Cuando llegué a su casa me quedé sorprendida al ver la imagen de la Virgen Peregrina. La familia recibió la imagen justo el día de mi llegada. Yo no sabía que ésta familia era parte del movimiento de peregrinos de Schoenstatt. Y esto nos unía aún más. ¡Qué precisión! Exactamente los días de mi visita estaba la Mater con ellos, entonces supe de inmediato que ellos también estaban conectados con Schoenstatt. ¡Cómo se ocupa de nosotros nuestro Padre Dios!
Me acordé de que a nuestro Padre y Fundador le ocurrió algo similar durante su exilio en Milwaukee. La Mater le siguió hasta su nueva morada y se construyó un santuario de Schoenstatt delante de su apartamento. En mi caso, la Mater estaba ahí antes que yo.
Fuente: www.gott-vertrauen.net
