ALEMANIA, fma. «Hace cien años, cuando los jóvenes se reunieron en la capilla con el P. Kentenich y sellaron la Alianza de Amor, la imagen de la MTA ni siquiera estaba todavía,» dijo Johannes Hoefle. «Mañana a la mañana queremos celebrar los cien años de la Alianza de Amor en un santuario tal como se hizo hace cien años, de manera que quitaremos la imagen de la MTA…» Esto fue idea de los jóvenes que pertenecen al equipo principal de las celebraciones por el jubileo en Schoenstatt auf’m Berg, Memholz. También fue idea de ellos hacer visible durante las celebraciones todo lo que ha sucedido a partir de la Alianza de Amor, usando una enorme tela sobre la cual escribieron meticulosamente hora tras hora todo lo que puede descubrirse aquí debido a la Alianza de Amor, y porque quieren llevar esta Alianza de Amor rumbo al segundo centenario de Schoenstatt.
El sábado a la mañana, antes de la celebración – hacía frío, pero era seco – reunieron a todo su equipo en el santuario. La edad promedio apenas superaba los 30 años, los primeros bancos estaban repletos de niños y adolescentes.
«Esa es la razón por la que vamos a sacar el cuadro de la MTA…»
«Realmente sentí escalofríos cuando oí el anuncio”, dijo una mujer. «Y cuando los jóvenes se subieron al altar y quitaron la imagen, me conmoví profundamente. Fue un momento verdaderamente muy fuerte…»
Uno de ellos leyó la historia de la llegada de la imagen de la MTA en 1915, la historia de este cuadro, que fue colocado en el santuario original en principio como una solución temporaria, porque a nadie le gustaba en realidad. Aún así, hoy nadie puede imaginar al santuario original sin la imagen, ni a los otros 200 santuarios, miles de ermitas, y los muchos miles de santuarios hogar en todo el mundo, o las prisiones, los hospitales, los centros de refugiados… Esta es la imagen que llegó a la Estación de Vallendar el Viernes Santo de 1915 envuelta en cartón.
Frutos
Solo el tenue zumbido del destornillador eléctrico demostraba que todo había sido bien preparado. El completo silencio solo fue quebrado por el sonido del destornillador. Tal vez así fue el 18 de Octubre de 1914.
«Hoy vamos a restaurar la imagen, de alguna manera; se ve algo sucia en los bordes,» destacó Johannes Hoefle. Él era el responsable de la logística de la celebración y la vigilia juvenil, así que todo estaba en sus manos.
Antes de la celebración de la Alianza de Amor, al día siguiente, el cuadro fue colocado junto a la estatua del P. Kentenich. Más tarde sería llevado nuevamente al santuario. En ese momento, el registro material de los frutos de la Alianza de Amor se “derrumbaría”.
Un santuario vacío – porque la Madre de Dios y de todos nosotros está con nosotros aún cuando no podamos verla.
El altar vacío marcó el momento entre la primera y la segunda centuria de la historia de Schoenstatt.
«Nos recuerda que la Madre de Dios está con nosotros cuando estamos inmersos en nuestra cotidianidad y no podemos ver su imagen,» explicó Johannes.
Alguien estaba seguro de haber oído un dicho que se pronunció en aquel 18 de Octubre de 1914: ¿Te preocupas? … Ahora preocúpate de cumplir tus deseos… No te preocupes por la segunda centuria de Schoenstatt…»
No te preocupes por cumplir tus deseos
A lo largo del día, mientras todos estaban ocupados en la montaña y en la casa limpiando, lavando, decorando, plantando, desmalezando e imprimiendo, mientras se compaginaban los cuadernillos con el programa y se hacían cada vez más carteles, mientras las tareas a completar iban disminuyendo cada vez más en la gran cartelera y los ayudantes iban en aumento, el santuario estaba vacío. Estaba a la espera de la Madre de Dios, y la gente a la espera de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Estaba esperando a aquellos que la llevarían hasta allí una vez más – los jóvenes, igual que aquellos jóvenes de hace cien años. Esperaba los nuevos frutos de la Alianza de Amor, los frutos para los demás: las familias, los jóvenes, niños, peregrinos, empresarios, ejecutivos, los pobres, para todos aquellos que la Madre Santísima quería que estuviesen aún cuando no pudieran ver su imagen. Más de lo que se podría imaginar.
Original: alemán. Traducción: Cecilia Mata, Buenos Aires, Argentina
Fotos
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| May 17, 2014 |
