Publicado el 2013-05-29 In Vida en alianza

Un regalo de Pentecostés en Inglaterra

Pablo Ibarra. Sucede que los días previos al 18 de mayo estaba un poco «triste» y extrañando mucho mi querido Bellavista, la familia, mis amigos de la rama de Universitarios, mis amigas de la JF, en general todo lo que rodea al Santuario Cenáculo,  puesto que todas estas fechas son motivo de celebración. Imagínense, misa de alianza el 18, fiesta de Pentecostés (Bellavista es el santuario cenáculo y es obvio que tenemos vigilia de Pentecostés) misa de aniversario de la bendición del Santuario de Bellavista, aniversario de la llegada del Fundador a Schoenstatt, y luego finalmente la fiesta del Tercer Hito el 31 de mayo. Toda una semana de celebraciones y encuentros con la familia nacional. ¡Qué ganas tenía de estar allá en esos momentos!

Por supuesto que le conté esto a la Matercita y ¿que hizo Ella? Me trajo Bellavista para acá, ¡¡sí, a Manchester!! ¿Como? se preguntarán ustedes… El sábado 18 una familia visitó el santuario y yo estaba por allí usando mi poncho por que aún hace frío acá (sí, aún hace frío en primavera). De pronto escucho en español «¡yo reconozco ese poncho!». Me doy vuelta y me saluda una familia que jamás había visto en mi vida, pero que sin duda eran chilenos. Nos pusimos a hablar en inglés hasta que no aguantamos más y comenzamos a hablar en chileno. Entonces los invité a misa. Debíamos correr, pues yo tenía que tocar el Angelus a las 12 en punto y eran las 11:58. «Vamos a misa y luego seguimos hablando». No tuvimos tiempo para presentarnos y nos acompañaron a misa en el Santuario. En misa nos dimos la paz muy latinoamericanamente con abrazos y besos. Al terminar la ceremonia ella me cuenta que viven en Inglaterra hace dos años y que hace pocos días descubrió que había un santuario de Schoenstatt acá en Manchester. Su hermano, que es peregrino en Bellavista,  le dijo «pues vete al santuario y encontrémonos ahí el sábado”… «Así que vinimos a juntarnos con mi hermano Pablito en el santuario. Él en Bellavista y nosotros acá»… Ahí fue cuando les dije mi nombre: «¡esperen, yo también soy Pablo, se encontraron con Pablo en el santuario!» Fue realmente genial. En verdad me sentí en el hogar otra vez. Luego tuvimos un hermoso día de Pentecostés, un fuego maravilloso, el Espíritu Santo realmente nos envolvió a todos y nos colmó con sus gracias. Él estaba entre nosotros esa noche, y en el centro nuestra Reina.

El aniversario de la bendición del Santuario de Bellavista

Hoy, lunes, los padres tiene libre; por lo tanto no hay misa, y era el cumpleaños de mi santuario, pero el Padre se encargó una vez más de regalonearme. El día sábado vino a vivir acá por tres semanas el padre Antonio Bracht. Primero, ya es un regalo porque habla español y hace tiempo que no hablaba español cara a cara con alguien (skype no es lo mismo). Y hoy, a las 17:30 me dice «Pablo, ¿puedes preparar el santuario para misa? Celebrare misa…» y yo salté (súper sanguíneo- inoportuno) «¿puedo asistir a misa con usted? Y el muuuy paternal me dijo «pues claro, solo que es una misa católica (jajajaja)» éramos él, Mary Cole y yo en el santuario. La misa más privada que he tenido en mi vida, y a la vez unido a toda mi familia en Chile. Al final, tuve misa para celebrar el aniversario de mi santuario, y luego hasta tuve pastel =D.  Jamás pensé que extrañaría tanto mi santuario, mi hogar. Perdóname Dios por esto, se que debo estar agradecido de vivir al lado del santuario, y lo estoy, estoy tremendamente agradecido al Padre por este regalo, el de vivir acá y de poder compartir con gente tan maravillosa, pero es ahí en Bellavista donde conocí Schoenstatt, y una parte de mí está en ese santuario. La Matercita conquistó ahí mi corazón para el Padre…

Más regalos imprevistos.

Pero el Padre Dios que nos ama y conoce cada una de nuestras necesidades se encargó de regalonearnos aun más, justo cuando uno piensa que ya no nos pueden llegar más regalos ahí en lo inesperado llega el reglo perfecto. Creo que nadie de la familia de Schoenstatt se esperaba que así sin esperarlo nos regalaran el Santuario Original, realmente fue un regalo que lleno nuestros corazones de alegría y gozo.

Para muchas personas todos estos sucesos pueden pasar como simples coincidencias, una serie de hechos al azar. Pero yo prefiero pensar que vienen de la bondad del Padre, Él es el que actua en nuestras vidas a diario, es su espíritu santo el que no permite que nos sintamos abatidos, es Él el que nos acompaña en TODO momento y no nos deja solos.

Y por otro lado prefiero hacerle caso al Padre José Kentenich cuando dijo “nada pasa por casualidad, todo viene de la bondad de Dios”. Sin duda fue él el que actuó en cada uno de estos regalos.

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Un regalo de Pentecostés en Inglaterra

Pablo Ibarra. Sucede que los días previos al 18 de mayo estaba un poco «triste» y extrañando mucho mi querido Bellavista, la familia, mis amigos de la rama de Universitarios, mis amigas de la JF, en general todo lo que rodea al Santuario Cenáculo,  puesto que todas estas fechas son motivo de celebración. Imagínense, misa de alianza el 18, fiesta de Pentecostés (Bellavista es el santuario cenáculo y es obvio que tenemos vigilia de Pentecostés) misa de aniversario de la bendición del Santuario de Bellavista, aniversario de la llegada del Fundador a Schoenstatt, y luego finalmente la fiesta del Tercer Hito el 31 de mayo. Toda una semana de celebraciones y encuentros con la familia nacional. ¡Qué ganas tenía de estar allá en esos momentos!

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