KENIA/TANZANIA, Marianne Meier/mda. Cuando un «misionero de pura sangre» de Alemania se va por medio año a Tanzania, entonces…esto se convierte en misiones porque no puede ser de otra manera y porque, cuando uno ya lo tiene en la sangre, todo lo que uno toca se convierte en algo misionero. Y todo esto ocurre en la gracia del Año de la Corriente Misionera… Katharina Hager está desde octubre del año pasado hasta la próxima Pascua de Resurrección en Tanzania en el Centro de Educación Montessori en Leshoto. En Navidad tuvo que viajar por motivos de Visa a Kenia y vivió unos días con Mónica Kimani, coordinadora del Movimiento de Schoenstatt de ese lugar…
Así es, cuando uno vive en corrientes –encuentros, conexiones y ¡vamos a la acción!
Katharina Hager les escribió a los misioneros en Alemania:
Ahora estoy de vuelta en Tanzania y he sido bendecida con ricas experiencias y vivencias en Kenia. Entre otras cosas tuve posibilidad de tomar contacto con schoenstattianos en Kenia, viví con ellos y pude conocer sus actividades. Esto me significó mucho.
Un día de Misiones-Kenia
Hubo un día muy especial sobre el cual quisiera contarles. Fue un verdadero día de Misiones-Kenia. Cerca de Nairobi hay un sacerdote de Schoenstatt, el Padre Simón, a quien pude acompañar durante un día. Primero fuimos a un pequeño pueblo donde existe el concepto de «pequeñas comunidades cristianas». Una comunidad de familias que se apoyan y que viven en solidaridad los unos con los otros. Esta comunidad había invitado al P. Simón a celebrar la Santa Misa y tenían preparado en uno de sus patios un lugar para celebrar la eucaristía. En medio de árboles de plátano, entre establos de animales y chozas de barro. El P. Simón me contó que en este pueblo ya habían escuchado hablar sobre Schoenstatt y pusimos una pequeña imagen de la Virgen Peregrina sobre el altar. Después de la comunión yo debía animar a las personas en su relación con María y contarles algo sobre Schoenstatt. OK, en forma muy espontánea y además en el idioma Kisuahilí – esto me sobrepasa un poco y un joven llamado George, que es el jefe y mantiene unidas a las familias, traduce para mí del inglés a su idioma materno que es el Kikuyu. Están muy atentos e interesados cuando una persona de piel blanca les habla. Después de la Sta. Misa hicimos un recorrido por el lugar y se bendijo con agua bendita cada habitación, los árboles, el estanque de agua y los animales. Al final se me permitió entregarle a la familia de George la imagen de Virgen Peregrina: ahora ella peregrinará por las familias de la comunidad quedándose una semana con cada familia. Las personas en este pueblo están increíblemente felices de que una persona blanca los haya visitado. El P. Simón me explicó que para ellos es de gran significado cuando una persona los visita desde tan lejos. Además, para ellos significa que Schoenstatt es algo muy serio, para ellos gana en respeto y credibilidad. Es increíble lo crucial que puede ser el color de la piel. A estas personas las llevo ahora en mi corazón, tenían unas caras tan felices a pesar de poseer tan poco.
Niños de Schoenstatt
Después viajamos a visitar a los “Niños de Schoenstatt”. Ya nos estaban esperando en la calle y cuando nos vieron llegar, todos se nos acercaron. Ya nos esperaban hacía bastante rato y estaban muy impacientes. Son un grupo de 13 chicos y chicas entre 4 y 14 años, los que se juntan todos los domingos por la tarde en uno de sus santuarios hogares. Dos chicas de 14 años son las jefas de grupo. Visitamos el santuario hogar de Margret, allí rezamos y cantamos juntos. Entretanto, hay 6 padres de estos 13 niños que se interesan por Schoenstatt, así me contaban. Los niños están llenos de vida y entusiasmo. Yo me siento más que feliz después de este día, la MTA realmente actúa aquí y al mismo tiempo en forma tan diferente en este ambiente tan distinto al que yo conozco. ¡Que esto sea realmente posible! También la MTA conoce muchos caminos.
Santuario-Mango
Luego pude conocer el ‘Santuario Mango’, una ermita bajo enormes y viejos árboles de mango. Allí se peregrina una vez al mes para celebrar la Santa Misa. Aquí uno se siente bien. Todo está al aire libre, no hay ningún edificio, pero los árboles son increíbles, ellos dan el cobijo del santuario.
La MTA en Lesotho
Ya me encuentro de vuelta en Lesotho con folletos de la MTA y oraciones en inglés, que distribuyo aquí. Una profesora ha pegado una imagen de la MTA con cinta adhesiva sobre su mesa en la sala de profesores, para que todos puedan ver a María, yo le había contado al respecto. Me sorprendí cuando ayer por la mañana, al entrar a la sala de clases, la MTA me miraba directamente a los ojos. Ella actúa. Increíble. Así este colegio se ha convertido para mí un poco más en mi hogar.
Para Pascua de Resurrección llegarán amigos de Katharina a Tanzania… cuatro schoenstattianos de viaje y aunque la visita en el Santuario en Isingiro no esté en el itinerario: ¡allí hay misiones!
Así es cuando se vive en corrientes – encuentros, conexiones y ¡vamos a la acción!
Original: alemán. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
