Publicado el 2012-07-21 In Vida en alianza

Campamento de Aliadas

ECUADOR, Hna. María Gracia. “Reina, mi fidelidad te corona”. Bajo este lema, comenzó el campamento de Aliadas de Quito, en Mindo, un hermoso lugar a dos horas de Quito. Participaron 16 chicas de la Juventud Femenina.

 

 

 

 

El objetivo del campamento fue: “Mostrar a las aliadas la verdadera esencia de la mujer, su nobleza, su realeza. Dios nos dio una dignidad real y nosotras queremos tomar conciencia de ella y regalarla a los demás. Queremos entusiasmarnos y entusiasmar a otras, con la realidad de que somos pequeñas reinas y que de nosotras depende todo un pueblo. Todo el resto de la juventud quiteña depende de nosotras”.

Esa fue la motivación para trabajar en el campamento la maravilla de la “Coronación”. Y se sumergieron en la gran herencia que el Padre y Fundador dejó a la Juventud Femenina del mundo entero: la corona RTA.

Hijas de la Reina

El campamento comenzó con una vivencia en la que, por medio de un video, las jóvenes se imaginaban lo que significa tomar la decisión de ser Reina y dejar atrás todo lo que las aleja de ese ideal. Por eso dejaron en una maleta de papel todo aquello que obstaculiza el camino para recibir esa corona. Después de esta reflexión, no podían olvidar que era el día del aniversario de Ordenación Sacerdotal del Padre Kentenich. “Lo invitamos a nuestro campamento y le agradecimos ese Sí que le dio Dios al llamarlo al sacerdocio, sin el cual no estaríamos nosotras aquí”, explican. El Padre las invitó una vez más a ser pequeñas Reinas a imagen de la Reina; las invitó a entregarle todo lo que les impide ser auténticas “hijas de la Reina”, todo lo que habían escrito en la maleta de papel. Y cuando lo entregaron en sus manos, él les regaló una corona. “Porque el Reino de María es distinto a los reinos de este mundo. En el Reino de María, cuando se entregan nuestras debilidades, impotencias, anhelos, se recibe una corona. Para ser reina en ese reino, solo hay que querer serlo y esforzarse cada día por llevar ese estilo de vida noble que vivió María.”

Insignias reales

Al día siguiente profundizaron en la historia de la RTA y lo afortunada que es la Juventud Femenina de Schoenstatt al haber recibido ese regalo tan valioso, que es don y misión a la vez. Los grupos conversaron sobre los distintos tipos de reinado que existen: los reinados de belleza, los reinados del saber, los reinados de la fantasía (princesas de Disney) y el Reinado de María. Y ante esto se plantearon la pregunta: “¿Qué tipo de Reina queremos ser?”. En la tarde, en un encuentro con el Padre, él les enseñó las “insignias reales” que tiene una reina, que las tiene María y que cada miembro de la Juventud Femenina debe tener. En base a ellas, se elaboraron los talleres de trabajo:

  • La corona: que significa reinar sobre la memoria y la fantasía. Invita a una constante educación de las mismas.

  • El cetro real: es el símbolo de que las reinas ponen su poder al servicio de los más necesitados. Trabajaron la servicialidad. La Reina es la que sirve.

  • El globo imperial: que simboliza su corazón y a quién se lo entregan. Trabajaron la educación de los sentimientos y su importancia para poder ser verdaderas reinas.

  • La cruz real: Simboliza el amor al sacrificio. Toda reina por amor a su pueblo es capaz de sacrificarse. La cruz es la señal de lucha, pero también la señal de victoria. Trabajaron el aprender a tomar con naturalidad las dificultades de la vida y la importancia de hacer pequeños sacrificios diariamente.

Ese día terminó con una vivencia de coronación, donde con una motivación observaron las coronaciones de las reinas en la tierra “y nos imaginamos que la coronación de la Mater es la más grandiosa de todas y de ese reinado queremos formar parte”, dijeron.

Fidelidad

Al día siguiente se sumergieron en el mundo de la fidelidad, que fue lo que conmovió al Padre Kentenich al punto de regalarle la corona RTA a la juventud.

“Nosotras también queremos permanecer fieles al Padre, fieles a Schoenstatt, fieles a nuestros ideales y ofrecer esa fidelidad por nuestra corona y por la corona de María. Por eso durante ese día analizamos este valor a través de talleres en los que aprendimos cómo ser fieles a Dios, a nuestros principios, a nuestras amigas, a nuestras familias, en la relación de pareja”, contaba una de las presentes. También tuvieron un testimonio de un matrimonio que les habló de la fidelidad, del amor para siempre, de que la fidelidad solo es posible si se ama más, pero más aún que es posible si se intenta cada día hacer la voluntad de Dios, seguir el plan que Él ha trazado para cada una. En la noche tuvieron un momento de adoración donde le pidieron a Jesús les regale la gracia de la fidelidad para llevar siempre la corona en alto.

Durante los días siguientes misionaron con la Virgen Peregrina en el pueblo de Mindo, que fue una gran experiencia para las chicas: ver realidades tan distintas a las de ellas y experimentar la apertura y la alegría de la gente al recibir a la Mater en sus casas. También hicieron un paseo a unas cascadas que hay en el lugar.

Proyección hacia el próximo año

Al final del campamento proyectaron el siguiente año de trabajo. “Queremos coronar a la Mater como Juventud quiteña en el 2013, coronarla con la corona RTA y a la vez recibir cada una de nosotras una pequeña corona, que será nuestro secreto, nuestro misterio, que queremos cuidar como un tesoro y nos ha de recordar que somos pequeñas reinas a imagen de María y así hemos de comportarnos. De esa forma rescataremos la imagen de la mujer no sólo en Quito sino en el mundo entero. Así también nos unimos a la Juventud Internacional que camina al 2014 y que quiere regalar una corona a María”.

“Acepten ustedes (…) la pequeña corona (…) No solamente ha de ser obsequio, sino también una exhortación de merecerla cada día de nuevo, de extender cada día la mano hacia las estrellas (…) Pero ustedes también tienen que tratar de poder llevar esta corona hasta el final de su vida.

No solamente como don, sino como gran misión (…) Tenemos que tratar de que la Inmaculada tenga pleno sentido para nosotras, que la imagen de la verdadera mujer tome forma y figura en nosotras”.

(José Kentenich, 18.8.1945, al regalarle la corona de la RTA a la Juventud)

Cada día participaron en la Santa Misa y pudieron confesarse. Eso regaló al campamento una verdadera atmósfera real, María reinaba allí. “Reina, mi Fidelidad te corona”, es la consigna que acompañará a la Juventud de Quito hasta el día de la coronación. “Fidelidad a la misión sea nuestro agradecimiento, por los días vividos juntas y por todo lo que la Mater nos regaló”.

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ECUADOR, Hna. María Gracia. “Reina, mi fidelidad te corona”. Bajo este lema, comenzó el campamento de Aliadas de Quito, en Mindo, un hermoso lugar a dos horas de Quito. Participaron 16 chicas de la Juventud Femenina.

 

 

 

 

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