Publicado el 2011-12-24 In Vida en alianza

Aquí se respira el aire del Tabor

ARGENTINA, Diana Zunini y Alicia Granieri. En el Hogar “Mamá Margarita” de Bahía Blanca, el 8 de diciembre se celebraron los diez años de la ermita dedicada a la Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Las misioneras del grupo Alianza (de la parroquia de La Piedad) y el grupo Luz (Capilla San Cayetano) rezaron mil Avemarías en ese lugar sencillo y lleno de vida, donde se atienden niños, jóvenes y familias necesitadas, dándole abrigo, apoyo escolar, catequesis, alimento y sobre todo mucho amor. Al frente del Hogar está la incansable Nela Agesta, una persona amable, sencilla y con un corazón enorme. Hace muchos años que dedica todo el día a los más necesitados.

Se trasladó el Santísimo desde el sagrario de la capilla del Hogar, acompañado por cánticos, y se comenzó a rezar las Avemarías al abrigo de los árboles. Un lugar lleno de paz, plantas y flores. Lidia Ruggieri – una misionera que peregrinó este año al Santuario de Santa María – dijo: “aquí se respira el aire del Tabor”.

La Providencia siempre responde

Por la tarde se realizó la celebración de la Palabra y todos expresaron en la oración sus necesidades, pedidos y agradecimientos: rezaron por el trabajo de las misioneras y por las familias que recibieron la Virgen Peregrina; también por Nela y los chicos del Hogar, que no tienen ninguna subvención estatal, pero como dijo la querida Nela “la Providencia siempre responde”.

Unidos al sí de la Mater, reviviendo en la propia vida el significado de la Inmaculada, el sí a la misión que el Señor a dado a cada uno, Mario y Cristina quemaron las esquelas con las ofrendas al Capital de gracias en el patio del Hogar.

Un hermoso gesto solidario para las familias necesitadas

Las misioneras de la Campaña de Bahía Blanca se unieron en un proyecto solidario para el Hogar, y lograron reunir muchas cajas con todo lo necesario para una rica y abundante cena Navideña, decoradas y con hermosas tarjetas que llevaban mensajes de amor y paz a las familias. La señora Nela agradeció por tanto amor para las familias necesitadas que allí buscan ayuda.

Todos fueron hasta la ermita de la Mater para agradecer, porque sin duda Ella estaba presente en ese lugar ocupándose también de esos hermanos. La oración de consagración resonó muy fuerte y todos sintieron en su corazón la paz y alegría de haber hecho algo para que muchos hermanos reciban al Niño Jesús con la esperanza de un mundo mejor, con más justicia y solidaridad.

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