Publicado el 2011-08-18 In Vida en alianza

De Buenos Aires a Madrid pasando por Roma

RomaITALIA, Federico Bauml. Son un centenar, muchachos muchachas de 15 a 24 años vienen de todas partes de Argentina (Buenos Aires, Tucumán, Salta, Córdoba, Entre Ríos, Mar del Plata y Jujuy) con un destino bien preciso: la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid. En su viaje no podía por cierto faltar una visita a la ciudad eterna. Tres de ellos, Vicky, Hagui y Fran, se detuvieron a charlar, regalándonos algo de sus impresiones.

 

 

El programa del viaje

Madrid es sólo la última etapa de un hermoso viaje, interior y exterior, que estos muchachos están afrontando. Un viaje que ha pedido y aun pide una profunda preparación.

Un viaje que los llevará a Roma, después a Dachau, lugar tristemente célebre por haber sido sede de un campo de concentración durante el nazismo y al cual también el Padre Kentenich fue deportado, y al final Schoenstatt, un rincón del paraíso cerca del Rin donde todo comenzó ese 18 de octubre de 1914.

Para casi todos es la primera vez en Europa, también hay algunos «veteranos» que ya han estado en el viejo continente, por motivos familiares o han tomado parte en otras Jornadas Mundiales de la Juventud, en especial la de Colonia. Para acompañarlos en este viaje están dos sacerdotes, el Padre Facundo Bernabei y el Padre Tommy Nin Nitchel, ayudados en su trabajo por la imprescindible presencia de algunas Hermanas de María.

Todos los caminos llevan a Roma

A la pregunta «¿les gustó Roma?» la respuesta parece obvia; no existe el extranjero que no se enamore de esta ciudad. En parte es así, pero siempre es bello hacerse narrar la ciudad propia por quien la mira con ojos diferentes, poniendo atención a detalles que se escapan a la mirada de quienes la habitan cotidianamente. Y de ese modo escuchamos hablar extasiados de una ciudad imponente, llena de historia, con calles que parecen todas iguales en las cuales es fácil perderse (y en cierto modo también vale la pena); ¡escuchándolos hasta el tránsito parece agradable!

Estuvimos en Misa en San Pedro y en San Pablo, pero lo que más les ha impresionado fue sin duda la posibilidad de visitar la capilla «Redemptoris Mater», una de las tres capillas pontificias del Palacio Apostólico, querida por Juan Pablo II; una visita que parece un verdadero regalo ligado al hecho de que entre los artistas de la hermosa capilla, figura el tío de uno de los muchachos.

El miércoles nuestros amigos argentinos se permitieron un viaje fuera, fueron a ver Asís, la ciudad de San Francisco.

Entre una y otra visita hubo tiempo también para una agradabilísima cena en «nuestra» parroquia de los Santos Patronos, un buen modo de estar juntos y conocerse un poco mejor, y para una visita breve pero intensa al santuario de Via Aurelia Antica, una verdadera perla de nuestra ciudad.

¿Qué esperan de nuestra JMJ?

A esta pregunta la respuesta es unánime. La esperanza es vivir una aventura fantástica y conocer otros jóvenes que comparten los mismos ideales, la misma fe, de «buscar el Cristo que está en cada persona que encontraremos». Y después otro deseo, ver al Papa en persona.

A menudo quienes vivimos en Italia, especialmente en Roma, damos por supuesto la presencia del Santo Padre pues está a pocos kilómetros de nuestra casa, y saber que hay personas dispuestas a atravesar un continente para poder admirarlo de lejos y quizá cruzar su mirara no puede sino ser útil para vigorizar y alimentar nuestra fe.

No queda más que agradecer a los muchachos que se han prestado a esta especie de «entrevista» y desearle a todo el grupo una espléndida continuación del viaje.

¡Nos vemos en Madrid! ¡Hasta pronto!

 

 

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