Publicado el 2011-01-12 In Vida en alianza

Un día para los voluntarios

Um dia para os voluntáriosBRASIL, IMNPS/Fernanda Maria Santos. El que pasa por el Santuario, en Atibaia / SP, el 19 de diciembre, se encuentra con algo diferente: Aquellos que dan la bienvenida todo el año y sirven a todos los peregrinos que vienen a la casa de la Madre y Reina, son hoy los invitados especiales. Ellos, los voluntarios, también vienen de lejos: de Santa Bárbara d’Oeste, Indaiatuba, Jacareí, Bom Jesús dos Indultos y Atibaia Santa Branca.

 

 

A las 10:45 se inicia la agenda del día, exactamente igual a la de los peregrinos, delante del crucero y la imagen de San Miguel, dirigidos por la Hna. M. Gislaine. A partir de ahí, llegan a la capilla Custodia Viva y hacen un momento de adoración al Santísimo, dando gracias por todo lo que han recibido a lo largo del año. Al final, una imagen de María Inmaculada les recuerda que la Navidad está a solo una semana.

El milagro de la Encarnación del Hijo de Dios

Um dia para os voluntáriosEllos son guiados por la Hermana a un lugar adornado para la Navidad, y por medio de lecturas y canciones, reflexionan sobre el milagro de la Encarnación del Hijo de Dios. Cada uno recibe una hoja en blanco en la que escribe su agradecimiento, su presente y su pedido. José y María (representados por voluntarios) vienen a meditar sobre el valor y la belleza de la Sagrada Familia. Entonces con ellos, todo el mundo se dirige en peregrinación al Santuario.

Simples instrumentos de María

Um dia para os voluntáriosEn el Santuario todos se consagran a la Madre y Reina y ofrecen al Capital de Gracias todo lo que traen en su corazón, lo que pidieron y escribieron. La Madre de Dios atiende con especial cariño a estos hijos, que tanto le sirvieron durante el año, y les ofrece un pequeño regalo a cambio como una muestra de las inmensas gracias que ella les concede.

Luego viene el almuerzo y por la tarde la Santa Misa presidida por el Padre Genildo Gomes da Silva, quien les anima mucho. Al final del día, los voluntarios se despiden con menos fatiga que los otros domingos, pero con la misma alegría y el deseo: ¡el próximo año vendremos aquí otra vez, como simples instrumentos de María!

Fuente: maeperegrina.com.br

Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

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