Publicado el 2010-12-15 In Vida en alianza

Reina de la fidelidad a la misión

Juventud Femenina, EcuadorECUADOR, Andrea Cabrera. El año de las bodas de oro de la Familia de Schoenstatt ecuatoriana, se ha visto lleno de bendiciones: han surgido nuevas vocaciones para el Instituto de las Hermanas de María, se conmemoró el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre y Fundador y se acerca cada vez más el año 2014, cuando se celebrará en todo el mundo los cien años de la Alianza de Amor.

 

Corona viva

En el camino preparatorio a este gran acontecimiento, la juventud femenina de Guayaquil y Samborondón se ha encendido con una meta: La misión de ser fieles a la Alianza de Amor con la Mater. Por eso, el 11 de diciembre del 2010 se unieron las pre Aliadas, las Aliadas y las Universitarias para coronar a la Madre Tres Veces Admirable como Reina de la Fidelidad a la misión.

«Reina, mi SÍ te corona»

Juventud Femenina, Ecuador«Poner todo en sus manos para que Ella se glorifique» es el significado de esta coronación, según María Mercedes Chavarría, integrante del consejo de Universitarias. «Como juventud queremos enfrentar la falta de coherencia y de espíritu de sacrificio esforzándonos por conquistar la corona para nuestra Reina, pidiéndole que se glorifique en la fidelidad de nuestro ‘Campo de Azucenas’ y lo haga cada vez más entregado y fecundo».

María del Carmen Narváez, miembro de la juventud, habla de la consigna real (el lema) que animó esta coronación: «‘Reina, mi SÍ te corona’. María pronunció un sincero Sí al plan que Dios tenía para Ella, a pesar de no saber ni cómo, ni cuándo, ni por qué. Ella se dejó conducir y la resultante creadora fue su elección como Madre del Salvador. Se hizo pequeña ante los ojos de Dios y Él la exaltó entre todas las mujeres. Así también, como juventud femenina, decidimos dejarnos conducir y ser corona viva; que la Mater luzca una corona formada por nuestra fidelidad a esa misión que nuestro Padre y Fundador nos dejó en herencia. Reconquistamos esta corona con un SÍ filial de hijas. Un sí a la cruz, un sí a lo que Dios permite y un sí a lo que Dios desea de nosotras».

Motivados por la gratitud

Juventud Femenina, EcuadorMotivadas por el deseo de regalarle a la Reina una corona en gratitud por su presencia en Ecuador desde hace 50 años, la juventud femenina se propone elevar las exigencias, ya que al tenerla por Reina, cada una recibe a cambio una corona que deberá llevar como dignos reflejo de Ella. Para este fin organizaron seis reuniones de preparación, en las que renovaron la Alianza de Amor, reflexionaron sobre el ser mujer, sobre lo que implica coronar a la Mater como Reina de la Fidelidad a la Misión y como cada una podía ser una pequeña reina coronada en la vida diaria.

Los propósitos diarios las impulsaron a educarse en las cosas pequeñas y reflejar a la Mater en todo lugar. La misión de la juventud femenina de Schoenstatt debe irradiarse al ambiente de cada una y contagiar al entorno con un profundo amor a Dios y a María.

Como dijo el Padre Kentenich, «la corona más hermosa nos espera en el cielo». Cada día aspiran a ser dignas de recibirla de manos del Padre, tal como él la regaló a la juventud en 1945. «Acepten ustedes (…) la pequeña corona (…) No solamente ha de ser un obsequio, sino también una exhortación de merecerla cada día de nuevo, de extender cada día la mano hacia las estrellas (…) Pero ustedes también tienen que tratar de poder llevar esta corona hasta el final de su vida» Padre José Kentenich.

Corona viva

CoronasEl domingo 4 de diciembre la juventud femenina se reunió en el Colegio Americano de Guayaquil para tomar la foto de la corona viva, tal como lo hizo la Juventud Internacional hace diez años. Una corona blanca que hubo que agrandar, pues llegaron aproximadamente 200 chicas que querían ser parte de ella. Con el sol de la mañana, no se podía mirar al cielo, así que simplemente sonrieron, crecía la alegría de saber que el siguiente fin de semana coronarían a la Reina, para que se muestre victoriosa en la rama y en la vida de cada una. «Ella será nuestra corona y nosotras su corona viva».

De la mano de la Reina rumbo al 2014

CoronaciónEl día de la coronación, 11 de diciembre, fue hermoso, lleno de alegría. Participaron 230 jóvenes en la Jornada de Coronación. En la Santa Misa participaron cerca de 300 chicas, cada una con el anhelo de coronar a la Mater, pero también de recibir esa pequeña corona que les recordará cada día, que son pequeñas reinas, que tienen una dignidad real que nadie les puede arrebatar.

«Para todos nosotros está preparado un trono real. Tenemos que alegrarnos por eso… La Madre de Dios debe ser mi corona y yo puedo convertirme en su corona». P.J.K.

Y así fue, esa noche de cielo la Reina recibió la corona, la juventud alabó su grandeza y su fidelidad en la vida de cada una, recibieron las coronas, cantaron por primera vez el nuevo himno de coronación, que decía:

Álzate, María Reina,
fidelidad por fidelidad
un campo de azucenas forma
viva en mí tu corona
para Schoenstatt proclamar.

«Somos pequeñas reinas y queremos serlo hasta el final de nuestras vidas, reinas fieles a la misión. Así caminamos hacia el 2014, de la mano de una Reina, en Alianza con Ella y seguras de la victoria».

Juventud Femenina, Ecuador

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