ARGENTINA, Juan Barbosa. Repitiendo lo realizado dentro de la corriente de coronación en 2009, en el Santuario de la Vida y la Esperanza del Cerro de Las Rosas, Córdoba, la celebración de las misas vespertinas, durante el MES DE MARÍA, se realizan al aire libre. La impronta de este año: reunir la Familia en torno a María, en su mes, y de cara a 2014, centenario de la fundación del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, en sintonía con la Familia Internacional.
«Preparando el terreno»
En un año donde la actividad de la Familia de Schoenstatt de Argentina ha estado íntimamente ligada al Bicentenario del Primer Gobierno Patrio, siendo su lema: «Con María Reina, construyamos una Patria para todos», la Familia de Córdoba participó en gran número, de la celebración realizada en el Monumento a la Bandera, en la ciudad de Rosario, en consonancia con la organizada en distintos puntos del País. La suscripción de la Familia de Argentina al Pacto del Bicentenario, en donde se revitalizan con renovado vigor los altos valores y el compromiso ciudadano, también encontró a la Familia de Córdoba trabajando con mucha fuerza en esta corriente. Su culmen ha sido, sin lugar a dudas, la Coronación, en el Santuario de la Vida y la Esperanza, de la Madre de Dios como MARÍA REINA DE UNA ARGENTINA NUEVA.
Fue así como 2010 ha sido un año en que el crecimiento espiritual y el trabajo apostólico de la familia cordobesa ha sido tan intenso como fecundo, tan generoso como fructífero, permitiendo una maduración llamativa en distintos ámbitos de su accionar.
Hace tiempo se escuchaban «pedidos»
Algunos pensamientos se convierten en hechos merced a distintos indicadores que se van recibiendo. En Schoenstatt le llaman «ley de puertas abiertas» a aquellos sucesos que van estableciendo su lugar en la realidad con señales «de la vida misma». Esto claramente ha sucedido con las ya establecidas «Misas en la explanada del Santuario durante el Mes de María», cuyo comienzo en 2009 marcará sin dudas una corriente que se sostendrá ya que, en cada una de aquellas celebraciones, podía verse una concurrencia en crecimiento, algo que se esboza en 2010…
Ya en la segunda mitad del pasado octubre podía escucharse entre la gente la misma pregunta… ¿Se van a celebrar las misas al aire libre de nuevo?, nos cuenta un integrante de la Familia de Córdoba muy entregado a las distintas actividades…La respuesta no se hizo esperar, ya que la Comunidad de los Padres de Schoenstatt local, integrada por 5 sacerdotes, se pronunció en esa línea y la feligresía… ¡Agradecida!
Fuerte tinte familiar
Fue así como el pasado lunes 8 de noviembre comenzó la primera de las 30 misas con una presencia estimada en 250 personas, las cuales sin lugar a dudas llegarán por lo menos a duplicarse con el correr de los días, sin perder el clima familiar tan característico de Córdoba.
La Providencia quiso que en la primera de las celebraciones, hiciese un frío absolutamente inusual para esa altura del año. La Familia lo tomó como un desafío y, «emponchados» convenientemente, sus integrantes dijeron «¡ADSUM!!» y con mucha alegría se dieron cita en torno al Altar para recordar «los primeros 36 años de un matrimonio», también los 55 años de otro, ambos con enorme dicha, y también para acompañar a la familia de un muy cercano integrante, joven padre, fallecido 30 días atrás. También el clima de familia pudo disfrutarse en la siguiente convocatoria, celebrando 26 años de un matrimonio muy cercano y pidiendo oraciones (algo que extendemos a los lectores de esta Nota), por la muy querida Teluca Altamira en su momento más fuerte de prueba.
Siempre, dentro de un camino de conquista
Córdoba es inquieta («Docta, Religiosa y Revolucionaria, como la describía con singular claridad el tan querido P. Horacio Sosa Carbó) y nada realiza «por hacerlo» simplemente, ya que siempre está motivada y orientada…HACIA ALGO. La Familia de Córdoba quiere regalarle a María en la finalización de su Mes, LOS VITRALES del Santuario y para ello quiere reunirse diariamente en estas celebraciones para la conquista espiritual de los mismos.
Para la conquista material, las juventudes promocionan una simpática rifa que se llama GANAR GANARÁS, y que contiene 30 premios, uno para cada día del mes, siendo uno de ellos particularmente muy gracioso pero a su vez muy conmemorativo: ¡Un lechón!
Sumamente gracioso por su naturaleza, tan propia de la espontaneidad de la juventud, pero muy conmemorativo por quien lo había implementado en 2009. Aquel joven que vendía las rifas «bajo aquel farol» como cada día se decía, y que hoy nos acompaña, para siempre, desde la sombra del Santuario: el querido JERE RUIZ.
Como dice un slogan muy popular… ¡Córdoba Va! Indudablemente en la Familia de Schoenstatt este imperativo tiene una actualidad permanente ya que su crecimiento… ¡No se detiene!
