ARGENTINA, Inés Petiti. La última semana de julio de 2010 estuve en un encuentro de trabajo (soy directora de la Escuela Profesional «Valentín Virasoro» en Goya, provincia de Corrientes) en Huerta Grande, provincia de Córdoba, y… ¿con quien me encontré? ¡Con la Mater! Fue un placer verla en ese bello lugar de las sierras de Córdoba, con frases del Padre Kentenich.
Caminando con dos supervisores por Huerta Grande, me encontré con Ella y me llenó de alegría, no pude saber si está allí la Campaña de Rosario o comunidades del Movimiento. Sabía del encuentro multitudinario de la Obra Familiar de Schoenstatt que se había hecho días antes en Huerta Grande; incluso vi, mientras caminaba, un pasacalle con la invitación, que se me ocurre se realizó en el mismo lugar donde yo estuve, pues está preparado para convenciones. Sólo pude salir un momento después del desayuno, pues luego del almuerzo de ese día las jornadas fueron intensas.
Uno de los profesores con el que caminaba – que tomó la foto – es Luis, por el que rezaron en Schoenstatt las Hermanas de la Adoración. Tenía un problema en los riñones, tuvo que hacerse diálisis durante un año y el año pasado recibió un transplante renal. Ahora está muy bien, muy agradecido a la Mater. Yo llevé el nombre de él ante el Padre y la Mater y dejé un papelito con su nombre en la tumba del Padre…
