Publicado el 2010-08-26 In Vida en alianza

Reina de la familia, “Madre del Amor Hermoso”

22 de agosto, Santuario de MendozaARGENTINA, Catalina Adrover. «Reina de la familia, Madre del Amor Hermoso». Este es el título con el que se renovó la coronación de la Mater el día 22 de agosto, fiesta de María Reina, en el Santuario de Schoenstatt en La Puntilla, provincia de Mendoza.

 

 

 

 


Concurrencia masiva

La fiesta comenzó muy temprano, se izaron las banderas al costado del Santuario con la presencia de autoridades de distintos consulados extranjeros, ya que fueron invitados los países que cumplen, junto con la Argentina, el bicentenario de su primer gobierno patrio.

El Santuario estaba bellamente adornado con una gran bandera argentina que se destacaba a lo lejos.

Después de ese emotivo momento la concurrencia bajó al salón «Juan Pablo II» donde tuvo lugar una conferencia del P. Guillermo Carmona, asesor de la Obra de Familias, como preparación a la coronación. Fue una reflexión acerca de lo que significa el título «Madre del Amor hermoso». Participaron una trescientas personas.

En el Santuario del Hogar: Reina de la familia

Coronación de un Santuario HogarLa gente no regresó a su casa al mediodía, y cada vez llegaban más personas de toda la región de Cuyo, que se iban agrupando en el predio para almorzar a la canasta.

Alrededor de las 14,30 el Santuario se llenó de familias, la Madre de Dios comenzaba a recibir regalos especiales en su día.

Un grupo de familias coronó a María en los cuadros de sus respectivos Santuarios del Hogar. Después de rezar su oración, muy sentida, colocaban una pequeña corona en el cuadro y el P. Carmona bendecía especialmente a cada familia.

Otros grupos de matrimonios venidos de las vecinas provincias de San Juan y San Luís traían como regalo su «nombre de grupo», que significaba un verdadero compromiso de vida para ellos.

Unas mil quinientas personas presentes

MisaCon el corazón así preparado, bajaron a las 16,00, la hora fijada para la Santa Misa.

El predio estaba colmado de gente, se calcula que había unas mil quinientas personas. Habían llegado delegaciones de todo Cuyo, San Juan, San Luís, La Rioja y de los departamentos alejados de la provincia de Mendoza, como Tupungato, Tunuyán, San Martín etc. Resultó ser una fiesta cuyana. El Movimiento de Schoenstatt se ha extendido gracias a la Reina.

A las 16 ingresaron los abanderados, portando la bandera de ceremonias del «Centro Educativo Dios Padre», acompañada por las banderas Papal y de Mendoza.

A continuación se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, y después de los aplausos hizo su entrada el arzobispo de Mendoza Monseñor José María Arancibia, acompañado por el P. Guillermo Carmona y el P. Eduardo.

Los acompañaban los coordinadores del Movimiento en San Juan y Mendoza. La Sta. Misa fue animada musicalmente por el coro de la Juventud de Schoenstatt.

Puerta de cielo

La corona de floresEn la homilía, el arzobispo se refirió al mensaje del Evangelio del día que mostraba a un Dios Padre que ama a cada hijo y quiere que muchos entren en el Reino, aunque la puerta sea estrecha. Siguió diciendo que la puerta era Jesús y quien permanece en Jesús, entrará al Reino prometido; María es también la puerta por la que entró Jesús al mundo como hombre, y por la que también cada hijo puede entrar al Cielo.

Con ese mensaje esperanzador, Monseñor Arancibia alentó a permanecer fieles a Jesús y a sus enseñanzas. Vivir el Evangelio.

Terminada la Santa Misa y como estaba previsto, se hizo una procesión hasta el Monte Santo, donde esperaba la Reina de los Cielos para recibir con alegría la corona de flores que portaba el Sr. Arzobispo, escoltado por una multitud que colmaba totalmente el camino.

Madre del Amor Hermoso

Frente del SantuarioEn el predio del Santuario se rezó la oración de coronación «María, Reina de la Familia-Madre del Amor Hermoso». Con ella se expresó el amor de la Familia, tal como se viene haciendo desde hace 28 años. Con la corona se le entregó a María cada familia y la sana tradición familiar del pueblo argentino. Se le pidió que eduque a cada uno a ser y vivir en familia, que consolide los vínculos del verdadero amor entre todos. Que regale hombres y mujeres santos que amen según el Amor Hermoso.

Que enseñe a amar mostrando la belleza del amor en la vida diaria. Que ayude a vivir uno en, con y para el otro y juntos en el corazón de Dios.

«Acepta, Madre, esta corona y continúa reinando en cada corazón, en cada hogar, en cada barrio, en cada provincia de nuestra Patria».

A continuación Monseñor Arancibia, sacerdotes y jóvenes que llevaban las imágenes Auxiliares de la Virgen peregrina, ingresaron al Santuario para colocar la corona de flores sobre el altar y orar unos minutos en ese recinto sagrado donde reinan Jesús y María.

Nada sin Ti, nada sin nosotros

Quema del capital de graciasAl salir, el pueblo reunido en torno al Santuario quería entregar también sus capitalarios en forma de coronitas, llenos de aportes al Capital de Gracias, que fueron quemados junto a muchas esquelas dirigidas a la Virgen.

Esa quema de las ofrendas produjo simbólicamente un fuego del amor que los fieles querían ofrecerle a María para que Ella lo transforme en Amor Hermoso. Así se concreta la Alianza de Amor: «Nada sin Ti, nada sin nosotros».

Finalizando aquella jornada llena de emociones, se arriaron las banderas de los mástiles y se hizo la despedida con cantos de alegría.

Abajo, en el salón, esperaba un sencillo cafecito que fue también un pretexto para prolongar un poco más esa experiencia de cielo.

 

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