BRASIL, Hna. M. Nilza da Silva. Terminó el Primer Encuentro Nacional de Coordinadores de la Campaña de la Mater Peregrina de Schoenstatt: ¡la fuerza del Espíritu Santo envía a cada uno a anunciar la Alianza de Amor! ¡Qué fiesta hay en la casa de la Madre! Aproximadamente trescientos coordinadores de la Campaña de la Mater Peregrina, procedentes de 15 estados de Brasil, ocuparon del 21 al 23 de mayo toda la capacidad de alojamiento en Atibaia.
Durante esos días se escuchó la frase de Don João Pozzobon -que fue también el lema del encuentro-: «¡Tuve la gracia de entender el origen!».
Frente al Santuario meditaron, la tarde del viernes, la oración de Don João Pozzobon que menciona las diferentes situaciones por las que pasó en su misión con la Mater Peregrina, y concluyó: ¡siempre te amé! Entonces, con en el mismo amor de Don João Pozzobon, todas las imágenes peregrinas auxiliares presentes salieron del Santuario, como signo de que todos están vinculados al origen.
«Tuve la gracia de entender el origen»: este tema fue abordado en el encuentro nacional de coordinadores durante toda la mañana del día 22. La Hna. M. Rosequiel, de Santa Maria / RS, lo analizó en todos los sentidos, presentándolo en gran parte con palabras del mismo Fundador y de Don João Luiz Pozzobon, ambos en proceso de beatificación.
¿Cuál es el origen que tuvo la gracia de conocer Don João?
Él mismo lo explicó: desde que conoció la historia de la fundación de la obra de Schoenstatt, el momento de la Alianza de Amor del 18 de octubre de 1914, se ubicó espiritualmente entre aquellos muchachos y permaneció para siempre como un alumno del Padre Kentenich. Esto le dio las fuerzas en los momentos más difíciles del inicio de la Campaña. Él permaneció fiel al espíritu del origen, a lo que también se llama «misterio de Schoenstatt»: la fe en la presencia activa de la Madre y Reina en su Santuario, fiel en la colaboración humana que Ella quiso necesitar, y confiado en la acción admirable, en la fecundidad de esa Alianza de Amor. La Hermana recordó además la singularidad de este encuentro. Era la primera vez que se reunían como representantes de todo el Brasil y querían salir de la reunión con objetivos claros, como preparación para el gran jubileo del año 2014.
El Padre Alexandre, en la homilía del sábado, recordó que ahí estaban representadas más de cuatro millones de familias del Brasil: son las que reciben a la Mater Peregrina de Schoenstatt en sus hogares. Hizo una analogía entre Pentecostés y este encuentro de coordinadores, mostrando que la Iglesia nació de un pequeño grupo de apóstoles que permanecieron fieles a Jesús, incluso en las mayores privaciones. Del mismo modo, unidos a Cristo en el seno de la Iglesia, la Campaña de la Mater Peregrina puede llegar a ser cada vez más un nuevo Pentecostés para la Iglesia, por la fidelidad inquebrantable de cada coordinador. Actuando así, todos están incluidos en el gran misión continental y respondiendo a las corrientes de la vida de la Iglesia, tal como lo solicita y motiva la Conferencia de Aparecida.
En la gracia del origen… ¡rumbo a 2014!
Divididos en quince grupos, los coordinadores respondieron a la pregunta: ¿cuál es el don que queremos ofrecer a la Sma. Virgen para el año 2014? ¿Cuál es nuestra contribución como Brasil, para que surja la cultura de la alianza? Parecen preguntas simples, pero cuando hay representantes de 73 diócesis de las más diversas culturas, ¡es diferente! ¡Sin embargo, llegó el Espíritu Santo!
El último día comenzó con una mezcla de sentimientos: la gratitud, la nostalgia por las despedidas, el fuego en el corazón que impulsa a anunciar… ¡Qué bueno es ser familia! ¡Qué bueno es estar juntos y vivir este ambiente de Tabor!
La última conferencia fue dictada por el P. Alexandre Awi de Mello, director nacional del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Él retomó las corrientes de vida definidas el día anterior y las comparó con el documento de Aparecida y las enseñanzas de la Iglesia. Presentó los anhelos de la Conferencia 2014 y fue creando un clima de expectativa, ya que le cabía a él comunicar la respuesta a la pregunta trabajada el día anterior: ¿cuál es el regalo que le prepararemos a la Madre y Reina para el jubileo de 2014?
El P. Alexandre mostró cómo la cultura de la Alianza de Amor responde a las situaciones más diversas y específicas de la hora actual, tanto a las corrientes filosóficas, como a las económicas, políticas, morales etc. La Alianza de Amor es el carisma, la oferta de Schoenstatt para la Iglesia y el mundo y le corresponde a cada uno vivir la alianza de amor, de tal modo que la cultura se convierta en la respuesta que Dios da el mundo a través de Schoenstatt. Es el plan divino para la humanidad ya desde la creación del universo: ¡la vida en la alianza!
¡Nuestra meta para el año 2014!
Por supuesto, todos lo sospechaban… Pero, ¿sería así? ¡También podría no ser lo que se pensaba! Pero pareció que todos los grupos se encaminaron en la misma dirección… Y ¿cómo se formuló?
Por fin, cuando el P. Alexandre anunció cuál será el presente jubilar para el año 2014, la respuesta fue un sonoro aplauso. La alegría que brillaba en las miradas irradiaba el fuego de la misión que ardía en sus corazones…
¿Sabe cuál es el regalo? ¡Es maravilloso! ¡Usted, coordinador vibrará con él! Usted, misionero dirá: ¡es justo lo que quería! ¿Sabe qué es? No corresponde decirlo aquí. Al menos ¡hoy no! Pero les aseguro que todos los que oraron por la reunión van a ver cómo su contribución valió la pena. El Espíritu Santo vino con todos sus dones y frutos. Dejemos que la reunión llegue a su fin…
¡Aquí estoy, envíame!
Después de la profunda y hermosa expresión del P. Alexandre, todos se dirigieron al Santuario para el envío. En este lugar sagrado, se renovó la Alianza de Amor y cada coordinador una vez más fue enviado personalmente por la Madre y Reina de Schoenstatt. Como signo de su unión con el origen, cada coordinador recibió una pequeña talla, de esas en las que se marcan las contribuciones al Capital de Gracias. Indica que la tarea es actualizar continuamente el 18 de octubre 1914, y ayudar a la querida Reina en su misión para el Santuario. «Aquí estoy, envíame».
En la Santa Misa de cierre se experimentó una vez más el espíritu del Cenáculo. ¡Es Pentecostés! Reunidos con María en oración, los presentes confían en la fuerza del Espíritu Santo y unidos a Jesús Eucaristía retoman su camino de regreso a casa.
¿Qué fue lo que llevó cada uno?
«Vuelvo con más confianza en la espiritualidad de Schoenstatt, con renovado ardor y con el propósito de formar un equipo de instructores en mi diócesis», dice Ivanilde, de Surubí / PE.
«¡Me di un baño de campaña! admiro mucho el trabajo de ustedes… » y la emoción corta las palabras del Padre Alejandro.
«¡Esta reunión nos ha dado mucha seguridad! Es una gran gracia que tuviéramos toda esa experiencia y formación en el inicio de nuestra camino como coordinadores de sección», dice el matrimonio de Milton y Marli, de Alphaville / SP. Comentaron emocionados que el encuentro completó la fuerte experiencia que vivieron en Schoenstatt, Alemania, hace unos días. «Todo lo que hemos oído que se refiere a allí … Conocimos el Santuario original, entramos a la casa del Padre Kentenich …» Les faltaron palabras para expresar lo que sentían por ser elegidos por la Mater para momentos de gracia tan fuertes.
Hasta… ¿Hasta pronto?
La sala de la casa de retiros estaba llena de bolsos… El alegre bullicio de la emoción… los abrazos de despedida. Anotar de nuevo la dirección, devolver lo que se tomó prestado de un hermano de alianza que ni se conocía antes… Ahora la lista de Marcia y Rómulo ya no es sólo de nombres… ¡tiene rostros! Tiene la nostalgia, la alegría y las vivencias compartidas… Por encima de todo, tienen el mismo compromiso, el mismo carisma y el mismo fuego: ¡nuestro regalo para 2014!
Si la Campaña de la Virgen Peregrina ya era una familia nacional antes de este encuentro, ahora ha vivenciado lo que eso significa. Todos son hijos espirituales del Fundador, el Padre José Kentenich, tienen una Madre, la Madre y Reina de Schoenstatt, un hogar, el Santuario, escuela de santidad. ¡Partirán enviados para la Iglesia y el mundo! ¡Con el fuego del Espíritu Santo! «¡Solo un poquito más!» (Parte de una frase de Don João Pozzobon).
Fuente: www.maeperegrina.com.br
Traducción: Kikito Vazquez, Asunción, Paraguay
