BRASIL, Cássio Leal. El «Mes de María» no podría haber comenzado mejor para los peregrinos que visitaron el Santuario de Schoenstatt de Jaragua en Sao Paulo el 2 de mayo. Aproximadamente 3.250 personas visitaron el santuario en este día soleado y de muchas bendiciones para celebrar la tradicional fiesta «Un día en la Casa de María».
¡María, tus hijos sacerdotes, nuestra alegría!
Como la Iglesia está celebrando el Año del Sacerdocio, el lema del festival para ese año fue «María, tus hijos sacerdotes, nuestra alegría». Por lo tanto, celebramos la alegría de tener entre nosotros la vocación sacerdotal de los hombres que entregan toda su vida por Jesús y servir a la Santa Iglesia. Era el momento para exaltar la presencia del sacerdote en el pueblo, mostrar al mundo que la figura paterna del sacerdote es fundamental para la sociedad que cada vez más se aleja de Dios.
El día comenzó temprano para la Familia de Schoenstatt de Jaragua, algunas personas pasaron la madrugada en el santuario decorando el escenario donde ocurrió la mayor parte de los eventos programados para «Un día en la Casa de María». La joven Adeline de Oliveira de la Juventud Femenina coordinó el equipo de decoración y ornamentación que se quedó hasta las 3:30 de la mañana trabajando para tener todo listo. El equipo organizador del festival contó con más de 100 participantes que entregaron su trabajo, dedicación, noches sin dormir y capital de gracias para todo saliera bien. La coordinación de la fiesta estuvo a cargo de Sueli Almeida y Antonio Carlos de Vicente (Toni) de la Liga de Matrimonios y ellos fueron, sin duda, una de las familias más motivadas y entusiasmadas con este gran evento.
A las 7 de la mañana, los peregrinos comenzaron a llegar a la «Casa de María», llenos de fe, y con sus peticiones y agradecimientos que fueron entregados en el Santuario. En la puerta del santuario, muy temprano las niñas de la Juventud Femenina coordinadas por Valkyrie Santos de la Liga de Matrimonios fueron parte del equipo para dar la bienvenida y recibir con alegría a todos los peregrinos que llegaban, con una sonrisa de bienvenida y la entrega de banderitas. A las 9 horas se produjo la entrada del Santísimo Sacramento en el escenario y hubo un momento de adoración. Poco después, el Santísimo fue llevado a la tienda al lado del santuario, donde permaneció durante todo el día para que la gente pudiera seguir en adoración y tener su tiempo a solas con el Cristo vivo presente en la Eucaristía.
Después de la entrada del «Hijo», llegó el momento para la entrada solemne de la Imagen Peregrina Auxiliar de la Madre y Reina, llevada por los jóvenes de la Juventud Masculina desde el Santuario a la escena donde los peregrinos se concentraban. Todo el mundo saludaba a la Madre de Jesús agitando las banderitas. La Imagen estaba decorada con rosas blancas y amarillas recordando los colores del Vaticano.
A partir de allí comenzó la presentación de las bandas católicas. Una banda de la parroquia de N. Señora de la Concepción del Jaragua estuvo prácticamente todo el día en la fiesta y cantó durante la entrada del Santísimo, de la Imagen Auxiliar, y durante la tarde. La banda «PM en alabanza» formado por la Policía Militar y miembros de la familia cantó junto a la gente alrededor de 11 horas, y a través de la música y testimonios de la fe, dejó un hermoso mensaje a los peregrinos. Ellos mostraron que la policía también puede actuar en la Iglesia Católica a través de la música, formando parte de la vida de la Iglesia. La banda se formó hace más de dos años por iniciativa del teniente coronel Codelo, que después de recibir la cura de un grave problema de salud, formó la banda como una manera de apostolado en gratitud por la gracia recibida. La cantante Fátima Católica Gabrieli cantó después de la banda de la policía.
Un día repleto de actividades
Alrededor de 13 horas, las mujeres rezaron y cantaron el Oficio de Nuestra Señora y poco después, el grupo de Rosario de los hombres coordinado por José Cazagrande, rezaba el rosario. Un grupo de niños del catecismo también hizo una breve presentación en el escenario con música y coreografía que fueron ensayadas junto con el catequista Rogéria Schimojo. Justo antes de la misa, el grupo juvenil Maranatha hizo una presentación de teatro, preparando el ambiente antes del inicio de la misa.
Muchos equipos también trabajaron todo el día en los puestos de comida que fueron coordinados por Edna de Oliveira de la Liga de Matrimonios, formando un patio de comidas para servir a los peregrinos. Desde el desayuno, el almuerzo y la cena, había puestos de venta de pasteles, asaditos, dulces, tortas, hot dogs, bebidas y helados.
Para los niños, se creó un programa con chistes, juegos, teatro y cine. Además, para el público «de todas las edades», se presentó una película sobre la vida del Padre José Kentenich (fundador del Movimiento de Schoenstatt), mostrando toda su trayectoria desde la fundación del Movimiento en 1914.
Más de 3.000 personas en la Misa y la presencia del Obispo Auxiliar
El momento más importante del día quedó para el final. A las 16 horas se inició la celebración de la Santa Misa, presidida por el Obispo Auxiliar de São Paulo en la región Brasilândia, Mons. Milton Kenan, Jr., y concelebrada por los Padres de Schoenstatt: P. Deonilson Nogueira (Rector del Santuario), el P. Severino Araujo (Pastor Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Jaragua) y el P. Alexander Awi (Director del Movimiento y Asesor de la Juventud Masculina). El Padre Pablo, quien trabaja en la Región de Lapa que es un sacerdote diocesano también estuvo entre los concelebrantes.
El Obispo Auxiliar Mons. Milton se alegró de celebrar la Misa en el Santuario en medio de una multitud de 3.000 personas que participaron de «Un día en la Casa de María». Mons. Milton tiene un aprecio especial por el Movimiento de Schoenstatt y selló su Alianza de Amor en el Santuario de Araraquara, ciudad en el estado de Sao Paulo. En una fiesta en que se exaltó la alegría de tener una vocación sacerdotal, la presencia del obispo auxiliar fue muy importante. Ronaldo Cominato del Instituto de Familias y que fue comentarista en la Misa, leyó un texto en honor de todos los sacerdotes y dio las gracias por la entrega y el servicio de cada uno. Antes de la bendición final, el Obispo, los sacerdotes, ministros y todo el pueblo renovaron su alianza y entrega a María, rezando la consagración. Después de la bendición, el obispo se demoró en regresar a la sacristía, porque muchas personas acudían a él para saludarlo y felicitarlo.
Fue un día memorable en que el Movimiento de Schoenstatt y la Iglesia celebraron uno de sus grandes regalos: la vocación sacerdotal. Tanto las ramas de la Familia de Schoenstatt, como el pueblo de la parroquia de N. Sra. De la Concepción, trabajaron en equipo para llevar a cabo este gran evento, mostrando una vez más que Schoenstatt está al servicio de la Iglesia y para la Iglesia y que ésta es una gran tarea dejada por el reverendo José Kentenich, en el año en que el Movimiento en todo el mundo, celebra sus 100 años de ordenación sacerdotal.
Damos las gracias a todos los que contribuyeron a esta fiesta fuera posible, y a la Secretaría de Turismo de la Municipalidad de São Paulo para el préstamo del escenario, la luz e iluminación. Que la Madre y Reina cubra de bendiciones a todos sus hijos que trabajaron en apoyo de esta gran fiesta.
