BRASIL, Luciana Gomes de Almeida Mocelin. Los juegos pirotécnicos que iluminaron el cielo al caer la noche del domingo 16 de mayo marcaron el fin de un día magnífico dedicado a la Madre, Reina y Vencedora Tres Veces Admirable de Schoenstatt, para celebrar los 25 años del Santuario Tabor Magnificat, en Curitiba, estado de Paraná.
La gratitud, que es la misión del Santuario expresada en el Magnificat, era el sentimiento que latía en cada corazón, en cada sonrisa y en cada gesto…
Gratitud:
– por la generosidad de las donadoras del terreno, las señoras Kulik, representadas por Helena, que todavía nos alegra con su presencia a los 89 años;
– por los 25 años de abundantes gracias, tanto físicas como espirituales, intercedidas por la Madre de Dios;
– por el regalo jubilar de la ordenación episcopal de Mons. Rafael Biernaski, como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Curitiba y el ofrecimiento jubilar con la inesperada pérdida del P. Idenando Ramos Sobrinho en un accidente, ambos miembros de la Federación de Sacerdotes de Schoenstatt e instrumentos escogidos por Dios para la construcción del Santuario en nuestra ciudad;
– por la unión y el esfuerzo de la Familia de Schoenstatt en todos los preparativos y la realización del festejo;
– por los peregrinos que aceptaron la invitación y acudieron al gran día jubilar;
– por los Pioneros de Schoenstatt y las Apóstoles Resplandecientes que cantaron con mucho empeño para homenajear a María al inicio del festejo;
– por el rosario meditado donde todos vivieron momentos de profunda oración;
– por el video que contó la historia del Santuario Tabor Magnificat, a través de los testimonios de las personas que iniciaron el Movimiento de Schoenstatt en Curitiba;
– por la interesante representación teatral de la Juventud de Schoenstatt sobre la entrega a la Madre de Dios que los primeros congregados hicieron de sus vidas y el ejemplo y respuesta que ellos siguen siendo, hoy día, para los jóvenes;
– por la Alianza de Amor que siete personas sellaron con la Madre de Dios, aceptando la invitación de prepararse a través de la internet mediante un nuevo proyecto de la Pastoral del Santuario de Curitiba;
– por el plática que el P. Alexandre Awi Mello, Director del Centro Nacional de Asesores, dio sobre la vida y obra del P. José Kentenich. Nadie quería que terminara, por la riqueza con la que el tema fue presentado;
– por la cantante Fátima Gabrielli, que aceptó la invitación para estar en el festejo y proporcionó un hermoso momento de encuentro con Jesús y María a través de su música;
– por la presencia de Mons. Pedro Fedalto, Arzobispo Emérito Metropolitano, quien ha apoyado a Schoenstatt desde que empezó en Curitiba y, más de un vez, presidió una celebración eucarística en acción de gracias por el aniversario del Santuario y coronó a la Madre de Dios. Al final de la celebración, arrancó aplausos de los presentes al exaltar, de manera cariñosa y cautivante, la persona del P. José Kentenich;
– por el grupo musical que, bellísimamente, animó la liturgia;
– por los peregrinos que invitaron a María a vivir en sus hogares, a través de pequeñas imágenes presentadas por el proyecto «Lleve a la Virgen a Casa» y por los voluntarios que ayudaron durante todo el día a dar continuidad a esta iniciativa distribuyendo 260 «virgencitas» que ahora se suman a las más de 3,500 entregadas en dos años;
– por la Radio «Evangelizar es Necesario» que transmitió el festejo en vivo e invitó a sus radioescuchas a estar presentes en el día jubilar;
– a todas las personas, empresas y benefactores que de alguna manera ayudaron para que el festejo se pudiese llevar a cabo y a los que se unieron a nosotros en oración y Capital de Gracias.
Fue una gran fiesta, donde Dios nos regaló sol y una temperatura agradable. Este regalo pudimos apreciarlo, de hecho, cuando el día siguiente amaneció con lluvia. Si tomamos en cuenta la lluvia de la semana anterior, los dos días para que el terreno se pudiera secar y el fin de semana con buen tiempo, realmente fue una gran atención que Dios y nuestra querida Mater dedicaron a la Familia de Schoenstatt en Curitiba.
Y ahora ¿hacia dónde apunta nuestro futuro?
El sábado por la noche, en preparación para el festejo, la Familia de Schoenstatt se reunió para entregar las placas internas del Tabernáculo que habían sido conquistadas y entrar, el día del jubileo, en Adoración del Santísimo Sacramento.
En su homilía en la Santa Misa, El P. Alexandre resaltó tres actitudes del Magnificat que estaban coronando aquel momento de júbilo por la fidelidad de la Madre de Dios a la Alianza de Amor junto al Santuario jubilar: agradecimiento, alegría y apostolado. ¡Que esta última actitud sea nuestra motivación, empeño, esfuerzo y meta constante rumbo al Jubileo de Oro!
Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
