BRASIL, JUMAS. En Semana Santa de 2010, entre el 1 y 4 de abril, miembros de la Juventud Masculina (JUMAS) del Sureste de Brasil se movilizaron para la I Misión de Cristo Tabor, que se llevó a cabo en el barrio de Pirucaia, en la ciudad de Mairiporã, estado de São Paulo. La Misión de Cristo Tabor surgió con el anhelo de la JUMAS de llevar una vivencia de Semana Santa a algún lugar donde las personas no tuvieran esa oportunidad. ¡De ahí vino la idea de hacer que Pirucaia enloqueciera de Amor en Cristo! Pirucaia es un barrio que cuenta con una de las 18 comunidades que pertenecen a una de las parroquias de Mairiporã.
El Ideal de la JUMAS dentro de la liturgia de Semana Santa
Encontramos dentro del Ideal de la JUMAS, «¡Vinculados por María, Fuego de Cristo-Tabor!», el espíritu que se vivió en Semana Santa, de la siguiente forma:
Vinculados – Misa de Lavapiés
Tomamos como motivación la Misa de Lavapiés del jueves y todo el espíritu de la Última Cena, y vivimos la vinculación de los discípulos con Cristo y entre sí. Hubo una hermosa misa interna (sólo los misioneros), donde el altar era una gran mesa y los misioneros se reunieron alrededor. El P. Alexandre ofició relacionando diferentes momentos de la misa con la Última Cena, y los misioneros tuvieron la oportunidad de lavar los pies de su pareja misionera. El vino consagrado en la Misa fue traído por el P. Alexandre desde Caná.
Por María – Pasión de Cristo (María al pie de la Cruz)
La motivación del viernes fue «Por María», recordando siempre la presencia de María en aquel día, junto a su Hijo, Jesús. Como actividades junto a la comunidad de Pirucaia tuvimos durante parte de la mañana las visitas de casa en casa, mientras que en la tarde hubo un Via Crucis que salió del barrio de Pirucaia hasta el barrio de Gauvirituva; la procesión duró más de 3 horas y fue un momento en el que pudimos reflexionar sobre el espíritu misionero y sobre todo el sacrificio de Cristo por nosotros. Llegando al barrio de Guavirituva tuvimos la adoración de la Cruz, donde la comunidad local pudo interactuar con algunas dinámicas durante la celebración. Al final del día, se preparó un rosario meditado, con escenas de la película «La Pasión de Cristo».
Fuego – Vigilia Pascual (Misa del Fuego Nuevo)
El sábado la motivación por parte del ideal vino del fuego que está dentro de uno mismo, haciendo un paralelo con la vigilia del fuego nuevo y con el cirio pascual. La idea de este día era transmitir a toda la comunidad que aquel momento era de esperanza, de expectativa de la resurrección de Cristo. La mañana también fue un momento de visita a las casas, donde los misioneros tuvieron hermosas lecciones de vida junto a las familias que viven en el barrio. La tarde fue dedicada a las reuniones de jóvenes y adultos, en las que se reflexionó sobre la relación de la Semana Santa con nuestra vida diaria (el dolor y la pérdida del viernes, la esperanza del sábado y la alegría del domingo.) Fueron reuniones muy positivas donde los misioneros tuvieron la oportunidad de interactuar de una forma más concreta con los habitantes del barrio. En la noche celebramos la Misa del Fuego Nuevo, oficiada por el P. Alexandre, que hizo de la misa una verdadera catequesis para los habitantes de Pirucaia y para los misioneros. Durante la misa tuvimos una «escenificación» de la resurrección de Cristo, con efectos de luces y humo. Los habitantes estaban muy contentos y sorprendidos ¡pues nunca antes se había celebrado una Vigilia Pascual en Pirucaia! De esa forma encendimos el Cirio Pascual de las comunidades de Pirucaia y Gauvirituva con el Fuego de Cristo-Tabor.
Cristo-Tabor – Resurrección
Llegado, entonces, el gran día de Pascua, de la resurrección de Nuestro Señor, la motivación no podía ser otra: Cristo-Tabor, que es el Cristo Transfigurado, el Cristo Resucitado. El domingo por la mañana el grupo misionero se dividió en dos: la mitad fue a hacer misión en las casas de un barrio vecino, que venía también participando de las actividades de la Semana Santa, el barrio de Boa Vista; la otra mitad de los misioneros se quedó para realizar la fiesta con los niños, una mañana muy animada, con más de 50 niños de la comunidad, donde se hicieron diversos juegos y obras de teatro y se distribuyeron dulces en conmemoración de la Pascua. Después del almuerzo, se llevó a cabo la evaluación de las misiones y al final de la tarde la Misa de Pascua con el pueblo. No podemos dejar de mencionar que al final de esta misa de cierre los misioneros recibieron un gran y hermoso pastel de parte de la comunidad.
El mensaje que queda para Pirucaia y para los misioneros es: En el Evangelio de la misa del domingo (Pascua) se hablaba sobre el discípulo que entra en el sepulcro de Cristo y ve las vendas con la que envolvieron a Cristo cuando lo sepultaron. El Evangelio dice, refiriéndose a José: «Él vio y creyó», ese es justamente el sentimiento que queda para todos después de la primera Misión Cristo Tabor: nosotros vimos y, a través de eso, pudimos constatar y creer que Cristo está vivo y vive en cada uno de nosotros. Pirucaia y los misioneros que ahí estuvieron nunca más serán los mismos, pues vieron y creyeron.
Fuente: http://www.jumasbrasil.com.br
Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
