Publicado el 2010-04-01 In Vida en alianza

Atraeré a mí a los corazones jóvenes: ¡Un equipo joven!

Detalhe de uma Imagem PeregrinaBRASIL, Hna. M. Nilza. El Secretariado de la Campaña de la Virgen Peregrina en Atibaia cuenta con un equipo joven y dedicado que trabaja para enviar a la Madre de Dios a millares de familias. La creación de nuevas imágenes (¡cerca de 50 imágenes enviadas por semana!) o el arreglo de imágenes dañadas forman parte del trabajo de este equipo que está al servicio de la MTA.

 

¡Él es el que hace que los materiales y las imágenes lleguen hasta los coordinadores y misioneros! ¡Él es quien envía a la Madre y Reina, con las gracias del Santuario, a los hogares de tantas familias! ¿Quién será ese personaje tan importante en el Secretariado de la Virgen Peregrina, en Atibaia/SP?

Es el joven Vanderlei Rodrigues, de 21 años, que desde hace uno ayuda a la Madre y Reina en el área de embarques. ¡Hablar con él no es tan fácil! Tuve que buscarlo un par de veces y en otra área. Pero no es para menos, pues como él mismo lo explica: «¡Aquí yo hago un poco de todo!». Hace un mucho de todo, porque a pesar de ser el área de embarques, no veo paquetes o cartas en espera de ser enviados… «Terminé ayer de enviar todos los pendientes», explica Vanderlei, «y por eso fui allá al fondo a restaurar algunas imágenes de la Madre y Reina». Como se puede apreciar, para él es importante aprovechar bien el tiempo.

La Madre y Reina, bendecida y enviada desde el Santuario

Qué trabajo tan agradable: ¡Preparar las imágenes de la Madre y Reina que llevarán las gracias del Santuario a las familias! El joven explica el proceso: «Un señor hace las imágenes y las trae aquí, pero no las coloco sobre el anaquel ¡sino que todas ellas van al Santuario para ser bendecidas! ¡Todas y cada una de las imágenes son enviadas desde el Santuario!». ¡Precisamente, Vanderlei! Sabemos del caso de un grupo que le reclamó al diácono Pozzobon que la evangelización que hacían con la Imagen Peregrina no producía frutos. Pozzobon descubrió que ellos no llevaban a la Virgen Peregrina al Santuario y les explicó que el secreto principal de la Campaña está en su vínculo con el Santuario de la Madre y Reina, ya que de ahí surge su fuente de gracias.

Quien llegue al Santuario inmediatamente después que Vanderlei quedará encantado. Él deja la mesa de la comunión, delante del altar del Santuario, repleta de imágenes. ¡Es un espectáculo muy bello! Motiva a la gente a reflexionar que cada una de esas imágenes va a partir de aquí llena de gracias y va a convivir un día de manera muy personal con cada familia, para compartir sus alegrías y aliviar sus sufrimientos. Cuántas oraciones reciben ya esas familias, incluso antes de que la Madre y Reina llegue a sus casas. Vanderlei viene a recoger las imágenes después de que el sacerdote las bendice y las envía a los coordinadores.

Cada mes, al menos 6 mil familias empiezan a recibir a la Madre y Reina

Pero dejemos que él nos hable: «Cada semana envío más o menos 50 imágenes de la Madre y Reina para los grupos que están empezando ¡sin contar a las otras imágenes que envío, que llegaron para ser restauradas!». ¡Ese número casi asusta! Cada mes, aproximadamente 6 mil nuevas familias empiezan a recibir las gracias del Santuario a través de la Virgen Peregrina.

«¡Más o menos es eso! Hay semanas que enviamos menos de 50, pero en otras enviamos más, por lo que el promedio es de 50 imágenes nuevas por semana», confirma Alcinéia Pereira do Amaral, de 21 años, que está en su segundo mes de trabajo en el secretariado. Al otro lado de la mesa en la que converso con Vanderlei, ella pega unas tarjetas con frases. «¡Esto es material para que lo usen las Hermanas en sus pláticas!», aclara ella. Me cuenta que está haciendo lo que acostumbran hacer los que acaban de entrar al secretariado: aprender todos los servicios en todas las áreas y por eso ayuda también aquí con los embarques. Parece que responder cartas es algo con lo que se ha identificado, pues me cuenta que ya respondió a algunas de ellas.

Pero una cosa la impresiona aquí en el área de embarques: «¡Son muchas las imágenes que llegan dañadas! Está bien que la gente las devuelva», explica la joven aprendiz, «¡pero son muchas imágenes! A la mayoría de ellas o se les quebró la cruz, que es de por sí frágil, o están quemadas». Explica que las personas posiblemente acercan velas encendidas frente a la imagen después de rezar. «La mayoría de las veces las imágenes quemadas no pueden repararse», dice Alcinéia. ¡Qué lástima! ¿No? ¡Es sólo cuestión de tener un poco de cuidado!

Un equipo joven

Vanderlei me dice entonces con alegría lo que ya sabemos: «Hermana, aquí somos un equipo de trabajo. Las chicas allá enfrente (Daiane y Karine en recepción y en las cartas) reciben los pedidos de materiales y los traen acá. Nosotros los preparamos, ponemos las direcciones (que Ana Paula cuidó de registrar con precisión) y llamamos a los que los transportarán». Es el caso de las mensajerías, el correo etc. Alcinéia tampoco pasa por alto cosas importantes: «¡Todos los días la gente reza antes de empezar a trabajar!». ¡Bien pensado! Así, ese equipo es bendecido desde que llega y transcurre todo el día detrás de la Virgen Peregrina, para que ella pueda atender a todas las familias y bendecir a cada una. Para que ella pueda ir presurosa por las montañas, llevando a su Jesús para tantas familias de Isabel y Zacarías ¡este equipo tiene que hacer la tarea o habrá problemas! ¡Benditos sean!

Pero, antes de terminar, recuerdan que hay un miembro más del equipo que no está presente. Es el joven Marcos que trabaja sólo medio tiempo, porque estudia durante el día: «¡Él restaura las imágenes!», dicen los dos. Vanderlei explica que su tarea principal es enviar los pedidos y solamente cuando ya terminó su servicio ayuda a Marcos. Es por las manos de este estudiante que las peregrinas que llegan quebradas o «enfermas» regresan como nuevas y «saludables». ¿Dónde está este joven Marcos? Respetamos que no quiera tomarse fotos, así que quien quiera ver el rostro de este joven instrumento escogido por la Madre y Reina ¡tiene que venir al secretariado durante la mañana!

Con una sonrisa de niño travieso Vanderlei termina la conversación: «¿Vio usted? ¡Aquí somos un equipo joven!». Alcinéia no se queda atrás y complementa: «¡Claro, todos los que trabajamos aquí somos jóvenes!». ¡El orgullo con que los dicen revela que es un equipo de trabajo muy unido y que gusta de lo que hace! El cuarto de embarques vacío es prueba de que la juventud y la responsabilidad caminan juntas en ese equipo. Ellos son prueba de que la Madre de Dios cumple lo que promete en la Alianza de Amor: «Atraeré a mí a los corazones jóvenes y los educaré como instrumentos aptos en mis manos… con ellos emprenderé la renovación religiosa y moral del mundo…» (18/10/1914).

Pero ahora que todos saben quiénes son ustedes ¡vamos al trabajo! ¡La cultura de la Alianza está también en sus manos!

Fuente: http://www.maeperegrina.com.br/

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México


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