Publicado el 2010-03-16 In Vida en alianza

Adriana inicia sus clases ¡feliz!

Entrega de becasDequeniPARAGUAY, Dequení. 2.461 niños y niñas de la {cms_selflink page=»dequeni» text=»Fundación Dequení «}recibieron, a partir del 3 de marzo, becas escolares que aseguran su acceso a, o su permanencia en el sistema educativo.

 

 

 


Esta campaña se realiza todos los años con la colaboración de numerosos padrinos y madrinas, directivos y funcionarios de empresas con responsabilidad social, además de un importante apoyo de benefactores extranjeros. El 3 de marzo se inició el programa de entrega de becas y equipos escolares en Dequení, que concluyó el 12 de marzo en Caáguazú.

Entrega de becas

El acto inicial se realizó en la casa central de Fernando de la Mora, con la presencia de los niños, niñas y familias que participan del proyecto Casa de Acogida y los centros comunitarios Mitá Rehehape, Futuro de los niños y niñas y Mitã Vy’a rendá de J. Augusto Saldívar. Al encuentro asistieron autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, entre otros invitados.

Un futuro mejor, con nombre y apellido

Adriana Guerrero Esquivel inicia sus clases y es feliz. Tiene 10 años, vive en Caáguazú, en la comunidad El Triunfo, con sus padres y cuatro hermanos.Su esfuerzo y dedicación al estudio, y el apoyo de la BECA ESCOLAR, la promovieron al 5to grado con excelentes calificaciones y es una de las mejores alumnas de su escuela: Fulgencio Yegros.

AdrianaAdriana es la segunda hija. Ella y sus tres hermanos menores asisten al centro comunitario Ñepytyvô Porã Rekavo: Ezequiel (7 años), Mauricio (5 años), y Rocío (3 años); Adriana va por la tarde a la escuela, junto a Ezequiel (2º grado) y Mauricio (preescolar). Por la mañana asisten al Centro Comunitario de Dequení, donde reciben refuerzo escolar, desayuno, almuerzo y merienda; mientras que la pequeña Rocío, que aún no va a la escuela,recibe estimulación temprana.

Adriana no oculta su felicidad por poder asistir a la escuela, «avy´aiterei ikatuhaguerehe che ha che kyvykuera roho mbo´ehaope. Che Túa a che Sy omba´apo oremondo haguâ, katú la útiles kuera hepyetereí ha ndohypyty paveima enterovepe. Che sy ovendé chipa ha che Túa katu guardia de seguridad» («estoy muy feliz de ir a la escuela, y que mis hermanitos también puedan ir. Mi papá y mamá trabajan para mandarnos a la escuela, pero los útiles son muy caros y ya no alcanza para todos. Mi mamá vende chipa y mi papá es guardia de seguridad») comenta.

Con su corta edad, ella valora la ayuda que recibe, «DEQUENÍ heta mba´ema omeé oreve, roguereko cuaderno, lápiz, borrador, uniforme, sapatú, ha aveí Centro Comunitariope oreipytyvô ore aranduve haguá mbo´ehaope, ha aveí rodesayuna, romerenda ha rokaru upepe rohomboyve mbo´ehaope» («En Dequení nos dan todo, mi mamá siempre nos enseña a dar gracias por eso, tenemos cuadernos, lápices, borrador, uniforme, y zapatos. Aquí en el centro nos ayudan con las tareas, desayunamos y almorzamos antes de ir a la escuela») nos dice.

Adriana quiere ser profesora

Caáguazú, es uno de los departamentos más pobres del país. DEQUENÍ, desarrolla cuatro proyectos con el apoyo de CCFC (Fondo Cristiano Canadiense para la Niñez), TFCF (Fondo de Taiwán para la Niñez y la Familia) y familias en las comunidades de Finagrain, San Roque, San Rafael y El Triunfo.Este último, con una importante población infantil con riesgo de tener que trabajar a tan corta edad. Allí viven Adriana y su familia.

En DEQUENÍ buscan garantizar los derechos de los niños, brindando principalmente una atención integral en educación. Trabajan con las familias y miembros de la comunidad para hallar soluciones a los obstáculos que impiden el acceso a una educación básica, tales como la falta de infraestructura, la falta de útiles escolares o material pedagógico, los métodos inadecuados de enseñanza, o la falta de compromiso de los padres.

Adriana quiere ser profesora y ayudar a otros niños a estudiar. Su mamá, Edith, tiene la esperanza de que su sueño se haga realidad. Para ella, la ayuda de Dequení es lo que hace posible que sus hijos estudien, lo que agradece infinitamente y lo retribuye con su trabajo voluntario en el centro para la atención de los niños y preparación de los alimentos. En marzo de este año, 722 niños de Caáguazú recibieron su BECA ESCOLAR gracias a la solidaridad de padrinos y madrinas que sumaron su sí a la campaña Becas Escolares 2010 «Tu ayuda es mucho más de lo que imaginas» logrando reunir 2.461 becas que también llegarán a los niños de los proyectos de nueve localidades más.

Becas Escolares

La Campaña de Becas Escolares se hace todos los años con el fin de convocar a la ciudadanía a apoyar la educación de los niños en riesgo de no ingresar o de abandonar la escuela a causa de la pobreza que padecen sus familias. La campaña de recaudación de fondos para 2010 se desarrolló desde septiembre de 2009 hasta febrero de 2010.

Este servicio, que se complementa con el acompañamiento que los niños reciben durante todo el año en los centros abiertos y comunitarios de la Fundación, consiste en la entrega de una mochila con todos los útiles solicitados por su escuela, uniforme y calzado, incluyendo un equipo de refuerzo a mediados de año.

Además de garantizar la educación de la niñez, Dequení viene apoyando el fortalecimiento de comités que trabajan en las comunidades para mejorar las condiciones de vida de las familias. De los 26 proyectos actuales, 16 son centros comunitarios, en algunos casos, ya auto gestionados por sus propios pobladores. Dequení apoya la educación de la niñez porque considera que es una estrategia fundamental para prevenir el trabajo infantil y romper con el círculo de pobreza de las familias y comunidades.

Durante la entrega de las becas escolares, directivos de la Fundación DEQUENÍ destacaron también la iniciativa del Ministerio de Educación y Cultura de distribuir en todo el país las canastas escolares al inicio de clases, además de implementar durante este año innovaciones en la capacitación docente. Estas son acciones de avance que permitirán mejorar la cobertura y la calidad de la educación de nuestro país.

Una parte significativa de las becas proviene de bienhechores en Alemania y otros países, gracias a la colaboración solidaria de la página schoenstatt.de.

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