Publicado el 2010-02-21 In Vida en alianza

Un Nuevo Schoenstatt pasa por una Familia en Misiones

envio da jaciraBRASIL, Pauline Almeida, Otávio C. Ávila. En el más reciente Día Mundial de las Misiones, el Papa Benedicto XVI dijo la siguiente frase: «la actividad misionera es la respuesta al amor con que Dios nos ama […]; es la energía espiritual capaz de hacer crecer en armonía a la familia humana». Con este espíritu de llevar el amor de Dios a las personas y de concretarlo en la vivencia familiar, 95 misioneros de Schoenstatt de Ibiporã fueron a Barbosa Ferraz para las Misiones Familiares, realizadas del 12 al 16 de febrero.


coroação pelo fábioFueron enviados como padres, madres e hijos, con el objetivo de visitar a los habitantes del lugar, perteneciente a la diócesis de Campo Mourão, además de promover reuniones con niños, jóvenes y adultos y festejar el Carnaval mediante la Fiesta Misionera. Más aún, estas misiones sirvieron como una de las últimas actividades de los cuatro postulantes de la comunidad de los Padres de Schoenstatt, ya que uno de ellos es originario de Ibiporã, así como dos asesores: el P. Alexandre Awi, ahora Director Nacional del Movimiento, y de la Sra. Rosana Silva, que parte de misiones para Portugal.

Las misiones no se limitaron a las actividades con las personas de la ciudad, sino que fueron un espacio de comunión y de crecimiento espiritual para los propios misioneros. Este año el tema fue la Sagrada Familia, y cómo deben vivirse la maternidad, la paternidad y la filialidad.

Cuando Dios envió a su Hijo al mundo, le dio una familia terrena

Cuando Dios envió a su Hijo al mundo, le dio una familia terrena – la madre María y el padre José – y con ellos Jesús vivió treinta años antes de cumplir su destino. La Sagrada Familia es santa y modelo a seguir, pues es ejemplo de entrega y confianza en la Divina Providencia. Es notable el crecimiento que la Familia schoenstattiana de Ibiporã ha tenido a lo largo de estas tres ediciones de las Misiones Familiares. Hoy, matrimonios, jóvenes y niños del Movimiento se conocen más profundamente, pues buscan asimilar y vivir el espíritu de trabajo y amor al convivir unos con otros.

Missões familiaresNo sólo se cumplió la tarea de vinculación en los cuatro días que pasaron en Barbosa Ferraz, sino que se alimentó el vínculo entre los integrantes de la Familia de Schoenstatt de Ibiporã, para que luchen por la construcción de su Santuario.

«Para quien tenga duda de que podemos ser una FAMILIA de Schoenstatt, queda abierta la invitación a participar en la Misiones Familiares, donde transformamos ese deseo en una realidad bien concreta», dice Eder Campos, miembro de la Juventud Masculina desde su fundación en la ciudad. Este debe ser también uno de los deseos de la Familia local para los próximos años. Este modelo de misiones ha alcanzado grandes dimensiones dentro de nuestro Movimiento y necesita tomar relevancia como corriente de vida. Esperemos que en un futuro próximo todas las familias de Schoenstatt en Brasil puedan vivir concretamente la misión cristiana a la cual somos llamados por la Iglesia de hoy.

Missões familiares

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

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